"Si hubiera conocido algún espionaje, no lo hubiera permitido. Me parece absolutamente deplorable e inadmisible", manifestó el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ante el juez Manuel García-Castellón durante su comparecencia en la Audiencia Nacional el pasado día 19.
El juez dio al presidente de la segunda energética privada más grande del mundo la condición de investigado el 23 de junio del pasado año debido a la contratación del excomisario José Manuel Villarejo para encargos en los que éste habría utilizado métodos ilegales, como el acceso al tráfico de llamadas de las personas espiadas, que sólo puede obtenerse con autorización judicial.
Aunque la contratación fue hecha por el entonces director de seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, que ha asegurado al juez que nunca informó al presidente, García-Castellón quiere determinar si Galán conoció que Villarejo estaba espiando a los opositores a la construcción de una central de ciclo combinado en Arcos de la Frontera (el proyecto Arrow, de 2004) o que estaban investigando las intenciones de Manuel Pizarro o Florentino Pérez respecto a Iberdrola. Fueron los llamados proyecto BB o BlackBoard (2004-2005) y Gipsy-Posy (2009).
Los nombres los ponía Villarejo y alguno de ellos, como el proyecto BB, tuvo que ser repetido varias veces por el juez a Galán, que aseguró que no sabía de qué le estaba hablando.
"No he conocido, ni ordenado, ni hubiera autorizado ningún tipo de acción [de espionaje], primero porque no me interesa y segundo porque de Manuel Pizarro tengo la mejor opinión, tanto a nivel personal como profesional", se oye decir al presidente de Iberdrola en la grabación de la declaración, conocida por EL ESPAÑOL.
"Ustedes tuvieron un cierto problema con Pizarro, un ataque de Endesa, y Asenjo se encargó -no digo con su anuencia- de contratar a Villarejo para que realizara investigaciones sobre Pizarro", manifestó el juez.
Galán le corrigió: "No era un conflicto. Fue una OPA de Gas Natural a Endesa. Iberdrola estaba muy alejada de todo ese tema. Nosotros éramos un sujeto que, en el caso de que la operación saliera, nos comprometíamos a comprar algunos activos, pero no hicimos nada contra Endesa".
"Es más, además de esa opinión tan positiva que tengo sobre Pizarro, es que su segundo era compañero mío. Con él trabajé más de 50 años, no necesitaba encargar ninguna información de esa compañía [Endesa] porque tenía todos los elementos para tenerla muy directamente. Jamás he dado una instrucción que tenga que ver con ese tema porque no me interesaba y porque Pizarro me pareció siempre un competidor de primera a todos los niveles", sostuvo el presidente de Iberdrola.
Fue el fiscal el que profundizó en el presunto espionaje a Florentino Pérez, presidente de ACS, que en 2009 reclamó infructuosamente un asiento en el consejo de administración de Iberdrola. Asenjo, que ha reconocido haber encomendado a Villarejo los proyectos Arrow y BB, ha negado, en cambio, haber encargado el proyecto Posy. El exdirector de Seguridad sostiene que fue el comisario el que le ofreció espiar a Florentino Pérez y le pidió por ello 10 millones de euros, "pero jamás le encargué ese informe".
- Espiar Florentino Pérez ¿es una iniciativa particular a cuenta y riesgo de Asenjo?, preguntó el fiscal a Galán.
- "Le reitero que ni he ordenado ni he autorizado ni he conocido ningún tema relativo a ese señor que usted ha citado. Si lo hubiera conocido, no lo hubiera permitido. Me parece absolutamente deplorable e inadmisible. Yo sí he sido espiado con hechos concretos, no conjeturas, hechos que están en este Juzgado. Y condeno con la misma rotundidad que me espíen a mí como que nosotros espiemos a alguno. Tengo el máximo respeto por la privacidad de las personas", contestó el presidente de Iberdrola.
El instructor expresó sus dudas de que un jefe de seguridad "se atreviera" a investigar a Pizarro o a Florentino Pérez sin conocimiento de sus superiores. "Me alegra que me diga ese tema", contestó Galán. "Yo jamás hubiera autorizado hacer ningún tipo de análisis a esas personas. Ni lo he conocido ni lo he autorizado. Pero, ya que me habla de espionajes, le tengo que decir que yo sí he sido espiado. El Juzgado tiene información de esos espionajes a mi persona por parte de Villarejo, con algunos datos de algunas personas que usted acaba de citar que parece que tenían mucho interés en conocer cosas sobre mi vida, sobre lo que yo hacía. Yo jamás he estado obsesionado con ninguna persona".
