Ángel Cano, consejero delegado de BBVA entre 2009 y 2015, ha responsabilizado este martes en la Audiencia Nacional al entonces presidente de la entidad BBVA, Francisco González, de la orden de contratar a una empresa, que resultó ser la del excomisario José Manuel Villarejo, para espiar a los participantes en el intento de asalto de Sacyr al banco.
En señalar a FG también ha coincidido el exdirector de seguridad de BBVA, Julio Corrochano, que ha declarado -al igual que Cano, en condición de investigación- ante el juez Joaquín Gadea. La orden de investigar el asunto Sacyr fue "directamente del presidente", ha dicho.
Ni Cano ni Corrochano quisieron declarar cuando fueron citados por primera vez, en julio de 2019. Entonces la investigación referida al BBVA dentro del caso Tándem-Villarejo estaba secreta y se ampararon en esa circunstancia para no contestar.
Este martes lo han hecho, pero de forma selectiva. Cano sólo ha respondido al juez, al fiscal anticorrupción y a su defensa, mientras que Corrochano no ha aceptado otras preguntas que las de su letrada.
Por ello, la comparecencia de quien fue responsable de seguridad del banco durante 16 años (entre 2002 y 2018) no ha tenido otra aportación que la de repetir los aspectos más destacados de un escrito que presentó el pasado 5 de octubre, en el que Corrochano se desliga de los contratos con Villarejo más comprometidos y asume únicamente los relacionados con la seguridad estricta de la entidad.
"Supuesto ataque hostil"
En el procedimiento figuran documentos incautados a Villarejo que reflejan actividades de espionaje a miembros del Gobierno de Rodríguez Zapatero y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, así como a empresarios y directivos de Banca, supuestamente realizadas con el fin de ayudar a neutralizar la entrada de Sacyr en la entidad vasca en 2004 y 2005.
Cano ha asegurado al juez que no tuvo ninguna intervención en relación con lo que denominó "el supuesto ataque hostil" al banco, pese a que en esa época era director de recursos humanos y servicios.
Según el exCEO, del asunto de Sacyr nunca habló con el presidente y no supo otra cosa que la que decía la Prensa y lo que le contaba el entonces responsable de seguridad. "Corrochano, tras una de sus múltiples visitas al presidente, me dice que éste le ha preguntado si conocía alguna empresa para hacer una investigación sobre quién estaba detrás de un supuesto ataque hostil al banco", ha manifestado al juez.
Ésa fue la primera noticia que Cano asegura haber tenido de un encargo por el que Villarejo recibió del BBVA cerca de 900.000 euros.
Su segundo recuerdo fue que Corrochano "me pide que eche un vistazo al contrato" con Villarejo firmado el 2 de diciembre de 2004. "Era un documento muy aséptico, de consultoría de servicios", ha señalado.
"Informes de Wikipedia"
Luego vio, porque se lo llevó Corrochano, un informe "muy básico, como si alguien se baja información de Wikipedia y lo resume". En él vio, entre otros, el nombre de Miguel Sebastián, exdirector de la oficina económica del presidente del Gobierno y luego ministro de Industria. "Le dije a Corrochano que ese informe estaba poco trabajado y nada más", ha señalado Cano.
El exdirectivo del BBVA firmó las facturas de los pagos a Villarejo. Lo hizo porque de nuevo Corrochano le dijo que "al ser un contrato no recurrente y no presupuestado lo suyo es que venga autorizado por el director de área".
"Nunca escuché de primera mano el tipo de servicio que se quería recibir. Nunca hablé de ello con Francisco González. Era una cosa directa del presidente y de Corrochano. No supe mucho más que se trataba de saber quién estaba detrás de ese supuesto ataque hostil. Corrochano en los despachos siguientes me decía 'que sepas que sigo con este tema despachando con el presidente'".
Grabaciones "manipuladas"
Acto seguido compareció Julio Corrochano y dio una versión diferente. Tras explicar que no había pedido declarar -su presencia en la Audiencia Nacional se ha debido a una petición del fiscal- porque desde julio de 2020 está en tratamiento por depresión, manifestó que su departamento "no tenía nada que ver con asuntos de opas".
En su escrito de octubre Julio Corrochano afirma que "en noviembre de 2004 Ángel Cano, mi superior inmediato, me traslada que el presidente quería verme" y le adelantó que "el tema a tratar sería la necesidad de contratar un servicio de información e inteligencia en relación a una OPA que se estaba organizando".
El escrito añade que FG le ordenó que buscase una empresa adecuada y le dijo que "sólo debía hablar con Javier Ayuso [entonces director de comunicación] y Ángel Cano".
Corrochano ha enfatizado en su declaración ante el juez que todos los contratos que firmó con las empresas de Villarejo "fueron supervisados por la asesoría jurídica" del banco y ha asegurado que "nunca tuve conocimiento" del empleo de métodos ilegales, como el acceso al tráfico de llamadas de las personas espiadas por Villarejo.
También trató de desacreditar las grabaciones incautadas al excomisario, una poderosa fuente incriminatoria contra todos los investigados en esta pieza el caso Tándem. "No sabía que Villarejo grababa mis conversaciones con él. Pero el contenido de esas grabaciones no se ajusta a la realidad y estoy seguro de que han sido manipuladas, con cortes y pegas, deslocalizadas y parece que se quiere decir cosas que realmente no se han dicho", ha señalado.
FG: Yo no elegí a Villarejo
Tras conocerse la declaración de Ángel Cano fuentes de la defensa del expresidente del BBVA han desmentido que Francisco González diera ningún tipo de directriz para contratar espcíficamente a la empresa de Villarejo. Recuerdan, además, que como el propio FG declaró en 2019 ante el juez, "el banco adoptó la decisión de contratar una empresa de seguridad en el año 2004 ante el ataque hostil de Sacyr, pero la decisión de la empresa de seguridad que se iba a contratar se dejó en manos exclusivamente del Jefe de Seguridad, Julio
Corrochano".
Insisten en que el propio exconsejero delegado ha declarado que “Julio Corrochano le dijo que había estado descontento con otra compañía y tenía confianza en la gente que estaba en esta empresa”, en referencia a Cenyt.
Tanto es así que el propio Corrochando ha ratificado que él eligió a la empresa de Villarejo para realizar el trabajo, que el objetivo inicial era contratar a Kroll pero que al estar ya con Sacyr se decidió elegir a Cenyt.