La llegada del verano hace que muchos ciudadanos se van de vacaciones porque es el periodo del año en el que más se disfruta de las vacaciones. Cada año, se repiten los paseos por la playa, los paseos marítimos o la arena. Sin duda, las reservas en los hoteles aumentan, a la vez que el transporte para llegar al lugar de destino elegido.
El buen tiempo hace que las personas pasen más tiempo fuera de casa. Por el contrario, en el hogar aumenta el uso de ventiladores y aparatos de aire acondicionado. Esto supone un incremento en la factura de la luz y del consumo de la electricidad durante los meses de más calor.
Se trata de una temporada complicada para ahorrar donde surgen gastos imprevistos a los que hay que hacer frente. Asimismo, se incrementan los planes de ocio, como las quedadas con amigos en las terrazas para disfrutar del buen tiempo o los días en el jardín o césped de algún parque.
[Las vacaciones de verano en España, las segundas más largas de Europa]
En 2023, el gasto medio previsto para las vacaciones es de 1.174 euros, lo que supone un 1% menos que en el año anterior. Así lo apunta un estudio del Observatorio Cetelem.
Unos datos que muestran que los españoles se verán afectados por la inflación y que denota que tendrán que reducir sus gastos. Aunque el sector turístico parece estar viviendo una recuperación tras la pandemia.
Planificación de gastos
Una de las claves para ahorrar dinero este verano es planificar los gastos. Para ello, es importante hacer un presupuesto donde se añadan todos los gastos que están previstos. En este documento se puede añadir el coste de la compra, de ocio o de la estancia.
De esta manera, se podrá supervisar el dinero total que se va a destinar a los gastos fijos y calcular el restante para poder administrarlo mejor. Una forma con la que se pueden evitar gastos imprevistos y se puede tener todo bajo control.
Selección de destinos más baratos
A la hora de elegir un destino para viajar, se debe de tener en cuenta cuáles son los destinos con más afluencia en verano. Por ejemplo, los lugares donde hace más frío a lo largo del año se suelen visitar durante los meses de verano para aprovechar el buen tiempo.
También se pueden aprovechar las ofertas, si se reserva con anticipación, y se pueden observar los destinos más económicos a los que no viajan tantas personas y suelen estar más tranquilos.
Elegir viajar en grupo
A la hora de planificar un viajar, hay que tener en cuenta que si se realiza en grupo, los gastos se reducen notablemente. Además de disfrutar de la compañía, se pueden compartir gastos como el alojamiento o el transporte.
Una acción que permitirá ahorrar, ya que suelen existir paquetes de grupo que son más económicos que los precios individuales.
Seleccionar el transporte más barato
En función del destino que se seleccione para disfrutar de las vacaciones este verano, es importante observar la forma de transporte más económica. Si se trata de un destino nacional, hay que tener en cuenta que los trenes o el autobús son más baratos que hacer un trayecto en avión.
Si, por el contrario, el destino es internacional, hay que comparar varias compañías aéreas para ver qué trayecto es el más económico. Además, también influye el día de la compra porque los martes es el día de la semana que más barato sale comprar un trayecto.
Comer comida local
Cuando se viaja se tiende a comer en los sitios más céntricos y turísticos de la ciudad porque está cerca de los monumentos que se visitan. Aunque, esta opción no es la más recomendable por su elevado coste.
La mejor opción para comer de forma más económica es acudir a los mercados, puestos o bares donde se ofrecen platos tradicionales. Una gran forma de conocer la gastronomía local y de ahorrar un poco más durante las vacaciones de verano.
Controlar el uso de la energía
Con el calor del verano, el uso del ventilador pasa a multiplicarse. Las altas temperaturas influyen en el estado de ánimo de las personas y hace que se prolongue el uso del ventilador.
También ocurre con el aire acondicionado, incluso para lograr conciliar el sueño. Aunque esta opción es más cara que la anterior. Uno de los consejos es revisar las horas que se mantienen encendidos estos aparatos y aprovechar más la temperatura ambiente.
Hacer actividades al aire libre
Durante el verano se puede disfrutar de actividades al aire libre gratuitas. Si se vive en un entorno con naturaleza, se pueden dar paseos por el campo, en bicicleta o hacer pícnics.
Otra de las opciones más económicas es ir a pasar el día al río y quedarse haciendo actividades alrededor del césped, como jugar a las cartas o a alguno de los juegos de mesa.
Organizar barbacoas en casa
Una de las opciones que incrementan el ahorro es comer en casa. En concreto, se pueden realizar barbacoas en compañía de amigos o familiares y así compartir gastos y disfrutar de momentos agradables al sol.
Así se puede hacer un plan más económico frente a los planes de comer en restaurantes, que siempre serán una opción más cara.
Aprovechar las ofertas de ocio locales
La mayoría de ciudades incluye actividades de verano gratuitas como los famosos cines de verano. También es frecuente que incluyan actividades al aire libre, festivales culturales u obras de teatro.
Por otra parte, hay que observar las ofertas que proporcionan los comercios cercanos, donde se suelen realizar descuentos por empadronamiento, edad o acumulación de puntos.
Revisar las compras que se hagan
Las tarjetas de crédito son una herramienta fantástica y muy útil a la hora de pagar. Aun así, al no ver el dinero físico, una persona puede ser desconocedora de la cantidad exacta que está gastando, por eso es importante tener un control sobre estas.
Por ello, es importante revisar cada compra que se haga y, en su caso, verificar el saldo de la cuenta bancaria para ver cuánto dinero se ha destinado a compras u ocio.