Competitividad, eficiencia y sostenibilidad: los pilares de la renovación de flota de Renfe

La gran transformación que está llevando a cabo Renfe para entrar en el futuro avanza a paso firme en todas las líneas de su plan estratégico: digitalización, sostenibilidad… cada ámbito incluye medidas que alcanzan a toda la actividad de la compañía, desde lo más evidente para el cliente a lo más inimaginable de puertas para fuera: todo en favor de alcanzar la máxima eficiencia. Sin embargo, hay un aspecto muy obvio y que, en buena medida, sirve para marcar la diferencia de cara al usuario: la calidad de los trenes.

Facilitar el día a día de la movilidad de las personas es, sino la principal, una de las grandes metas del grupo Renfe. La compañía ferroviaria lleva décadas como referencia del mercado español, acercando a trabajadores, turistas y público en general a sus respectivos destinos. Es una forma de vertebrar el país que cada vez ha asumido una mayor importancia, y por eso la empresa ha recurrido frecuentemente a renovaciones de flota para responder ante la creciente demanda o ampliar y mejorar sus servicios.

Sin embargo, es precisamente ahora cuando Renfe está llevando a cabo lo que considera “el mayor esfuerzo inversor de las últimas décadas” en este sentido. Para ello ha movilizado una cifra récord, 5.235 millones de euros, dedicada a profundizar en varios grandes objetivos que afectan tanto al transporte de pasajeros como al de mercancías: “La mejora de los servicios públicos y la renovación de la flota de Cercanías y Media Distancias; la incorporación de nuevos trenes AVE; y la adquisición de nuevas locomotoras de Mercancías para mejorar la competitividad de este negocio”. Esta inversión, además, generará alrededor de 52.000 empleos, según la compañía.

Impulso a la movilidad en los núcleos urbanos

Buena parte de esa inversión, concretamente 4.000 millones de euros, están destinados a la línea de Servicios Públicos, en la que se pretende impulsar la flexibilidad, mejorar el confort, la fiabilidad y la puntualidad en los trayectos. Los trenes de Cercanías y Media Distancia son los grandes protagonistas en este apartado, dado que la previsión es la de renovar trenes actuales e incorporar nuevos a la flota. El acuerdo más significativo de los que ha suscrito Renfe en este sentido es el firmado con Alstom y Stadler, valorado en 3.119 millones de euros, y mediante el cual se fabricarán 280 convoyes de gran capacidad que prestarán servicio en los grandes núcleos de Cercanías y Rodalies, así como el mantenimiento del material rodante durante 15 años.

Trenes de alta capacidad de Alstom para Cercanías.

Estos trenes, los primeros de los cuales comenzarán a circular por nuestras vías en 2024, están diseñados para minimizar el tiempo de bajada y subida de pasajeros gracias a sus -como mínimo- diez puertas, amplios vestíbulos y su longitud: 225 tendrán 100 metros cada uno, y los otros 55 alcanzarán los 200 metros. Además está previsto que estén dotados de una gran accesibilidad para personas con movilidad reducida, conexión wifi y zonas reservadas para bicicletas y carritos infantiles.

En paralelo, Renfe también ha firmado otro acuerdo con CAF para la fabricación de 29 trenes eléctricos de Cercanías y otros 60 de última generación para Media Distancia. Esta noticia supone una ampliación de un contrato previo valorado en 290 millones de euros y que ya incluía tanto el suministro de 28 trenes eléctricos como el abastecimiento de piezas de repuesto y el mantenimiento conjunto de 17 trenes durante 15 años mediante una sociedad mixta, Renfe-CAF.

