Luis Miguel Rodríguez 'el chatarrero SA': el entramado empresarial (y familiar) de Desguaces La Torre
La empresa sale de concurso de acreedores tras la incautación de dinero y la subasta de terrenos y coches históricos. Su propietario sigue como moroso.
14 mayo, 2023 03:22Noticias relacionadas
Todo aquel que ha viajado en coche por la Carretera de Toledo (A42) a las afueras de Madrid seguro que se ha fijado en Desguaces La Torre, en el kilómetro 25. Unas instalaciones que no dejan indiferente a nadie.
Bien porque llevan cerca de cuatro décadas al borde de esta autovía; por su gran tamaño o porque junto a él se ha quedado unas obras detenidas de lo que iba a ser un majestuoso museo de automoción… lo cierto es que Desguaces La Torre es de sobra conocido entre los conductores.
Y si a ello le sumas que su dueño, Luis Miguel ‘el chatarrero’, es un ‘personaje’ que da juego por sus deudas y coqueteos con el mundo rosa, el cóctel puede llegar a ser muy jugoso para los medios de comunicación.
Sin embargo, más allá del ruido de la superficie, Desguaces La Torre es un entramado empresarial, asociado a varias compañías, en las que la familia del chatarrero tiene también gran protagonismo, tal y como analizamos a continuación.
El negocio de la chatarra
Si tenemos que definir de una forma clara cuál es el principal modelo de negocio de Luis Miguel Rodríguez García-Rivera, el propietario de Desguaces La Torre, este es sin duda la chatarra.
Desguaces La Torre fue creada en 1982, inicialmente con una capacidad muy limitada. Por aquel entonces, el dinero que ingresaba Luis Miguel provenía de aquellos coches declarados siniestro por las aseguradoras o bien abandonados en las vías públicas.
En aquella época, en España cada año aproximadamente se daban de baja alrededor de medio millón de vehículos cada año, entre turismos, camiones, furgonetas (hoy esta cifra ronda el millón de vehículos). Además, según datos de la DGT, aproximadamente entre el 10% y el 15% de las bajas se producían en la Comunidad de Madrid.
De ahí que ‘Luismi’ el Chatarrero viera en aquellas cifras grandes posibilidades de negocio. Su idea, por tanto, era captar la mayor cuota posible de mercado de alrededor de 50.000 vehículos que se achatarraban en Madrid en los años 80.
Un momento clave en Desguaces La Torre llegó unos años después en la década de los 90. Por aquel entonces, el Ayuntamiento de Madrid, del que comenzaba a ser alcalde Álvarez del Manzano en 1991, adjudicaba a Desguaces La Torre la recogida, transporte y almacenaje de vehículos abandonados. Y en 1995 el Ayuntamiento de Madrid se sumaba el depósito y eliminación de los vehículos retirados por la policía municipal de la vía pública. Un contrato, además, que se ha mantenido décadas después.
Al principio, los vehículos que recibía del Ayuntamiento no eran muchos. Incluso diez años después de iniciar la relación con el consistorio, apenas contaba con alrededor de 2.000 vehículos al año.
Unos vehículos por los que recibía entre 30 y 60 euros por llevarlos a sus instalaciones y tratarlos (entre 60.000 y 100.000 euros al año). Sin embargo, años después (las últimas cifras que conocemos son de entre 2013 y 2017) la recogida de coches por parte del Ayuntamiento de Madrid ya le suponía 1,5 millones de euros.
Son años en los que Luis Miguel ya se ha hecho un nombre en el mundo de los desguaces, ofreciendo así la capacidad de recibir cerca de 100.000 coches al año en sus instalaciones de 10.000 metros cuadrados.
Su exmujer y socia, figura clave
Dentro de la vida de ‘Luismi’ el Chatarrero, en Desguaces La Torre un papel clave ha sido su exmujer, María Asunción Fernández López, que fue apoderada de la compañía desde el año 2003 y hasta el año 2013, dos años antes de divorciarse de Rodríguez.
Si bien ya no es la pareja de ‘Luismi’ el Chatarrero; según la información de la empresa consultada por EL ESPAÑOL, María Asunción Fernández López sigue teniendo el 49,85% de Desguaces La Torre, compañía de la que el 50% de la propiedad es de Luis Miguel Rodríguez García-Rivera. Además, ambos siguen formando parte del accionariado de otras empresas.
El imperio de Desguaces La Torre
Con el paso de los años Desguaces La Torre se iba convirtiendo en un imperio. En 2007, por ejemplo, ampliaba su objeto social sumando al comercio de automóviles; la adquisición, parcelación, urbanización y explotación, venta de terrenos y locales.
