Día a día conocemos noticias acerca de las consecuencias del cambio climático. Es inevitable sentirse sobrecogido por cómo entornos que hasta ahora permanecían inalterables al paso del tiempo muestran cómo el alza de las temperaturas amenaza su estabilidad. Pero, sin irse tan lejos como a la Antártida, por ejemplo, donde se han alcanzado temperaturas récord últimamente, también en nuestro entorno de influencia sufrimos las bruscas oscilaciones del clima o la carencia de precipitaciones.
Son circunstancias que afectan a la vida en infinidad de regiones pero que, al mismo tiempo, presagian problemas más serios para las generaciones futuras, como señalan muchos expertos en la materia. La calidad del aire, la biodiversidad y los entornos naturales son escenarios en los que la actividad humana ha tenido mucho que decir en su paulatino deterioro. Afortunadamente, el planeta ha tomado conciencia de ello y se han impulsado medidas y compromisos para paliar esta tendencia. Llegar a tiempo es la gran meta de todos, tanto de las administraciones públicas, de las grandes empresas y, por qué no, de los particulares. Todos podemos ayudar en esta tarea.
Por eso, Banco Santander es una de las grandes entidades que ha apostado más firmemente por consolidar toda su actividad en torno a prácticas sostenibles. Su compromiso con el medio ambiente viene de largo, ya que hace más de 20 años ya estuvo detrás de la financiación de las primeras plantas fotovoltaicas en España. Desde entonces, la entidad ha encabezado iniciativas que amplían esta política y que sitúan uno de sus objetivos en 2050, fecha en la que el banco pretende alcanzar las cero emisiones netas tanto en su propia actividad como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece.
Una plataforma verde
Con esta preocupación medioambiental en mente, la entidad lanza ahora Santander Green Investment, una nueva plataforma para invertir en proyectos de energías renovables en España. Dado que la apuesta por las energías verdes y la actividad sostenible es un viraje al que toda la sociedad está abocada, la creación de esta línea por parte del banco supone adelantarse al futuro y empezar a construir desde el presente la sociedad del mañana.
La plataforma, impulsada por la división de Corporate & Investment Banking (CIB), centra sus miras en la adquisición e inversión en “proyectos de energías renovables que se encuentran en fase de desarrollo y construcción”. Actualmente, Banco Santander ya ha sumado a este porfolio nueve proyectos de tecnología solar fotovoltaica y eólica en España que, según la entidad, suman una potencia total de aproximadamente 500 MW.
Para el responsable de Santander CIB en Europa Continental, Ignacio Domínguez-Adame, “el lanzamiento de Santander Green Investment es una apuesta por nuestras capacidades de negocio y por nuestro conocimiento del sector. Esta iniciativa contribuye a reforzar el liderazgo de Banco Santander en el sector de las energías renovables, dando un paso más en nuestro compromiso con la transición hacia una economía neutra en carbono”.
El lanzamiento de Santander Green Investment es una apuesta por nuestras capacidades de negocio y por nuestro conocimiento del sector
Uno de los pilares que remarcan la importancia de Santander Green Investment es su autonomía, lo que le confiere una agilidad para tomar decisiones en el menor tiempo posible. Esto es así porque esta plataforma tiene una gobernanza exclusiva y su Comité de Inversiones posee plenas facultades para autorizarlas. Por otra parte, en el proceso de financiación también se prevé la concesión de las garantías financieras que se exigen habitualmente en las tramitaciones de estos proyectos, lo que, unido a la asociación con promotores de amplia experiencia en el sector de las renovables, configura un instrumento que puede marcar la diferencia a la hora de poner en marcha iniciativas sostenibles.
Actualmente, Banco Santander ya ostenta el liderazgo en cuanto a financiación de energías renovables, un ámbito en el que ha movilizado un volumen de 65.700 millones de euros entre 2019 y 2021. Sin embargo, esta cifra es solo la mitad, aproximadamente, de los 120.000 millones de euros previstos de cara a 2025 para “la financiación de proyectos, préstamos sindicados, bonos verdes, financiaciones de capital, asesoramiento, estructuración y otros productos para ayudar a los clientes en su transición hacia una economía de bajas emisiones”.
El esfuerzo que realiza la entidad en este contexto es tan amplio como beneficioso para el planeta ya que, por ejemplo, en 2021, cuando se movilizaron 32,3 millones de euros, se consiguió financiar o asesorar proyectos de energías renovables con una capacidad total de 13.604MW. Además, se evitó la emisión de 251 millones de toneladas de CO2 y se hicieron actuaciones de mejora, mantenimiento o de ampliación en infraestructuras existentes de energías renovables con una capacidad instalada total de 1.776MW, equivalente al consumo anual de 9,2 millones de hogares.
Una alianza pionera
Por otra parte, en la línea de alcanzar las cero emisiones en 2050, Banco Santander también es miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance (NZBA), una iniciativa financiera amparada por Naciones Unidas. Además de esta reducción de emisiones la alianza, que incluye 43 bancos de todo el mundo, también busca “proporcionar un foro de coordinación estratégica entre las entidades financieras a fin de acelerar la transición hacia una economía de cero emisiones netas”.
Entre las medidas que ya ha puesto en marcha la NZBA, por ejemplo, se encuentran las metas de descarbonización exigibles a carteras de carbón térmico y de generación eléctrica, sectores en los que se ha suprimido la prestación de servicios financieros cuando esos clientes tengan más de un 10% de dependencia del carbón.
Está previsto que estas líneas de actuación se amplíen a lo largo del año a otros sectores. Entre los objetivos de descarbonización que plantea la entidad, ha establecido varios que afectan a la industria del petróleo y el gas, la minería y los metales, y la aviación. Antes de finales de 2024, también se alcanzarán las hipotecas, el sector inmobiliario, la industria de la automoción, cemento y agricultura, entre otros.
Además, junto a todas estas iniciativas, Banco Santander también ha lanzado su tercer bono verde, que captó 1.000 millones de euros en una emisión de deuda senior no preferente a ocho años que permitirá financiar proyectos de energía eólica y solar.