La crisis de 2008 provocó una reducción importante tanto de la inversión como la ejecución de los planes en proyectos científicos y de I+D+i en España. Durante más de una década, los presupuestos destinados a esta materia fueron menguando. Además, el dinero que se asignaba en las cuentas públicas no siempre terminaba en el lugar al que se había asignado.

Las reformas y los recortes con los que se enfrentaron los desequilibrios generados por las crisis financiera e inmobiliaria que azotaron España a partir de la caída de Lehman Brothers, se tradujeron en una ralentización de las inversiones en Ciencia. Una situación que ha cambiado durante los últimos años pero a un ritmo menos que el de otros países europeos. 

Según los datos de la fundación Cotec, en el periodo 2009-2019, España acumula un aumento del 6,4% de la inversión en I+D, claramente inferior a los crecimientos observados en las otras cuatro grandes economías europeas: Alemania (40%), Reino Unido (26%), Italia (22%) y Francia (14%).

Fuerte impulso

La llegada de los Next Generation va a ayudar a revertir esta situación con más de 2.200 millones de euros. Con una inversión de 1.661 millones de euros para 2022, este empuje se materializará en distintas medidas destinadas a lograr su objetivo general. La principal inversión, dotada con 521,5 millones de euros, irá dirigida específicamente al núcleo del Sistema Español de Ciencia, Tecnología y de Inversión, la actividad investigadora.

Según señala el documento de los Presupuestos Generales del Estado "el objetivo es generar una oferta intensa de proyectos de investigación de los grupos españoles de I+D+i y para que estos colaboren con empresas". Una medida que pretende ser el origen de alianzas público privadas.

En la misma dirección van dirigidos los 307,04 millones que se destinarán a reforzar las capacidades de Sistema Español de Ciencia, Tecnología y de Inversión en el plano de la salud. En este caso, el plan del Gobierno pretende encauzar proyectos con el fin de "mejorar la salud de la población española, empleando como vector el conocimiento científico y la innovación".

Por último, los presupuestos también señalan al fortalecimiento de las capacidades, infraestructuras y equipamientos de los agentes públicos de investigación. Para ello, se prevé una inversión de 258,08 millones de euros.

Inteligencia Artificial

Pero si una materia destaca por encima de otras en este proyecto esa es la inteligencia artificial. Los fondos europeos destinados a esta materia en 2022 suman una inversión de 113,8 millones. Con ellos se desarrollará una serie de reformas para el impulso de esta disciplina.

En concreto, para conseguir este objetivo, el plan del Gobierno prevé actuaciones en el ámbito de la investigación, desarrollo e innovación digital, la capacitación y talento a nivel nacional y extranjero, el desarrollo de las plataformas de datos e infraestructuras tecnológicas, la integración de la Inteligencia Artificial en las cadenas de valor y el tejido económico, su uso en la Administración Pública y, por último, en la parte ética y normativa.

Todo ello con un objetivo a medio plazo ambicioso: que en 2025 España cuente con 20.000 nuevos especialistas en ciberseguridad, inteligencia artificial y datos. Así las cosas, tras años en la sombra la ciencia pasará a la primera línea en 2022 si el Gobierno consigue los apoyos necesarios para sacar adelante sus cuentas. Una meta que, para ser alcanzada, aún necesitará de semanas de intensas negociaciones.