"Con esa persona", añadió en referencia al presidente de ACS, "tuvimos en su momento diferencias desde el punto de vista empresarial que fueron saldadas por el apoyo masivo de los accionistas hacia el consejo de Iberdrola y hacia mi persona, y posteriormente por el Tribunal Supremo en los aspectos legales. Yo le rogaría que investigue ese espionaje que yo he sufrido en un pueblo de Zamora por parte de Villarejo, que consta en sus papeles también, como consta la obsesión hacia mí que tenía la persona que usted ha citado. Condeno absolutamente esos temas y los condeno porque he sido espiado con hechos concretos, no con aseveraciones".
Directivos "autónomos"
El presidente de Iberdrola se negó a hablar sobre las conversaciones entre Villarejo y Asenjo -grabadas a escondidas por el comisario, que alude a el jefe, el señorito o don Ignacio. "No puedo hablar de conversaciones en las que no he participado", manifestó.
"Desconozco las razones que llevaron a Asenjo" a hacer esos encargos, dijo en otro momento. "Las acciones buenas o malas de Asenjo las habrá reportado a los que tuviera que reportar, no a mí. Los directivos son autónomos para tomar las decisiones que les parecen oportunas. Un director no es un mandado".
- Juez: "Entonces, una vez que un directivo toma una decisión equivocada..."
- Galán: "Este señor ha sido cesado porque tomó decisiones equivocadas. Cuando nos hemos enterado ha sido cesado".
Tampoco conoció las facturas por las que Villarejo cobró un total de un millón de euros entre 2004 y 2011. "Tenemos 19.000 proveedores que emplean a 400.000 personas e hicimos compras por 12.000 millones", enumeró Galán para explicar que el presidente de una compañía como Iberdrola no se encarga de las facturas.
Del mismo modo, no era su cometido solventar el problema que pudo surgir en Arcos de la Frontera. "Para mí esta central es una más de las muchas que tenemos, y había responsables por debajo que se ocupaban del tema. El presidente de una compañía -yo no lo era, era Íñigo Oriol- o el consejero delegado [cargo que entonces ocupaba Galán] no se ocupan de ver qué es lo que hay que hacer en una central si tiene un problema concreto. Es otro mundo. Nosotros vamos a la estrategia, a la organización y a la supervisión de esa estrategia, y hacer que tenga los recursos financieros para ejecutar las estrategias que hemos definido. Yo me paso la vida hablando con inversores, con banqueros para que nos proporcionen los recursos financieros".
"Me está preguntando cosas que están absolutamente fuera de mi área de responsabilidad y de conocimiento. El día que yo conozca lo que está pasando en Portland, Oregón, en un parque eólico he terminado mi vida como presidente", añadió.
- ¿Sabe el coste de la central de Arcos?, insistió el fiscal.
- No tengo ni idea, contestó Galán.
- Nos han hablado de 900 millones.
- Desde que estoy en Iberdrola hemos invertido 130.000 millones, por ponerle números de lo que yo me ocupo. Hemos generado valor por 55.000 millones. Y para eso hemos tenido una estrategia y unos gestores que han hecho posible que eso ocurra, y unos señores en el consejo del cual yo formo parte para supervisar que las cosas salen de acuerdo con la ética, con los valores y con la estructura que necesitamos, y nada más. Había un responsable del proyecto de Arcos que tendría que responder ante sus jefes. Arcos era una de las 20 centrales españolas y de las 80 renovables.
- Becker [Fernando Becker, exdirectivo de Iberdrola también investigado] ha dicho que era una importante inversión de carácter estratégico porque era un territorio de escasa oferta energética
- Mi plan estratégico era de 16.000 millones, para multiplicar por dos el tamaño de la compañía. Lo hemos multiplicado por seis. Había inversiones en redes, en renovables, en ciclos combinados, en modificación de plantillas, en contratación. Mi misión es comprobar que se estaban ejecutando las inversiones en plazos, en tiempos y en retorno. Sobre todo en retorno, para poder explicar a los inversores qué estamos haciendo con sus dineros.
Sobre José Antonio del Olmo, el controller que se ha convertido en testigo de cargo contra sus antiguos jefes, Sánchez Galán fue tajante: "Iberdrola está damnificada porque un señor ha hecho las cosas mal. Estamos aquí porque las cosas se han hecho mal".
Según manifestó, nada hubiera ocurrido si Olmo, en lugar de autorizar los pagos a Villarejo, se hubiera negado. Si detectó alguna irregularidad "tenía todos los caminos de la compañía abiertos [para denunciarlo]. Pudo decírselo a sus jefes y desde 2004 tenemos un sistema de código ético y contra la corrupción y el fraude, además de un sistema de denuncias. No utilizó nada de esto".
Galán calificó de "sorprendente" que, "en lugar de utilizar el camino jerárquico o el camino paralelo de denuncias que teníamos establecido", Olmo sustrajera documentos de la compañía y los depositara ante un notario afín para utilizarlos contra los directivos de la eléctrica 14 años después.
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