La colaboración con CAF también repercutirá para bien en el presente y el futuro de las líneas de ancho métrico, para las que el grupo Renfe ha invertido 287 millones de euros en la adquisición de 31 trenes específicos para esta red. De acuerdo a los parámetros de mejora y eficiencia que persigue la operadora ferroviaria, estos convoyes tendrán, entre otras características, la posibilidad de moverse a una velocidad máxima de 100 km/h, así como la de una versatilidad capaz de ajustarse a la demanda, con composiciones de dos y tres coches. Este nuevo conjunto apuesta por la electrificación (excepto cinco híbridos, el resto son eléctricos) y por tanto inciden en el aspecto sostenible ya que podrán reducir sus emisiones al circular exclusivamente con la energía que proporcionan las catenarias.

Este acuerdo incluye, asimismo, la adquisición de seis trenes alpinos que, según la planificación de la empresa, estarán destinados a dar servicio en la línea C-9 de Cercanías de Madrid, que conecta Cercedilla con el puerto de Cotos.

Reforma de trenes para crear los AVE del futuro

Los trenes de alta velocidad son la punta de lanza de la propuesta de Renfe en cuanto a grandes desplazamientos. Rapidez, comodidad y tecnología caracterizan unos servicios que todos los clientes reconocen por sus ventajas y su eficiencia. Pero aunque la percepción de calidad es notoria, la operadora ferroviaria sigue destinando una gran cantidad de recursos a la renovación de su flota en este ámbito. De hecho, el contrato de Renfe con Talgo para la adquisición de 30 trenes AVE y Avlo de la serie 106, valorado en 786 millones de euros, es el segundo en cuantía de los suscritos por la empresa.

Este modelo de convoy presenta uno de los diseños más avanzados en el sector a nivel global. Se trata de un tren de muy alta capacidad, con once coches -dos de ellos Premium-, capaces de admitir entre 500 y 600 pasajeros según la configuración, con la posibilidad de colocar filas de cinco asientos en sus 3,2 metros de ancho sin que repercuta en la comodidad del pasajero. Además, la concepción de la serie 106 está hecha desde criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. Y es que, entre otras cualidades, destaca por su ligereza: tiene un 30% menos de peso que un convoy estándar.

Además de la incorporación de nuevo material a la flota de la compañía, otra vía para aprovechar los recursos es la de renovar o adaptar material ya en operación mediante algún tipo de actualización a los usos y servicios actuales. Esta filosofía subyace en la nueva serie 107 de Renfe, que hará uso de coches Talgo transformados para formar trenes de alta velocidad. Estas composiciones, eso sí, tendrán nuevas cabezas motrices en base al acuerdo que la compañía ha suscrito con Talgo para comprar 26 de ellas por un valor de 204 millones de euros.

Talgo también tendrá un papel protagonista en la transformación de los tren hotel en esta nueva serie para la alta velocidad, así como en la remodelación de 14 trenes Alvia de la serie 730 y en 30 trenes S-130 que, después de este proceso, prestarán servicio en la Línea de Altas Prestaciones de Extremadura y en otras líneas de alta velocidad. Los presupuestos asignados para ambas son de 103 y de 35 millones de euros, respectivamente.

Más sostenibilidad en Renfe Mercancías

Renfe también está trasladando esta ambición de renovar su material al campo de las mercancías, donde el principal objetivo es el de consolidar su posición de referente en el sector mediante el aumento de la productividad y la eficiencia. De este modo, la compañía ha encargado a Stadler 24 locomotoras con las que darle un giro sostenible a esta actividad. Estas focalizan su trabajo en la energía eléctrica de origen 100% renovable y con las que se garantizan dos cosas: la completa eliminación de las emisiones directas de estos desplazamientos así como una efectos medioambientales y operativos más beneficiosos, como la reducción de los ruidos, la baja agresividad frente a la vías o la ausencia de vibraciones.

Esta inversión tiene un presupuesto asignado de 15 millones de euros, una partida que se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea NextGenerationEU. Estos fondos comunitarios también aportan 14,5 millones de euros a los 38 que Renfe ha previsto para el suministro de 149 vagones de carga, así como para la implantación del sistema de comunicaciones ERTMS en 28 locomotoras de la serie S/253, por importe de 13,5 millones.