El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, este lunes en un desayuno informativo.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, este lunes en un desayuno informativo. Javier Lizón EFE

Invertia PARTIDO POPULAR

Feijóo pide ampliar el tramo exento del IRPF para que "el Gobierno no se quede con la mitad de la subida del SMI"

El líder del PP asegura que el 44% de la subida del SMI se la va a quedar el Gobierno vía impuestos: "La empresa paga, el trabajador cobra, pero el Gobierno recauda más".

15 enero, 2024 10:32

Alberto Núñez Feijóo rechaza que el Gobierno haya decidido subir el Salario Mínimo Interprofesional sin el concurso de los empresarios, al margen del diálogo social. Además, el líder del Partido Popular censura que el principal beneficiario de esta medida sea el Estado, que se queda con "la mitad" de la subida, como consecuencia de la recaudación tributaria. Es decir, que el aumento no repercute directamente en el bolsillo de los trabajadores. 

Este lunes, Feijóo ha anunciado que su partido presentará una iniciativa en el Congreso de los Diputados para ampliar el tramo exento de IRPF, actualmente fijado en 15.000 euros anuales, de forma que "el Gobierno no se quede con la mitad de la subida del Salario Mínimo". 

En un desayuno organizado por Fórum Nueva Economía en Madrid, el presidente de los populares ha insistido en su denuncia de que el 44% de la subida del SMI se la va a quedar el Gobierno vía impuestos. "En el momento", además, "en el que se recauda más que nunca", ha explicitado Feijóo, "por culpa de la subida de los productos que componen la cesta de la compra". 

[La subida del SMI costará a las empresas 1.260 euros por trabajador y CEOE avisa: quebrarán cientos de pymes]

El PP arguye que hay en torno a 2,5 millones de trabajadores que cobran el salario mínimo en España y que con la última subida acordada entre el Gobierno y los sindicatos, el Estado va a ingresar hasta 840 millones de euros. 

"Pediremos que se eleve la exención de IRPF en el mismo porcentaje en el que se incremente el SMI ya que no es aceptable que casi la mitad de la subida del salario de los trabajadores, que pagan las empresas, se la quede el Estado", ha reclamado Feijóo. 

En su opinión, "la empresa paga, el trabajador cobra, pero el Gobierno recauda más, y por tanto es uno de los beneficiados del esfuerzo que harán, entre otras, las pequeñas y grandes empresas". Para Feijóo, "lo mínimo es proteger a los trabajadores con rentas más modestas y que quien más gane en esta subida sea el trabajador, y no el Estado".

Más allá de la propuesta económica, Feijóo se ha referido a la actualidad política, todavía centrada en la primera gran votación de la legislatura, que se saldó con una nueva capitulación entre el Gobierno y Junts. "Ningún militante socialista se atreve a decir cuál es la siguiente línea roja que va a traspasar el Gobierno", ha incidido el líder popular. 

Amnistía a los presos de ETA

De entre todas las posibles cesiones Sánchez a sus socios en el futuro, Feijóo ha incorporado una hipotética amnistía a los presos de ETA con delitos de sangre, para satisfacer así los deseos de Bildu. Según ha considerado, el primer paso que hace augurar la medida de gracia para los etarras es que el PSOE ha votado "a favor de la derogación de los delitos de enaltecimiento de terrorismo". 

"Hay indicios racionales, como dirían los juristas, que parece que van en sentido contrario, dado que se ha votado sí a la tramitación de la derogación de los delitos de enaltecimiento del terrorismo", ha incidido. 

"¿Algún militante del PSOE puede asegurar que no va a haber indultos a los presos condenados por delitos de sangre de ETA? No lo sabemos. Y no lo sabemos porque se lo hemos preguntado al presidente en la sesión de control y el presidente no contestó", ha agregado. 

Del último pacto entre Sánchez y Puigdemont, Feijóo ha criticado que el Gobierno engañó a todos sus socios, a los que ocultó la intención de ceder a Cataluña competencias en materia de inmigración. También ha reprochado que el PSOE aplauda esta alianza "con entusiasmo", cuando Junts era un partido que antes los socialistas calificaban de "xenófobo".