Después, entre 2009 y 2011 adquiría 24 parcelas del polígono 1 de Torrejón de la Calzada, "clasificadas como suelo no urbanizable protegido por su interés edafológico y agrícola, al que afecta también protección arqueológica, con unas dimensiones aproximadas de 25 hectáreas".
Y a partir de 2010 comenzaba a realizar unas obras para convertir a Desguaces La Torre en uno de los más grandes del mundo. El proyecto de Luis Miguel Rodríguez era ampliar su negocio en 650.000 metros, creando 500 puestos de trabajo que sumaría a otros tantos que tenía por aquel entonces, una cifra significativa para una localidad (Torrejón de la Calzada) que contaba con 8.000 habitantes.
El revés en la construcción
Sin embargo, aquellas obras fueron paralizadas en 2010. Además, también se paralizaba la construcción de las obras destinadas a la construcción del Museo del Automóvil, del que todavía se mantiene una gigantesca estructura junto al desguace.
Luis Miguel Rodríguez señalaba que en su momento el ayuntamiento le había dado los permisos, si bien el Grupo Local Independiente de Torrejón de la Calzada (GLITC) que dejó el gobierno local en 2011 lo negó. Luis Miguel había presentado una solicitud de licencia de obra menor, que el ayuntamiento rechazó por ser incompatible con lo solicitado.
Un año más tarde, en septiembre de 2011, Luis Miguel volvía a solicitar las mismas autorizaciones que, por segunda vez, le fueron denegadas. A pesar de ello, el chatarrero continuó con las obras hasta 2016. Todas las actuaciones llevadas a cabo por el acusado y la mercantil fueron realizadas de forma "clandestina".
Lo cierto es que, a partir de entonces, las malas noticias sucedían a Luis Miguel Rodríguez. La cuenta de resultados de Desguaces La Torre dejaba un ejercicio con pérdidas de 1,6 millones de euros en 2014, cifra que se duplicaba hasta los 3 millones de euros en 2015.
En 2016, año del que fecha el último resultado de cuentas, la compañía contaba con un total de 386 empleados y unas ventas de 26 millones de euros. Sin embargo, y a pesar de que la facturación era elevada, el resultado final era negativo. En concreto, ese año 2016 Desguaces La Torre volvía a las pérdidas con casi dos millones de euros en negativo.
Entran los 'hombres de negro'
Los desguaces siempre han estado en el ojo del huracán, ya que Hacienda cree que muchas de estas empresas realizan ventas en negro, que se ocultan a la Hacienda pública. Buena muestra de ello es que, en 2016, Hacienda ya investigó hasta 45 empresas de desguaces en España por supuestos fraudes que según este organismo dejarían de contabilizar hasta 70 millones de euros anuales.
El argumento principal es que un elevado porcentaje de hasta el 50% de las ventas de piezas de recambio a talleres y particulares se ocultan al fisco, eludiendo con ello la debida tributación tanto del Impuesto de Sociedades como del IVA.
Lo cierto es que Desguaces La Torre, por aquel entonces, ya acumulaba una deuda con la administración que rondaba los ocho millones de euros. De ahí que en febrero de 2017 agentes de la Agencia Tributaria se personaron en la sede de Desguaces La Torre para practicar "embargos" de dinero en efectivo, es decir, quedarse con la caja del día. Con esta acción, desde Hacienda pretendían que esta fuera una medida coercitiva para forzar a resolver la deuda mantenida.
Junto a esta medida, Hacienda embargaba las cuentas de la empresa y ordenaba a los agentes desplazados que tomaran algunos testimonios sobre la actividad y situación de la empresa.
Embargo de bienes y concurso
Junto con el embargo de las cuentas y la incautación de la recaudación de la caja, la Agencia Tributaria enajenó un total de diez parcelas en Torrejón de la Calzada y en Parla por un importe de un total de 37 millones de euros.
A pesar de todas estas acciones, finalmente, Desguaces La Torre entraba en concurso de acreedores en julio de 2018 procediendo así a fijar como administrador concursal a Ubsolvia SLP. La empresa tenía una deuda con la Agencia Tributaria, la Seguridad Social y también con entidades privadas como el caso de la firma Slomber Holdings Limited, que es precisamente la solicitante de la declaración del proceso concursal.
