Durante el día de ayer se publicaron las 30 fichas que explican la estrategia que el Ejecutivo de Sánchez remitió el pasado 30 de abril a Bruselas. Una serie de documentos que detallan la cuantía de las inversiones y las fechas en las que se realizarán el grueso de las actuaciones.

En los que respecta a los hitos temporales marcados, la mayor parte de las inversiones se realizará en los ejercicios 2021, 2022 y 2023. En concreto, durante el actual ejercicio se asignarán 21.540 millones de euros, el 30% del total. El próximo año la cifra se irá hasta los 25.579 millones, que suponen el 36% del plan. Por último, en 2023 las inversiones alcanzarán los 19.194 millones de euros, que representan el 27% de lo presupuestado.

Como curiosidad destaca que el Plan de Recuperación ya asigna inversiones al pasado año. Durante 2020 se invirtieron 487 millones de euros. Del mismo modo, algunas inversiones van más allá de 2023. A 2024 le corresponden 1.688 millones. Cifra que se reduce hasta los 742 millones en 2025. Por último, a 2026 se asignan 294 millones.

10 políticas palanca

En el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia se estructura en cuatro ejes de los que surgen 10 políticas palanca que, a su vez, se articulan en 30 componentes que articulan el programa de reformas e inversiones. Cada una de esas políticas cuenta con una asignación económica.

Entre las que más fondos reciben destacan la modernización y digitalización del tejido industrial, con 16.075 millones de euros; la agenda urbana y rural, con 14.407 millones de euros y las infraestructuras y ecosistemas resilientes, con 10.400 millones de euros.

De los 69.528 millones previstos en el plan, el 40,29% se va a destinar a políticas verdes. Del mismo modo, el 29,58% de los recursos estarán destinados a la trasformación digital. Las dos capas principales con las que el plan pretende alinearse con las directrices de Bruselas.

Principales partidas 

Una vez se llega al detalle de los 30 componentes, el plan permite distinguir los esfuerzos que se van a realizar a lo largo de los años. En este sentido, tres componentes cuentan con una inversión superior a los 6.000 millones de euros.

Concretamente, son el plan de choque de movilidad sostenible segura y conectada en entornos urbanos y metropolitanos, con 6.536 millones; la implementación de la agenda urbana, que alcanza los 6.820 millones y la movilidad sostenible, segura y conectada, que está dotada con 6.667 millones.

Si observamos el detalle temporal, se aprecian diferentes ritmos para estos proyectos. En 2021 las partidas más importantes de los 21.540 millones comprometidos corresponderán al plan nacional de competencias digitales, al que le corresponderán 2.222 millones de euros. Además, la modernización de las Administraciones públicas se llevará 1.908 millones.

En lo que respecta a 2022, de los 25.579 millones correspondientes a este ejercicio, 2.631 se dedicarán al impulso de la movilidad sostenible. En este mismo ejercicio, 2.167 millones irán dedicados al componente del impulso de la pyme.

Por último, en 2023 la inversión ascenderá a 19.194 millones de euros. La partida más cuantiosa de este año será otra vez la movilidad sostenible con 2.120 millones. Un ejercicio en el que también recibirá un importante empujón el impulso de la pyme con 1.822 millones. 

Así las cosas, los próximos tres años se presentan como el periodo en el que España contará con más recursos para transformar su economía. Un trienio en el que cada seis meses los sectores más estratégicos para el futuro de la economía española recibirán ayudas con las que apuntalar miles de puestos de trabajo.

Si ya será un reto repartir y digerir todo ese capital, tanto o más lo será realizar las cientos de reformas que llevarán asignadas. Unas medidas que abrirán, cada seis meses, la puerta a la llegada de nuevos lotes de ayudas y que, de igual manera, se cerrará si el Ejecutivo no cumple con lo planificado.