El sector del mármol y la piedra natural de Alicante (en el eje entre Pinoso y Monforte del Cid) ha convertido históricamente a la Comunidad Valenciana en la región líder de España en exportación al extranjero. A finales de la crisis, en 2016, la Generalitat valenciana calculó que aportaba unos 3.500 puestos de trabajo industriales y facturaba cerca de 1.000 millones de euros anuales.
En 2019, último año de referencia antes de la crisis sanitaria, según los datos del ICEX, se venía produciendo un descenso de las exportaciones de mármol nacional en bruto y elaborado. A fecha de octubre de ese año la provincia de Alicante registró un retroceso similar al del ejercicio anterior, con un 19,04% de bajada.
David Beltrá, el presidente del sector en la provincia de Alicante, habla de una situación "compleja" que se ha extendido en el tiempo. Si la crisis de 2008 afectó de manera decisiva a la construcción, el sector respondió con la especialización de cada una de las empresas en uno de los tres subsectores: extracción (canteras), transformación y comercialización. "Cada empresa se refugió en la parte del negocio en la que era más fuerte", señala Beltrá.
El gran golpe llegó con la adquisición del gigante del mármol, Levantina (con más de 1.300 empleados), por parte de un grupo de capital riesgo. Sus sucesivos problemas de estructura redujeron la plantilla a un tercio. Tras esto llegó la crisis a las empresas medianas y pequeñas. Se calcula que un 50% de los trabajadores del sector en la zona fueron al paro o se reciclaron en pequeñas comercializadoras.
Al tiempo, los colores tradicionales de la piedra de Alicante, el "crema-marfil", el "rojo alicante" y la "piedra bateig", dejaron de estar de moda. Arquitectos y urbanistas de todo el mundo se estaban decantando por los blancos y los negros, con todas las escalas de grises.
"El covid ha sido una gota en el valle de lágrimas", explica el presidente del sector. No obstante, en 2021 se vislumbra cierto optimismo con el repunte de las reformas en domicilios particulares. Ya no se espera a antes del verano a tener la casa renovada. Los primeros meses del año han dado un pequeño respiro en el comercio nacional.
Como un buen jamón
Ahora, el reto pasa por la modernización, la digitalización y la "buena" venta del producto que queda. A la cantera de Pinoso, de donde sale el producto estrella de la zona, el "crema-marfil ", le quedan 40 años de existencias de materia prima al ritmo de extracción actual. "Esto es como un jamón, hay que saber cortarlo bien y venderlo bien, a su precio. Si te pasas cortando o vendiéndolo barato, destrozas el producto y el negocio", señala Beltrá.
La reivindicación principal a las administraciones es la agilización de trámites relativos a la parte extractiva. Y es que las empresas dependen de cada municipio y de la Generalitat. Pero sus solicitudes terminan en esta última en un laberinto insalvable entre Economía, Medio Ambiente y Urbanismo. Por eso exigen agilidad y coordinación.
Si se tiene en cuenta que los grandes competidores de la provincia de Alicante en el mundo, como Turquía o China, no tienen estos problemas burocráticos (cuentan con legislaciones más laxas en materia de impacto ambiental y además de tienen menor coste de la mano de la obra), el sector necesita una fuerte adaptación.
Exportaciones
Aún así el eje del mármol alicantino sigue siendo puntero. El producto "crema-marfil" sigue siendo ampliamente demandado por los países árabes en su modalidad más elaborada y por países de África en el producto más barato. También Estados Unidos e Hispanoamérica, en especial México, son importantes clientes.
China ha dejado de importar bloques de Alicante, decantándose por el mármol blanco y el crema de Turquía. La caída del flujo asiático se ha notado mucho, pero en cualquier momento puede volver a retomarse si cambian las modas.
Las empresas comercializadoras, sobre todo en Novelda, han tomado nota de la lección y llevan tiendo importando bloques de piedra de otros países para añadirlos a su cartera: de India, China, Portugal, Marruecos o Brasil. Este aumento de la oferta aporta músculo al sector en el marco internacional.
Otra de las claves en la modernización es la inclusión de arquitectos a las empresas, sobre todo medianas y pequeñas, donde no existía esa figura. "Los productores hablan un lenguaje y los arquitectos, otro. Necesitamos incluirles en los procesos de comercialización para dar salida a nuestros productos", explica Beltrá.
Infraestructuras
Otro de los aspectos en los que se está trabajando es en abaratar costes de transporte. Por un lado, existe un proyecto para que el Puerto de Alicante adquiera nuevo protagonismo en las exportaciones, que ahora se hacen a través de Valencia.
De otro, el Puerto Seco ferroviario que se disputan Novelda y Villena en el ámbito del Corredor Mediterráneo será clave en el transporte. Para ello Novelda se ha aliado con Pinoso y Monforte, tanto en el ámbito de la piedra y el mármol como en el agroalimentario, pujando fuerte por ubicar la infraestructura en su término municipal.