En concreto, solo la deuda con Hacienda ascendía a los 14,3 millones de euros. Sin embargo, a estas cifras habría que añadir las deudas con otras empresas como la mantenida con Slomber Holdings Limited, quien en 2013 había concedido un préstamo de 5,3 millones y que había ascendido hasta los 6,3 millones con intereses.
Sumando estas cifras más otras deudas con la Seguridad Social e, incluso, con la Agencia Tributaria, la deuda total llegó a ascender hasta los 44 millones de euros según recoge el fallo del citado Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid.
En cuanto a las últimas deudas, las cifras eran más bajas. A fecha de 31 de diciembre de 2021, la deuda con Hacienda ascendía hasta los 20,4 millones de euros.
Salida del concurso
Precisamente esta semana hemos conocido que Desguaces La Torre salía del concurso de acreedores, cinco años después. En concreto, el mismo juzgado que declaraba en concurso, el número 12 de lo Mercantil publicaba hace unos días del "cese de los efectos de la declaración del concurso sobre las facultades de administración y disposición del deudor".
Una salida de concurso llevada a cabo tras la venta de las propiedades, pero también de la colección personal que tenía Luis Miguel, como gran aficionado al automóvil. En concreto, fue la casa de subastas IAG la que procedió a la subasta de un total de 46 vehículos clásicos e históricos, como modelos de principios del pasado siglo (como un Ford T Roadter de 1912 o un Renault Type G de 1902) o el más llamativo Audi A8 con el que José María Aznar sobrevivió al atentado de ETA del año 1995.
Otras condenas
Si bien la salida del concurso es una buena noticia, a finales del año pasado Luis Miguel recibía la noticia de haber sido condenado a nueve meses de cárcel (el fiscal pedía cuatro años) al reconocer que acometió obras sin autorización en una zona protegida de Torrejón de la Calzada para ampliar los terrenos de Desguaces La Torre.
Una sentencia que venía precedida porque el exalcalde de Torrejón de la Calzada, Eugenio García, del PP, fue condenado a 15 meses de cárcel y 8 años de inhabilitación por un delito de prevaricación urbanística omisiva al permitir las obras ilegales en 800.000 metros cuadrados para ampliar el mencionado desguace.
De igual modo, se acuerda que procede la demolición y restauración del terreno, salvo la legalización de las obras en el caso de aprobación definitiva del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en tramitación.
Otras empresas
Luis Miguel Rodríguez García-Rivera, además de ser propietario de Desguaces La Torre es el administrador único de Recuperación y Reciclado del Automóvil SL, es socio de La Torre Hostelería SL y La Casa Grande Aceite de Oliva SL.
De la primera de ellas, Recuperación y Reciclado del Automóvil SL, es el administrador único desde 2014 y el propietario al 100%, si bien esta compañía no tiene actividad. De la segunda, La Torre Hostelería SL, su último resultado es de 2021 con unas ventas de 702.000 euros, un resultado positivo de 6.106 euros y un total de 13 empleados.
Y con La Casa Grande Aceite de Oliva SL vuelve a estar al 50% con su exmujer María Asunción Fernández López. Esta última compañía, que tiene como objeto social principal la explotación de ganado ovino (otra de las grandes aficiones de Luismi junto con los coches), fue constituida en 1990, tiene 14 empleados y según el último resultado presentado tenía unos beneficios superiores a los 521.000 euros.
Además, también fue administrador solidario de Vestasur inmobiliaria SL y es administrador único de El Convento de Torrejón de Velasco SL desde 2022.
Su exmujer, su socia
Asunción Fernández López, por tanto, es parte muy importante del entramado de Desguaces La Torre. De hecho, fue apoderada, administradora, directora de recursos humanos y directora comercial hasta que fuera cesada.
Desde entonces, sigue siendo socia de esta compañía en la que tiene más del 49% de la empresa. Además, aunque Asunción Fernández parece que ha querido desvincularse de su bullicioso exmarido, en realidad hace solo unos meses formó parte como socia de El Convento de Torrejón de Velasco. Esta sociedad fue constituida en 2022, así que esto podría significar que seguirían teniendo vinculaciones empresariales a pesar de estar separados.
Asimismo, también está presente en los negocios, al menos una de sus dos hijas. Se trata de Victoria Rodríguez Fernández, quien tiene vinculaciones con Desguaces La Torre, además de otras empresas como Recambios Furgonetas y Todoterrenos SL, Dancing and Finance SL y La Torre Parla SL. En definitiva, un entramado familiar que se combina con el empresarial y en el que todos los miembros del clan 'Luismi' mantienen un gran lazo.