Con la reciente crisis energética los usuarios buscan nuevas alternativas que les permitan ahorrar en la factura y mantenerse al margen de las subidas del precio de la luz. El autoconsumo, especialmente el que emplea la energía solar, es una opción que ha ido ganando cada vez más peso en los últimos años, y ya es frecuente tanto en viviendas privadas como comunidades de vecinos.
Dado que apostar por esta alternativa puede parecer en principio una decisión complicada, algunas compañías como Iberdrola ofrecen soluciones de autoconsumo fáciles de implementar en todo tipo de inmuebles. De hecho, la energética abarca el 40% de las cerca de 80.000 instalaciones de autoconsumo solar que existen en España, liderando la comercialización de este tipo de soluciones para los hogares.
Los nuevos modelos de generación y consumo de energía son ahora más limpios, sostenibles y asequibles que nunca. Y gracias a la nueva regulación, aprobada en 2019, se han simplificado y digitalizado todos los trámites necesarios para las instalaciones de autoconsumo solar, haciendo el proceso mucho más sencillo para los particulares.
Por otro lado, la evolución tecnológica que ha experimentado el sector de la energía fotovoltaica ha reducido significativamente los costes de instalación. Además se ha demostrado que, en el medio y largo plazo, el uso de paneles solares permite el ahorro en la factura energética. Según datos de Iberdrola, con soluciones de autoconsumo los usuarios podrían ahorrar hasta un 70% en la factura de la luz.
Bajo el paraguas de Smart Solar, la energética española ofrece todo un abanico de soluciones para el autoconsumo de los hogares, desde viviendas unifamiliares a edificios y comunidades de vecinos. Para estos últimos se comercializa una solución de autoconsumo colectivo. La instalación solar, en estos casos, estaría destinada a cubrir el consumo energético de las zonas comunes, como el ascensor, y para su aprobación basta con que un tercio de los vecinos estén de acuerdo con realizar la instalación en una ubicación compartida en el edificio.
Incluso en aquellas viviendas en las que no sea posible instalar paneles solares, porque no dispongan de un tejado propio, existe una alternativa para el autoconsumo. En estos casos, existe la opción de acudir a las denominadas ‘comunidades solares de autoconsumo compartido’, espacios externos, compartidos con otros hogares, en los que se instalan los paneles. El único requisito es que deben situarse a menos de 500 metros de las viviendas que van a hacer uso de esta energía.
Grandes empresas españolas también han empezado a utilizar este tipo de soluciones en sus fábricas para reducir sus emisiones contaminantes y apostar por las energías renovables. Iberdrola ya ha instalado paneles solares, por ejemplo, en grandes superficies pertenecientes a Juver, el grupo Lactalis, Abadía Retuerta o Makro.
El ahorro con las soluciones de autoconsumo es triple, ya que, por un lado, los consumidores dejarían de necesitar la energía procedente de la red general. También existe una compensación por los excedentes de energía no consumida (gracias a que estos se vierten a la red) y, por último, se consigue un ahorro económico porque se reducen los impuestos a pagar por la energía consumida.
Se trata también de sistemas adaptados a los nuevos tiempos, que utilizan las últimas tecnologías para facilitar la experiencia del usuario. Así, las soluciones de Smart Solar permiten a cada cliente monitorizar el funcionamiento de su instalación en tiempo real a través de la aplicación móvil de Iberdrola, y consultar otros parámetros como la energía producida por los paneles solares, el porcentaje que se destina al autoconsumo y el que se vierte a la red, o el ahorro generado.