La pandemia de Covid-19 sufrida a nivel global ha amenazado no solo nuestra salud sino la economía de infinidad de países, que han tenido que hacer frente a la súbita paralización de su actividad. En ese contexto, el papel de las empresas líderes en los sectores estratégicos ha cobrado una significación especial por su potencial para ayudar a quien más lo necesita, al tiempo que se mantienen servicios esenciales como es el suministro de la electricidad.
Y aunque las consecuencias de la "nueva normalidad" en la que estamos entrando implican el cambio de muchas rutinas en nuestra vida diaria, una pequeña vista atrás ya permite valorar las actuaciones de estas compañías. Entre las menciones destacadas está Iberdrola, que se ha convertido en la primera multinacional del Ibex 35 cuyos protocolos han sido certificados por AENOR. Este reconocimiento se sustenta en el respeto hacia los requisitos legales establecidos por las autoridades y al seguimiento de las recomendaciones y directrices sectoriales.
La compañía presidida por Ignacio Galán, primera energética del país y una de las mayores utilities del mundo, ha sido un ejemplo en la rapidez de reacción frente al reto que ha supuesto el coronavirus a todos los niveles. De hecho, fue de las primeras en aplicar protocolos en todos los ámbitos de su actividad para salvaguardar la salud de sus empleados sin que la calidad de sus servicios se resintiera.
Medidas coordinadas a nivel global
El sello de AENOR se aplica, por el momento, a la sociedad holding Iberdrola, si bien pronto se incluirá al resto de empresas del grupo. Se trata de un aval que pone en valor las más de 150 medidas que ha implantado la entidad a nivel mundial. Acciones coordinadas y útiles que han alcanzado no solo a sus empleados sino a proveedores, accionistas y la sociedad en su conjunto.
Entre las medidas más destacadas que se han puesto en marcha destaca el refuerzo de la red para garantizar el suministro de electricidad en los centros hospitalarios y las facilidades de pago para los colectivos más vulnerables.
En paralelo, desde el primer momento, la compañía se puso a disposición de la Administración para contribuir a solventar la emergencia sanitaria y ha donado material sanitario y de prevención por valor de 30 millones de euros.
De igual modo, Iberdrola también ha priorizado el sustento de la cadena de suministros, manteniendo intacta su operatividad, para lo que ha adelantado la adjudicación de pedidos por valor de casi 4.000 millones de euros a más de 10.000 proveedores durante el primer trimestre del año, lo que supone el doble que en el mismo periodo de 2019.
Compromiso con el empleo de calidad
Uno de los efectos más dramáticos de la pandemia ha sido la pérdida de puestos de trabajo asociada a la paralización de la actividad económica que se ha dado durante el periodo de confinamiento. Por eso adquiere más valor si cabe el compromiso de las empresas con el mantenimiento y la creación de empleo de calidad. En el caso de Iberdrola, la empresa ha anunciado la contratación de miles de profesionales a lo largo de este año.
Son medidas que redundan en la apuesta por el capital humano como pilar estratégico dentro del grupo y que también se traduce en los programas de actuación relacionados con la seguridad y la salud laboral que viene impulsando desde hace tiempo. Estos proyectos también han recibido distintas certificaciones que han sumado para que, hace menos de un año, Iberdrola recibiera también el certificado de Empresa Saludable de AENOR para todas las empresas del grupo en los 25 países donde opera.