Una plantación de lavanda, el refugio de una de las aves más amenazadas de Europa
En Guadalajara, la energética Naturgy ha desarrollado un plan de biodiversidad para proteger la flora y fauna local con múltiples acciones como la plantación de lavanda para proteger especies como la alondra ricotí.
La energía eólica es la energía renovable más importante en España. Cubre el 20,8% de la demanda energética del país, una cifra al alza desde hace años y que muestra el interés creciente por las renovables, según la Asociación Empresarial Eólica. En la actualidad hay 1.203 parques eólicos y, al mismo tiempo que su construcción es una buena noticia para el sector, también hay que tener en cuenta el impacto que tienen obras como estas sobre el entorno natural.
Ante la instalación de cualquier parque eólico debe llevarse a cabo un estudio medioambiental para determinar los efectos del proyecto y las acciones para respetar la biodiversidad de la zona.
En Guadalajara, en el municipio de Fuentelsaz, la empresa energética Naturgy ha construido unos parques eólicos y, a cambio, ha puesto en marcha un Plan de Acción de Biodiversidad (PAB) para proteger la flora y fauna de la zona.
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La alondra ricotí
En el entorno de Fuentelsaz hay una importante población de aves esteparias, entre ellas la alondra ricotí, una especie típica de las estepas de matorral bajo como las que se encuentran en la meseta. Este municipio alberga la población mejor conservada de Castilla-La Mancha, pero su supervivencia está amenazada por los cambios en el uso del terreno (de la ganadería al cultivo) y la consiguiente pérdida de hábitat.
La alondra ricotí ha sido catalogada en peligro por el Libro Rojo de las Aves, elaborado por SEO Birdlife y el Gobierno de España Su distribución en nuestro país está muy localizada, en los páramos de la meseta, el sistema ibérico y la depresión del Ebro y, a pesar de que en los últimos años han aparecido nuevas poblaciones, se advierte que la especie se encuentra en regresión por la desaparición de su hábitat natural y es considerada una de las especies más amenazadas de Europa. Según el informe, su población en Castilla-La Mancha se concentra sobre todo en Guadalajara, donde se estima que hay hasta 2.000 individuos. Es la tercera población más numerosa, después de Castilla y León (más de 6.000) y Aragón (4.700-4.900).
La supervivencia de la alondra ricotí está estrechamente relacionada con la ganadería, ya que este ave se alimenta de pequeñas semillas e insectos presentes únicamente cuando hay abono del ganado. En los últimos años, el cambio del uso del terreno -se abandona la ganadería y el pastoreo por el cultivo- conlleva la destrucción del hábitat natural de las aves esteparias.
El cambio en los usos del terreno conlleva la destrucción del hábitat natural de las aves esteparias.
Es la mayor amenaza a la alondra ricotí, ya que está ligada a unas estepas muy concretas y sujetas a la intervención del hombre. Junto a esto, las características propias de la especie, como el largo periodo de cría (de febrero a julio) y unos núcleos de población pequeños y fragmentados, ponen en peligro su supervivencia.
¿Cómo se va a proteger la especie?
El Plan de Acción de la Biodiversidad que está llevando a cabo Naturgy en los parques eólicos de Fuentelsaz contempla varias medidas para lograr que no haya pérdida de biodiversidad y mejorar la conservación de la alondra ricotí.
Tras el estudio de las poblaciones de alondra en la zona, la acción principal ha consistido en la sustitución de los cultivos de cereal por la plantación de aromáticas, en concreto de lavandín, de donde se obtiene la lavanda. Según los expertos, con esta plantación se busca crear un entorno adecuado para la expansión de la especie y, además, es un cultivo con bajo impacto medioambiental (se adapta bien al terreno y resiste a las temperaturas extremas). Asimismo, se espera que este proyecto suponga un impulso económico para los agricultores de la zona gracias a los beneficios que se obtengan al vender la lavanda.
Se ha sustituido el cultivo de cereal por una plantación de lavanda
La plantación se está llevando a cabo junto a la Fundación Global Nature, una asociación sin ánimo de lucro dedicada a la protección de la naturaleza desde 1993, pero también han colaborado en el proyecto la Universidad de Alcalá de Henares, Servicios de Conservación de la Naturaleza y de Evaluación Ambiental de Guadalajara (JCCM), ENEL, agricultores y expertos universitarios. El cultivo de lavandín permitirá crear un hábitat más seguro para la alondra ricotí, y se espera que sirva como corredor ecológico ante la fragmentación de sus poblaciones.
Protección de otras especies
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El Plan de Acción de Biodiversidad de Naturgy contempla también medidas adicionales para el aumento del hábitat de las aves esteparias. Este año, por ejemplo, la empresa ha comenzado la construcción del “primillar”, una singular construcción para la cría y suelta de pollos de cernícalo primilla. Este proyecto, que durará cuatro años, corre a cargo de GREFA con el apoyo de Naturgy, y también contempla la educación en centros escolares acerca de la especie. Esta acción llega en un momento en el que varias asociaciones advierten de que el cernícalo primilla se encuentra en grave peligro de extinción y podría desaparecer en las próximas tres décadas.
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Para la protección del buitre leonado, esta empresa energética cambió el año pasado los bebederos en las explotaciones de los parques eólicos; y cerró muchos puntos de vertido del ganado muerto en las cercanías de los parques eólicos, creando nuevos puntos lejos de estas instalaciones. Al igual que otras rapaces, el buitre está estrechamente ligado a las actividades de pastoreo y ganadería del hombre. Hace décadas su población en España descendió peligrosamente, pero ha crecido regularmente en los últimos años y en la actualidad no se encuentra en peligro. En los próximos cuatro años también está prevista la acción de captura, marcaje y seguimiento de los buitres iniciada en 2019 para obtener una imagen de la evolución de la población de la especie en la comarca.
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Asimismo, Naturgy contempla la creación de unas charcas de inundación temporal. Se trata de lagunas alimentadas por agua de lluvia, habituales entre invierno y primavera. Estas charcas constituyen hábitats esenciales para multitud de especies (aves, anfibios, plantas acuáticas) y también para la actividad ganadera. Esta iniciativa, además, incluye la restauración de la vegetación natural de dos charcas más para recuperar el hábitat natural de este tipo de ecosistema.