El sábado 14 de marzo se declara el estado de alarma en nuestro país, y el Mercadona que ese día cierra sus persianas a las 21:30 horas tiene poco que ver con el que el lunes siguiente, día 16, abre sus puertas a las 9:00 horas.
En ese primer fin de semana con el estado de alarma ya declarado, miles de trabajadores de los supermercados y bloques logísticos, apoyados por los directivos de la compañía, trabajaron codo con codo para lograr implantar más de 100 medidas en los más de 1.600 supermercados de la compañía, bloques logísticos y almacenes online, conocidos como 'Colmenas', con un único objetivo: proteger y reforzar la salud y seguridad de sus principales activos, sus clientes y trabajadores. Y asegurando el abastecimiento de sus tiendas a través de la implicación de los más de 3.000 proveedores y las 600.000 personas que forman la Cadena Agroalimentaria de la compañía.
Como gratificación por su desempeño, la empresa de distribución les ha abonado una 'prima de reconocimiento al compromiso' que ascendió a los 44 millones de euros y que fue añadida a las nóminas de marzo. Este pago extra corresponde al 20% de su sueldo bruto.
Asimismo, y para seguir manteniendo el nivel de stock que permitiera satisfacer la necesidad de productos básicos, la compañía ha realizado un esfuerzo para asegurar la protección de sus proveedores. Lo ha hecho inyectando liquidez y ampliando las líneas de confirming hasta los 2.100 millones de euros, lo que ha facilitado que esta pieza esencial en la cadena de suministro pueda cobrar sus facturas al momento y dar continuidad a su trabajo. Una iniciativa que alcanza a más de 600.000 personas de forma directa pero que, en realidad, beneficia a todos los consumidores.
Mercadona, además de adaptarse a las circunstancias para mantener el suministro de productos y proteger la salud y seguridad de sus clientes y trabajadores, ha continuado impulsando su Modelo Responsable, con el objetivo de actuar como empresa comprometida de cara a afrontar los problemas y retos sociales, en este caso, estando al lado de los colectivos más desfavorecidos y vulnerables.
A partir del 26 de marzo, y tras un breve paréntesis por el impacto que la crisis sanitaria tuvo en sus procesos, Mercadona volvía a activar sus mecanismos de donación de productos de primera necesidad a los bancos de alimentos y comedores sociales con los que venía colaborando habitualmente en España y Portugal, doblando la cantidad de productos entregados a estas organizaciones.
Estas líneas solidarias han permitido que bancos de alimentos, comedores sociales y entidades como Cáritas, Cruz Roja y Mensajeros de la Paz, entre otras, hayan recibido un total de 4.130 toneladas de alimentos. Unas acciones que se enmarcan dentro del Plan de Responsabilidad Social de la compañía, una guía que atiende el componente social y ético a través de distintas líneas de actuación sostenibles que refuerzan su compromiso con la sociedad.
Iniciado ya el mes de mayo, además de una apelación a la responsabilidad general en lo que atañe al funcionamiento de cada centro, la empresa explica que "continúa aprendiendo mucho escuchando a los clientes y trabajadores" para seguir implantando las soluciones y adaptándose para que "el proyecto conjunto de Mercadona continúe avanzado".