La situación generada por el coronavirus es inédita. No solo en España, donde poco a poco vamos superando lo peor de la pandemia, sino en todo el planeta. Al triste balance de víctimas se suman las drásticas consecuencias que ha provocado la parálisis de la economía durante estas semanas y que amenazan con prolongarse una vez que se levanten todas las restricciones. Esto es especialmente cierto para sectores de la población más vulnerables pero, tanto para ellos como para todos, es importante que la banca haya demostrado la empatía necesaria para que sus clientes se sientan acompañados en estos momentos.
Para CaixaBank, esta filosofía es la misma que ha orientado siempre su actividad hacia una banca socialmente responsable y cuyo compromiso le lleva a buscar las mejores soluciones para que, entre todos, podamos recuperar la normalidad lo antes posible.
Durante la vigencia del estado de alarma, la entidad ha intensificado su labor en este campo, a todos los niveles, simbolizándolo con el hashtag con el que enarbola en redes sociales este abanico de propuestas: #ContigoMásQueNunca. En el más inmediato ha mantenido a disposición de sus clientes la mayor red de cajeros de España, con más de 9.000 terminales, y su red de oficinas abiertas, en las que se han aplicado todas las medidas de seguridad necesarias para proteger a usuarios y empleados.
En paralelo, se ha reforzado el servicio de banca online CaixaBankNow a través de internet o de aplicación móvil para evitar desplazamientos, en la medida de lo posible. Fruto de esta apuesta por lo digital, el uso de esta modalidad se elevó un 25% y las visitas a las oficinas se han reducido en un 75%.
Las empresas, eje de la economía
Pero más allá de estas medidas de carácter general, CaixaBank también ha puesto en marcha numerosas medidas encaminadas a aliviar los efectos de la crisis en los sectores más expuestos y vulnerables. Los autónomos y las pequeñas empresas y comercios son algunos de los que más han sufrido el golpe de la pandemia. Ellos conforman buena parte del tejido económico del país, por lo que la paralización de la actividad les ha colocado en una situación difícil, con una merma de ingresos evidente pero aún con gastos a los que atender.
Para aliviar esta tensa situación, CaixaBank ha concedido 14.000 millones de euros a estos sectores desde el inicio del estado de alarma (hasta el 23 de abril). Además, ha gestionado 128.700 solicitudes de adhesión a las líneas ICO Covid-19 por parte de sus clientes, por un importe total de más de 11.140 millones de euros.
Estas medidas se complementan con otras de apoyo al pequeño comercio, como la financiación específica, la bonificación de comisiones por TPV y el lanzamiento de una nueva solución tecnológica para impulsar la venta online.
Los mayores, el sector más golpeado
La tercera edad es, con diferencia, el segmento que el Covid-19 ha atacado con mayor intensidad. De ahí que, como población de riesgo, muchas de las medidas de movilidad y distanciamiento social estén encaminadas a reducir al máximo su exposición al virus. Esto ha motivado una serie de cambios en sus rutinas que CaixaBank trata de facilitar evitándoles desplazamientos innecesarios, proporcionándoles herramientas que les acompañen en sus gestiones telemáticas o estableciendo atención prioritaria para los 1,8 millones de clientes del banco con pensión domiciliada.
Pensando en ellos, también se ha adelantado el pago de pensiones estatales, se ha potenciado el uso del canal online CaixaBankNow, se ha organizado un sistema especial de información y de citas previas y se han ampliado los plazos para realizar operaciones que solo pueden hacerse presencialmente, entre otras soluciones.
Perder el empleo, otro efecto indeseado del Covid-19
En el plano económico, el aspecto laboral también es uno de los peor parados por la pandemia, con miles de trabajadores que han perdido su empleo o de autónomos que han cesado su actividad. Esto ha dejado expuestas a multitud de personas, para las que CaixaBank ha decidido condonar sus cuotas de alquiler en inmuebles de su propiedad mientras se mantenga el estado de alarma, una medida que beneficia a cerca de 4.500 familias.
También, y en la línea con la petición de las autoridades, todos los clientes de la entidad con derecho a prestación por desempleo, y que la hubieran cobrado en marzo, han recibido un adelanto de esos fondos siete días antes de lo habitual en abril y mayo.
CaixaBank, como entidad integrada en la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), se ha unido a la medida que ofrece un aplazamiento de hasta doce meses en la amortización del capital para aquellas personas afectadas económicamente por la situación generada por el Covid-19 con una hipoteca sobre primera vivienda que así lo soliciten. Asimismo, se difiere el pago del principal en contratos de préstamos personales ligados a consumo para un periodo de hasta seis meses. Durante estas semanas, la entidad ha recibido 220.000 solicitudes de moratoria en hipotecas y consumo, que corresponden a una cartera cuyo importe total asciende a 8.500 millones de euros.
El momento del voluntariado
Más allá de lo estrictamente económico, la situación actual es propicia para hacer más a nivel social. Y por ello, CaixaBank ha activado el voluntariado online a través de la Asociación de Voluntarios de 'La Caixa', entidad que canaliza el voluntariado corporativo de CaixaBank y de la Fundación 'La Caixa'. Medio millar de personas ya se han inscrito para poner en marcha iniciativas digitales dirigidas a diversos colectivos.
Entre estos proyectos está 'Cartas contra la soledad', para evitar que las personas mayores que viven sin compañía se sientan aisladas; o 'Ningún hogar sin alimentos', que pretende recaudar el máximo posible de comida y fondos para responder a las urgencias derivadas de esta emergencia social. La medida ha logrado recaudar un millón de euros que Fundación 'La Caixa' ha decidido doblar. La suma se distribuirá entre los 54 Bancos de Alimentos asociados en la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). Además, CaixaBank también colabora con las administraciones públicas y entidades sociales para emitir más de 200.000 tarjetas de ayudas sociales.
Por supuesto, el banco también dedica sus esfuerzos a la protección de sus empleados, aplicando medidas especiales que incluyen la organización flexible para cada oficina, teletrabajo y turnos presenciales que permitan conciliar la seguridad y el máximo nivel en el desempeño profesional, con el cliente como prioridad.
El Consejo de Administración también ha actuado de acuerdo a este principio de responsabilidad social y ha decidido reducir el dividendo en efectivo propuesto para el ejercicio 2019 y modificar la política de dividendos del ejercicio 2020. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, también ha manifestado su intención de renunciar a la remuneración variable correspondiente al año 2020, algo que ha secundado el Comité de Dirección de CaixaBank y a lo que se añade la supresión del incentivo en acciones para un total de 90 directivos.
Todo este conjunto de soluciones se enmarcan en el compromiso de CaixaBank con sus clientes pero, sobre todo, con la sociedad y especialmente, con los más vulnerables, aquellos para los que esta crisis sobrevenida está golpeando con mayor dureza. Estas medidas pretenden ayudarles a ellos y permitir que todos hagamos frente a la pandemia y recuperemos cuanto antes la normalidad.