El exceso de tráfico y la congestión de vehículos en las grandes ciudades es un problema que se tiene que solucionar, cada vez con más urgencia. El miedo a contagiarse en el transporte público ha incrementado el uso de vehículos privados durante la pandemia y con la desescalada han vuelto las típicas escenas de atascos, ruido y polución, propia de los centros urbanos.
Además del estrés que conlleva encontrarse diariamente las calles llenas de vehículos, también supone un importante problema para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que 9 de cada 10 personas respiran aire altamente contaminado lo que, según la Agencia Europea del Medioambiente, produce más de 32.000 muertes prematuras al año en España.
En este momento en el que tenemos la salud y la lucha contra el cambio climático como prioridades, es hora de que cambiemos también la forma en la que nos movemos. Para dar una solución a estos problemas de congestión de vehículos y exceso de tráfico, Abertis Mobility Services (AMS) y Yunex Traffic, una empresa de Siemens especializada en el campo de los sistemas de tráfico inteligentes, se han unido para implementar en España las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Las ZBE son un instrumento de gestión de la movilidad que busca contribuir a la mitigación del cambio climático reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y el ruido, así como mejorar la calidad del aire. Todo ello fomentando el transporte público, la entrada de vehículos más sostenibles y facilitando la movilidad segura de peatones y ciclistas.
Estos sistemas van a estar cada vez más presentes en las grandes ciudades europeas, y España no es una excepción. La nueva Ley de Cambio Climático, que está alineada con la legislación comunitaria y enmarcada dentro del ambicioso plan España 2050: fundamentos y propuestas de una estrategia nacional a largo plazo, exige que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan una ZBE para el año 2023. Su implantación afectará a 150 localidades españolas con más de 24 millones de habitantes, lo que significa el 52% de los habitantes de España.
En este sentido, Abertis Mobility Services, referente internacional en la gestión de infraestructuras viales, ha firmado un acuerdo de colaboración con Yunex Traffic, empresa de Siemens, para la implantación de las ZBE en España. AMS aportará la experiencia en la gestión y operación de estos sistemas de gestión del tráfico y Yunex, por su parte, aportará las soluciones tecnológicas.
Tecnología para gestionar el tráfico
AMS cuenta con una amplia experiencia en el campo del procesamiento de imágenes gracias a un producto propio que incluye inteligencia artificial. Por su parte, Yunex Traffic lleva casi un siglo en el mercado tecnológico y ha desarrollado el sistema propio de control de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). A través de las cámaras de tráfico y sensores de emisiones repartidos por puntos estratégicos, el sistema ZBE ofrecerá datos predictivos sobre el tráfico y la contaminación. Con esa información se podrán adoptar medidas necesarias para gestionar el tráfico y evitar los atascos y la congestión de vehículos.
Basándose en el principio "quien contamina paga", el siguiente paso a la implantación de las ZBE sería la incorporación de tarifas para circular en algunas zonas. Estas tarifas, también llamadas Congestion Charge (Pago por Congestión), varían en función de distintos factores como la etiqueta ambiental, la hora de entrada o la zona concreta a la que acceda.
Uno de los efectos inmediatos que tiene su puesta en marcha es que disuade la entrada a las ZBE a los coches que más contaminan, lo que reduce la congestión, la contaminación y también, al haber menos tráfico, los índices de accidentalidad.
Un sistema exitoso
AMS y Yunex Traffic están convencidos de la eficacia de este sistema, que ya se ha aplicado con éxito en otras grandes ciudades como Londres. La capital inglesa tiene integrado tanto las ZBE como el Pago por Congestión, y en 3 años ha reducido en un 50% el número de vehículos antiguos y contaminantes de la ciudad. Esta disminución del tráfico ha disminuido un 44% las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) y ha mejorado la calidad del aire. Los ingresos obtenidos del Pago por Congestión se están empleando para mejorar el sistema de transporte público, la habilitación de más carriles bici y nuevos espacios urbanos que permiten una mayor infraestructura peatonal.
Por poner un ejemplo en España, AMS calcula que con la implementación del sistema Congestion Charge en las Zonas de Bajas Emisiones que ya hay instaladas en Madrid 360, se utilizaría el transporte público más que el vehículo privado (en el 52% frente al 48%). También se reduciría el ruido en un 7,6% y las emisiones de CO2 en un 7,2%, mejorando así la calidad de vida de los madrileños. En Barcelona, que es la ciudad con más atascos de España según el último estudio de TomTom Traffic Index, la demora para llegar de un punto a otro bajaría un 64% y el índice de accidentalidad un 16%. Cambiar nuestra forma de movernos por la ciudad es posible y, sobre todo, beneficioso. Porque reducir la contaminación es bueno para el planeta, pero también para las personas.