El proyecto engloba tres de los 20 componentes que conforman la estrategia que el Gobierno presentó a Bruselas el pasado 30 de abril. De ellos, el ministerio de Industria desplegará 17 iniciativas de lo más diversas.

El primero de estos componentes, el número 12, se denomina Política Industrial España 2030. Está dotado con 3.782 millones de euros a los que hay que añadir otros 7.300 millones de euros que movilizará desde la inversión privada. Estos recursos se destinarán a principalmente a digitalizar sectores estratégicos, potenciar las políticas de sostenibilidad y modernizar la gestión y tratamiento de los residuos.

Para ello, contará con dos iniciativas que afectarán a 210 proyectos industriales innovadores. La primera de ellas se refiere a la estrategia española de impulso industrial 2030. Un plan que pretende crear un nuevo marco estratégico que apuesta por las actividades de alto valor añadido. Para ello se dotará de una nueva ley de industria que, entre otras cuestiones pretende actualizar los mecanismos de coordinación entre la administración del Estado y las Comunidades Autónomas. 

Más datos y competitividad

El plan trazado por el equipo de Maroto pretende lanzar los espacios de datos sectoriales de sectores estratégicos. Dotado con 400 millones, persigue impulsar el uso de datos en ámbitos como los sectores agroalimentario, la movilidad, la salud o el comercio.

A esto se añade el programa de impulso a la competitividad y la sostenibilidad industrial. Contará con 2.532 millones y contiene los PERTE. Proyectos en industrias estratégicas como el automóvil. Gracias a este impulso se pretende que las plantas españolas puedan mantener su posición de liderazgo en la nueva era del coche eléctrico y conectado. 

La segunda de estas iniciativas tiene como protagonista a la economía circular. Además de desplegar todo el marco legislativo necesario, se pondrá en marcha un plan de apoyo y fomento de este tipo de actividades dotado con 850 millones de euros. Un mecanismo que espera movilidar inversión privada para uno de los segmentos clave para garantizar la sostenibilidad de las actividad industrial española. 

Impuso de la Pyme

El segundo de los tres componentes tiene como protagonista a la pequeña y mediana empresa y está dotado con 4.850 millones de euros. Entre sus objetivos se ha marcado las metas de digitalizar un millón de pymes, formar 6.000 emprendedores y refinanciar 40.000 operaciones de pymes.

Además, pretende poner en marcha 200 proyectos tecnológicos en pequeños comercios y asistir a 3.000 empresas en procesos de internacionalización. Una batería de propuestas que buscan incrementar el tamaño de las empresas y facilitar su creación. 

Para ello se articulará la ley de creación y crecimiento empresarial. La nueva regulación busca simplificar la administración, apostar por procesos digitales, reducir el coste de constitución de compañías y reducir la morosidad. Una serie de elementos destinados a mejorar el clima de los negocios en España.

Una nueva era para el turismo

Por último, el tercero de los grandes bloques que gestionará el ministerio capitaneado por Reyes Maroto tendrá al turismo en su foco. La primera industria del país recibirá 3.400 millones de euros. El plan se ha marcado como objetivo poner en marcha 165 destinos turísticos sostenibles, lanzar 1.000 proyectos tecnológicos, reducir el consumo de 3.400 establecimientos y crear 45 productos turísticos nuevos.

En concreto, esta parte del plan cuenta con 1.923 millones de euros para impulsar la sostenibilidad del modelo turístico español. Para ello se contará con la participación de las Comuniades Autónomas a la hora de detectar las diferentes necesidades de cada territorio en esta materia. 

A esta capa de sostenibilidad se le añade el componente digital. Para ello se pondrá en marcha un plan de transformación digital de destinos turísticos. El objetivo de esta medida es dotar de interoperabilidad a la oferta de servicios públicos y privados. 

Además, Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla tendrán una atención especial. Está previsto el desarrollo de actuaciones de recuperación de infraestructura turística obsoleta y formación juvenil que permita crear productos turísticos alternativos al modelo de sol y playa.

En definitiva, el ministerio de Industria, Comercio y Turismo protagonizará gran parte de las actuaciones con impacto más profundo en los sectores productivos más importantes del país. Una serie de medidas que fijarán las guías para que industrias que hasta el momento han sido referentes internacionales pueda mantener su estatus durante la próxima década.