Angela Merkel y Emmanuel Macron están dispuestos a endurecer las condiciones en materia de reformas económicas que la UE exigirá a Italia y España a cambio de las ayudas para la reconstrucción poscoronavirus. Esta es la contrapartida que la canciller y el presidente francés ofrecen a los países nórdicos del club de los frugales -Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca- para convencerles de que acepten el fondo anticrisis de 750.000 millones concebido con el fin de salir al rescate de Madrid y Roma, los dos países más golpeados por la pandemia.
Para su primera reunión presencial con Macron desde el estallido del Covid-19, Merkel ha escogido un marco bucólico. La canciller ha recibido este lunes al presidente francés en el palacio de Meseberg, una residencia gubernamental alemana ubicada a 70 kilómetros de Berlín. Los dos mandatarios han conversado al aire libre a orillas de un lago y rodeados de jardines en una cálida tarde veraniega, a 24 horas de que comience la decisiva presidencia semestral de turno de Alemania en la UE.
Macron y Merkel piden al resto de líderes europeos que se pongan las pilas para cerrar un acuerdo sobre el fondo de 750.000 millones (propuesto por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen) ya durante la cumbre que tendrá lugar en Bruselas los próximos 17 y 18 de julio. "Esperamos poder encontrar una solución, aunque todavía queda mucho camino por recorrer", ha admitido la canciller.
"Hemos llegado a la hora de la verdad para Europa", ha insistido el presidente francés. "Debemos movilizar a nuestros socios para lograr un acuerdo el mes de julio, que incluya una emisión conjunta de deuda y al menos 500.000 millones de euros en subvenciones para las regiones más afectadas" por la pandemia", sostiene Macron. Los 500.000 millones en subsidios constituyen el acuerdo inicial que alcanzaron Alemania y Francia en mayo. Von der Leyen añadió después otros 250.000 millones en préstamos.
¿Aceptarán Alemania y Francia reducir el tamaño del fondo de reconstrucción o el equilibrio entre préstamos y subvenciones para vencer la resistencia de los países nórdicos del club de los frugales y garantizar así el acuerdo? Estos cuatro Estados miembros reclaman que todas las ayudas a Madrid y Roman sean en forma de créditos a devolver en lugar de subsidios a fondo perdido. También pretenden endurecer las condiciones que la UE exigirá a los dos países en materia de reformas económicas a cambio de las ayudas.
"Lo importante es que el fondo de reconstrucción sea eficaz. Y para ser eficaz debe tener un componente presupuestario (...) Puede haber créditos, pero el núcleo del fondo deben ser las subvenciones presupuestarias, porque es eso lo que tiene impacto sobre las economías que han sido muy golpeadas", ha respondido Macron.
"Los préstamos se suman a la deuda que ya existe y tienen un impacto presupuestario bastante reducido. El impacto presupuestario real para un país es la diferencia entre su propio tipo de interés y el tipo de interés de una emisión común. ¿Qué sentido tiene que nos endeudemos de forma colectiva para después prestar a cada país si las diferencias de tipos de interés entre nosotros son escasas porque tenemos una política monetaria eficaz que reduce las divergencias gracias a la movilización del Banco Central Europeo?", alega el presidente francés.
Los nórdicos, beneficiarios del mercado único
"Si queremos que nuestro endeudamiento común sea plenamente eficaz debe utilizarse para financiar auténticas subvenciones presupuestarias. Este equilibrio de 500.000 millones de subvenciones y 250.000 de préstamos, yo creo que es el correcto", ha insistido Macron.
A su juicio, el parámetro que sí puede negociarse para convencer a los frugales es el de la condicionalidad: las reformas que deben exigirse a Madrid y Roma a cambio de las ayudas de la UE: "Hay una discusión sobre las condiciones, la articulación con el semestre europeo, las modalidades, que es la que deberá finalizare en los próximos días". También Merkel se ha referido a las reformas económicas que deben hacer los países para mejorar la competitividad como una de las claves de la negociación.
En todo caso, el presidente francés ha resaltado que los nórdicos también se beneficiarán de este fondo de reconstrucción. "Los famosos países frugales de los que hablamos, nunca hay que olvidarlo, son países beneficiarios netos del funcionamiento del mercado único. Son países a los que participar en un espacio de prosperidad e intercambios les aporta mucho más que a otros. No les interesa ver a algunos Estados miembros, en particular mercados importantes, afectados. Estas transferencias son cuestión de solidaridad pero también responden a un interés muy concreto", ha señalado.
Macron cenó la semana pasada en La Haya con el primer ministro holandés, Mark Rutte, el más intransigente de los países frugales. En esa reunión identificó los ingredientes necesarios para convencer a los nórdicos de que acepten el fondo de 750.000 millones y el equilibrio entre préstamos y subvenciones, según la prensa francesa.
En primer lugar, se trataría de endurecer las condiciones y dar poder de veto a los Gobiernos de la UE a la hora de evaluar los planes de reformas que deben presentar los países que pidan ayuda. La otra contrapartida que Francia ofrece a los nórdicos es mantener los cheques compensatorios que reciben los contribuyentes netos para reducir su aportación al presupuesto comunitario, que Bruselas proponía eliminar.
Finalmente, los frugales quieren que la devolución de la deuda se haga en un periodo de 20 años, en lugar de los 30 que ha propuesto Von der Leyen. París acepta también un compromiso sobre esta cuestión. ¿Será suficiente para alcanzar un acuerdo en la cumbre de julio? De momento prosiguen los contactos bilaterales y de geometría variable frenéticos entre líderes europeos para preparar la reunión, que será también la primera presencial a Veintisiete desde el estallido del Covid-19.