Como sabemos, el Covid-19 ha provocado una crisis sanitaria, pero también una crisis económica. El confinamiento ha hecho que tanto demanda de usuarios como producción de empresas se paren de golpe, lastrando nuestra economía en el presente y en el futuro.
Mientras todos nos quedábamos en casa, las Bolsas de todo el mundo se desplomaban a niveles nunca vistos por la rapidez del movimiento. Mucho se especulaba sobre el tipo de recuperación que tendrían, si vuelta en V, en U o en L. Finalmente, tanto la Bolsa alemana como la americana, se repusieron en forma de V, dando lugar a grandes beneficios para las personas que compraron tras la caída.
Si bien es cierto que asumieron un riesgo elevado, puesto que las claves de lo que pasaría no las tenía nadie, y con la volatilidad del mercado el riesgo se llegó a quintuplicar. Es decir, si en una inversión normal arriesgábamos el 10% de nuestro capital, ahora pasábamos a arriesgar el 50%. Todo en unos días.
Todos quieren comprar en Bolsa
Según Sara Díaz, directora de Inversia500, la mayoría de los inversores pierden dinero en Bolsa, más del 80%. ¿A qué se debe? Gran parte es por la falta de conocimientos, mezclado con la falta de gestión emocional cuando operamos. El modus operandi de muchos inversores es comprar simplemente porque algo está bajo y mantenerlo esperando una remontada que nunca llega, aquí lo vemos reflejado:
La falta de conocimientos es la culpable de que muchos inversores no pongan stop en sus posiciones, algo fundamental cuando operamos en Bolsa. Con el stop, iremos siempre detrás del mercado y, si éste se gira, nos sacará rápidamente de la inversión y podremos dedicar ese dinero a otros valores que estén subiendo. Es por ello por lo que esperar a que un valor remonte es perder tiempo, y el tiempo es dinero.
Por otra parte, las emociones juegan un papel fundamental. Nuestro cerebro se compone de dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. En el derecho percibimos la alegría, la creatividad, mientras que en la parte izquierda sentimos el miedo o la frustración. Es esta parte izquierda la que más nos afecta, es decir, nos duele más perder 500 euros que la euforia que sentimos al ganarlos. Cuando ganamos dinero en Bolsa, pensamos que esto es algo sencillo, y nuestro ego se crece, no dejándonos ver la realidad. Pero esta realidad aparece en forma de números rojos en nuestra cuenta, dejándonos la moraleja de que invertir en Bolsa es algo serio que requiere de tiempo y dedicación para aprender.
La formación como papel esencial para invertir con éxito en Bolsa
Inversia500 cuenta con especialistas en la formación en Bolsa y en el desarrollo de sistemas automáticos de Trading con Inteligencia Artificial, con más de 15 años de experiencia en los mercados financieros. También gestionan patrimonios de empresas en Bolsa a través de su consultoría financiera y cuentan con sus propios algortimos de inversión y recomendadores de acciones.
En Inversia500 se han propuesto que todo el mundo pueda acceder a formación de calidad, que todo el mundo pueda tener cultura financiera y entender sus inversiones, para que ellos mismos sean sus mejores gestores. Es por ello por lo que ofrecen formación totalmente gratuita, enseñando las claves fundamentales para invertir tras esta crisis sanitaria.
La oferta formativa se compone tanto de cursos de iniciación como de cursos avanzados. Podrás aprender a invertir en Bolsa desde cero, a operar con estrategias nuevas en los mercados, a gestionar el riesgo de tus inversiones, a controlar las emociones al invertir, y muchos más cursos gratuitos. Además, tienen un blog con artículos de actualidad sobre los mercados financieros.
La inversión en Bolsa desde la realidad
La realidad de invertir en Bolsa es muy distinta de lo que nos cuentan a lo que vivimos. Muchos, considerados desde Inversia500 como “vendehumos”, nos reflejan las inversiones como algo muy fácil, al alcance de cualquiera. Pero cuando operamos, vemos una realidad paralela.
Según las declaraciones de Sara Díaz en un evento con EL ESPAÑOL e Invertia “invertir en Bolsa es un proceso complejo que se puede simplificar, pero debemos ser conscientes de ello, y aprender de forma paciente a gestionar nuestro riesgo y capital cuando invertimos, no todos podemos operar de todo”.