Podemos no da tregua en su presión al Gobierno de coalición al que pertenece, pero en el que las principales carteras ministeriales las ostenta el PSOE. La última iniciativa de los de Pablo Iglesias en este sentido tiene que ver con uno de sus objetivos preferidos, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, quien acumula varios enfrentamientos con el vicepresidente segundo.

El grupo parlamentario de Unidas Podemos remitía este viernes sendas cartas tanto al ministerio de Economía como al de Industria, Comercio y Turismo, cuya titular es Reyes Maroto. Los de Iglesias se saltan así los cauces del acuerdo de coalición, para el que se estableció hace una año tanto una comisión de seguimiento con altos dirigentes de uno y otro partido como un protocolo firmado por los dos grupos parlamentarios, que se comprometían a actuar de común acuerdo, leal y coordinadamente, sobre todo en lo que se refiere, como ese este caso, a la acción de Gobierno. 

Lo hacen, además, al término de una semana en la que la tensión entre los socios ha llegado a límites insospechados, provocando que varios ministros socialistas manifiesten en privado la necesidad de "revisar" el pacto después de las elecciones catalanas.

A Podemos, por su parte, le sentó muy mal que el ministerio de Justicia comunicase su intención de reformar el Código Penal en lo referente a los llamados "delitos de opinión", la víspera de que el grupo parlamentario morado registrase en el Congreso una propuesta de reforma mucho más articulada que la propuesta del ministerio del socialista Juan Carlos Campo

En las misivas a Calviño y Maroto, firmadas por el portavoz parlamentario morado, Pablo Echenique, se propone un plan de choque en defensa de la hostelería y el pequeño comercio que señale directamente a "grandes empresas" como responsables de los problemas de liquidez de Pymes y autónomos.

Iglesias y Echenique, en los pasillos del Congreso. Efe

Las medidas 

Echenique le plantea a las dos ministras de la parte socialista del Ejecutivo tres tipos de medidas. La primera un plan de ayudas directas en coordinación con las comunidades autónomas para aquellas pymes y autónomos que "acrediten una situación de especial fragilidad", por un valor de 8.000 millones de euros.

La segunda una moratoria bancaria para estos sectores por las obligaciones financieras que pudieran haber contraído por "préstamos, arrendamientos financieros y otros productos bancarios". Y el tercer bloque de medidas contra las grandes empresas y multinacionales.

Según el diagnóstico de Podemos, "es tristemente habitual en nuestro país que las grandes empresas y las grandes corporaciones multinacionales no cumplan los plazos máximos en el pago de transacciones financieras" que fijan las leyes.

"Así, se da la situación de que las empresas más grandes con mayor capacidad de financiación deben, al margen de la ley, miles de milllones de euros a las empresas más pequeñas y con una situación financiera más frágil. Dicho de otra manera, las grandes empresas se están financiando a tipos de interés cero y de manera forzosa a costa de los negocios más pequeños" concluye Echenique. 

Podemos propugna establecer para estas compañías un "régimen sancionador eficaz" en el que no sea necesaria denuncia de parte. Todo ello con el objetivo, explica el portavoz morado a Calviño y Maroto, de que no haya "represalias por parte de grandes empresas contra pequeños proveedores que dependan económicamente de las mismas por tener un número reducido de clientes".

Pablo Echenique asegura que el tejido mediano y pequeño hay que protegerlo porque aporta "cohesión al territorio" y "vida comunitaria a nuestros barrios". 

 

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