Por el cielo de Canadá viajan cada año 25 millones de pasajeros. Además es el segundo espacio aéreo del mundo por extensión, con más de 18 millones de kilómetros cuadrados, y un punto de conexión de vital importancia para la aviación mundial. Y, en los próximos años, serán tecnologías españolas las encargadas de gestionar el nutrido tráfico aéreo civil canadiense.
La multinacional Indra ha alcanzado recientemente un acuerdo histórico con la operadora NAV CANADA para evolucionar sus sistemas de gestión de tráfico y establecerse como socio tecnológico y proveedor de sus soluciones de navegación aérea. Según explica Víctor Martínez, director de ATM Europa del Norte y Canadá en Indra, “nos encargaremos de diseñar y desarrollar los sistemas que ellos necesitan, que en este momento se resume en gestionar el tráfico aéreo de manera eficiente, reduciendo retrasos y el impacto medioambiental”.
La primera fase del acuerdo abordará el despliegue de un nuevo centro de control encargado de gestionar toda la red de navegación aérea del país. El cielo de Canadá se divide en siete áreas que, hasta ahora, optimizaban las rutas de forma independiente. La tecnología de Indra permitirá “desplegar un sistema capaz de procesar todos los planes de vuelo del país e informar a cada uno de esos siete centros de cualquier cambio que se produzca en cualquier vuelo que les afecte. Se trata de dotar a NAV CANADA de una visión completa, extremo a extremo, de todas las operaciones aéreas en su espacio aéreo”, asegura Martínez.
Esta tecnología, denominada gestión de vuelos por trayectorias (TBO, por sus siglas en inglés), facilitará la optimización del tráfico aéreo para obtener así rutas más eficientes, resultando en un menor consumo de combustible y de las emisiones de gases de efecto invernadero. De esta manera, señala el directivo de Indra, los controladores podrán “variar el plan de vuelo para posponer unos minutos el despegue o reducir la velocidad durante la ruta, de forma que a su llegada tenga pista disponible y pueda realizar un descenso sostenido con el menor uso de potencia motor posible”.
TBO (Trajectory Based Operations)
La operación basada en trayectoria permite incrementar la predictibilidad de los vuelos, evitando esperas en el aire y optimizando la gestión del espacio aéreo.
Ante el anuncio del histórico acuerdo entre Indra y NAV CANADA, Raymond G. Bohn, presidente y consejero delegado de la operadora canadiense, declaró que, “una vez completado, supondrá un salto generacional en las herramientas que proporcionamos a nuestros empleados y ofrece una oportunidad para desempeñar un papel de liderazgo en la navegación aérea mundial y contribuir a un futuro más sostenible y eficiente para el transporte aéreo en Canadá”.
La colaboración inicia una relación de largo alcance entre las compañías -el acuerdo tendrá una duración de diez años- y abre la puerta a otros proyectos. En el corto plazo, las mejoras previstas suponen una “mayor capacidad para gestionar más vuelos, que el viajero tenga la mejor experiencia posible y que las aerolíneas puedan volar con menor coste, mayor frecuencia y menos emisiones”.
Conexión con Europa
Hasta el momento Norteamérica era el único mercado que se le había resistido a la multinacional española, pero en 2024 no solo se ha convertido en el socio tecnológico estratégico de NAV CANADA, sino que también ha logrado reforzar su posición en EE.UU con la adquisición de la filial Indra Air Traffic Inc, que desarrolla y suministra sistemas de navegación aérea a la Administración Federal de Aviación (FAA).
Pero más allá de la introducción en el mercado norteamericano, el acuerdo con NAV CANADA reforzará la conexión aérea de Canadá con Europa, pues los aeropuertos de este país empezarán a compartir la tecnología TBO, incrementando la capacidad de estos puertos para gestionar más vuelos y evitar ineficiencias en la gestión del tráfico. “Al tratarse de una tecnología que ya se está utilizando en Europa, los sistemas podrán intercambiar datos de forma más fluida, y se incrementará la predictibilidad de los vuelos transatlánticos”, señala Víctor Martínez.
Tecnología que vela por la seguridad del 85% de los pasajeros del mundo
Indra es una de las pocas empresas del mundo que cuenta con una cartera de soluciones basadas en tecnología propia y está reconocida como una de las más vanguardistas del sector. Radares de última generación, sistemas de ayuda a la navegación, sistemas de gestión automatizada del tráfico para centros de control y torres, sistemas para gestionar la red de navegación de todo un país y planificar operaciones de forma estratégica en el medio largo plazo, sistemas de información aeronáutica… Son solo algunas de las tecnologías que permiten a la compañía ofrecer las tecnologías necesarias para gestionar un vuelo desde el despegue hasta su destino.
Han desarrollado proyectos de tráfico aéreo en 180 países (tiene una fuerte presencia en Europa, Latinoamérica, Magreb y Oriente Medio y en los últimos años también ha consolidado su posición en Asia y Oceanía) y gestionan algunos de los espacios aéreos más complejos a través de más de 11.000 instalaciones de ATM (sistemas de gestión del tránsito aéreo, por sus siglas en inglés).
Ahora, sumando al listado el acuerdo de Indra con NAV CANADA, asegura Martínez, “podemos pensar que nuestros sistemas pasarán a gestionar prácticamente la tercera parte del espacio aéreo mundial. Podemos decir que nuestra tecnología vela por la seguridad de más del 85% de los pasajeros que coge un vuelo en cualquier momento en el mundo”.
El objetivo de Indra es convertirse en líder global en tráfico aéreo, una meta mayúscula que se ha materializado en el plan estratégico Leading the future 2024-2030, presentado este mismo mes de marzo. Durante la presentación de esta hoja de ruta el presidente de la compañía, Marc Murtra, y el consejero delegado, José Vicente de los Mozos, destacaron precisamente la importancia de reforzar la posición de Indra en Norte América, además de continuar extendiendo sus soluciones tecnológicas de automatización a Oriente Medio, Latinoamérica y Asia.