Imagen de archivo de repostaje de gasolina.

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Invertia

La inflación baja cuatro décimas pero sigue en el 10,4%, con la tasa subyacente batiendo récord

El dato del IPC estival es cuatro décimas inferior al de julio, aunque ya inflación subyacente sube hasta el 6,4%. 

30 agosto, 2022 09:10

Sin tregua. El Índice de Precios de Consumo (IPC) no da respiro tampoco en agosto y la inflación sube hasta el 10,4%. Un alza que viene motivada por la evolución de las tarifas hoteleras, el transporte y los productos de alimentación fresca. Así lo indica el dato adelantado que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Se trata de un dato ligeramente inferior al del mes de julio cuando se alcanzaba un pico (nunca visto desde 1984) del 10,8%. Eso sí, es superior al del mes de junio cuando los precios alcanzaban una subida del 10,2%. En cualquier caso se rompe una tendencia de tres meses consecutivos de subidas.  

El INE destaca el aumento de la electricidad, que sigue marcando registros históricos pese a la 'excepción ibérica', pero también a todos los productos relacionados con el ocio y el turismo como consecuencia del buen verano registrado en nuestro país. 

En el lado contrario encontramos los carburantes. Las gasolinas parecen haber dado un respiro a los españoles durante el descanso estival que se ha dejado sentir en los precios de las gasolineras a la hora de repostar. 

Importante en un contexto como el actual analizar la evolución de la inflación subyacente. Es decir, aquella que mide los precios sin tener en cuenta la volatilidad de la energía y los alimentos no elaborados. Escala hasta el 6,4% y encadena ya un año de subidas constantes. De hecho, en agosto de 2021 este índice sólo se incrementaba un 0,7%. 

En caso de que el INE confirme el dato de la subyacente, estaríamos hablando de su nivel más alto desde 1993. 

El dato de julio de la tasa subyacente viene a demostrar algo que ya ha ocurrido en meses anteriores. Los diques de contención de los precios se han roto y las subidas son generalizadas en prácticamente todas las categorías de productos y sectores. Es decir, que se está trasladando al bolsillo de los ciudadanos. 

Este aumento de los precios llega tras el dato de julio cuando subían un 10,8%. Una cifra que no se veía desde el año 1984 por el encarecimiento de los alimentos y de la electricidad. 

En cuanto al IPC armonizado, también baja cuatro décimas y se sitúa en el 10,3%.