Santiago Rey Fernández-Latorre, presidente y editor de 'La Voz de Galicia'.

Santiago Rey Fernández-Latorre, presidente y editor de 'La Voz de Galicia'.

Invertia

Sucesión en 'La Voz de Galicia': una fundación de altos vuelos y dos hijos desconectados de su padre

El editor Santiago Rey Fernández-Latorre era presidente vitalicio y debía designar sucesor en su testamento. 

29 agosto, 2024 01:55

La muerte del presidente y editor de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, deja un futuro lleno de incógnitas para el grupo de medios. Tras el adiós a su figura llegará el momento de decidir quién se pondrá al frente de un diario histórico, y no va a ser fácil. La sucesión no está definida públicamente y se abren grandes incógnitas sobre cuál será la persona que se haga cargo de liderar el futuro de la Corporación Voz. 

El conglomerado de medios gallego queda en manos de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, creada en 1997 y refundada en 2001 para "dar continuidad a la propiedad y a la línea editorial de La Voz de Galicia y de su grupo de empresas de comunicación".  

Una fundación que él mismo presidía de forma vitalicia y que tiene como vicepresidente a Roberto Blanco Valdés. Fue el propio Rey Fernández-Latorre quien impulsó está fórmula para asegurar la continuidad del proyecto.

Los estatutos de la Fundación reflejan que Santiago Rey Fernández-Latorre "ostentará la presidencia con carácter vitalicio". ¿Y quién es su sucesor? Esa es la incógnita, pues según el articulado el presidente "podrá designar su sucesor, en su caso con el mismo carácter vitalicio, por escritura pública o cualquier forma de testar".

Una idea que el empresario diseñó con dos personas que fueron las que durante años le aconsejaron a la hora de afrontar buena parte de sus negocios: el exalcalde de La Coruña, Francisco (Paco) Vázquez y el entonces consejero delegado de Inditex, José María Castellano. De hecho, este último fue consejero del diario y vicepresidente de la fundación hasta que se incorporó a Novacaixagalicia.   

Ambos asistieron a Santiago Rey para garantizar la propiedad de La Voz de Galicia. Un accionariado del que ostentaba el 100% de los títulos una vez que en 2001 recompró a sus hijos Emilio y Santiago sus participaciones en el grupo. Fue el acuerdo que se alcanzó en el seno de la familia para que sus vástagos abandonaran la dirección del conglomerado de medios que su padre les encomendó en 1996. 

Fue ese año cuando el editor gallego decidía colgar las botas y comenzar el relevo generacional. Puso al frente a su hijo pequeño, Emilio, como consejero delegado. Santiago, por su parte, era vicepresidente y tuvo como misión el desarrollo del área audiovisual y de la expansión de La Voz por el sur de Galicia.

Marta Ortega, presidenta de Inditex, da el pesame a la viuda de Santiago Rey, Salomé Fernández.

Marta Ortega, presidenta de Inditex, da el pesame a la viuda de Santiago Rey, Salomé Fernández. Moncho Fuentes EFE

La intención de los nuevos directivos era expandir la influencia de La Voz de Galicia mucho más allá de la autonomía. El primer paso fue la expansión de Radio Voz, la cadena de emisoras regionales que se fundó en diciembre de 1994. Su origen estaba en las frecuencias autonómicas obtenidas por el grupo y que se asociaron a Antena 3 Radio.  

Tras el antenicidio, cuando Prisa compra Antena 3 Radio para evitar que hiciera sombra a la SER, el grupo La Voz decidió que sus emisoras estuvieran asociadas a la Cadena Cope. Sin embargo, en el año 1994 decide expandir más allá su influencia a través de la radio

En diciembre de ese año nace Radio Voz con emisiones en Galicia, Madrid y Palma de Mallorca. El objetivo era llegar a medio centenar de ciudades en España en algo más de tres años. 

Una apuesta que Emilio Rey decidió redoblar. Para ello se hizo una gran apuesta por la información y los deportes. Un jovencísimo Carlos Alsina hacía allí sus primeros pinitos procedente de Onda Cero, se ficha a Gaspar Rosety como jefe de deportes, también están allí José Luis Balbín o Carlos Pumares, entre otras muchas voces históricas. Muchas de ellas procedentes de Antena 3.

Según un blog de exprofesionales despedidos y prejubilados del grupo La Voz, la inversión en la expansión de las emisoras de radio ascendió a más de 1.600 millones de las antiguas pesetas. Es decir, algo más de 9,6 millones de euros.  

El siguiente paso de Emilio Rey fue la puesta en marcha de La Voz de Baleares, una cabecera que se editaba en los talleres de El Mundo en Palma de Mallorca y que apenas vendía unos cientos de ejemplares al día.  

Meses después llegaba la que se consideró la gran apuesta mediática de los nuevos dirigentes de La Voz de Galicia. La compra en subasta pública de Diario 16 por algo más de 500 millones de pesetas, unos 3 millones de euros. Todo ello acompañado por la creación de compañías destinadas al sector audiovisual, con productoras de televisión incluidas, así como a las nuevas tecnologías. 

Las apuestas realizadas, unidas al enorme esfuerzo inversor que requirieron, pusieron al grupo al borde de la quiebra. De hecho, allá por 2001 se rumoreó con que Prisa, Recoletos o el Grupo Correo (hoy Vocento) podían estar interesadas en comprar el conglomerado de medios.

El endeudamiento

Por aquel entonces acumulaba una deuda cercana a los 8.000 millones de pesetas. Unos números rojos que el empresario pudo afrontar gracias a su patrimonio, pero también a la ayuda de CaixaGalicia primero, Novacaixagalicia después y ahora Abanca, del empresario venezolano Juan Carlos Escotet que -además- es patrono de honor de la Fundación. 

La embarcación zozobraba y a principios de 2001 Santiago Rey Fernández-Latorre decide dar un golpe de timón. Abandona su retiro y vuelve a la primera línea. Deja la presidencia no ejecutiva para pasar a tener voz y mando, y decide apartar a sus hijos.

Comienza una etapa de repliegue de lo hecho hasta entonces. Se vende Diario 16, varias emisoras de Radio Voz y se hace una apuesta por lo local, dejando también que La Voz de Galicia tenga edición propia en Madrid. 

Pero la ruptura con sus hijos no era sólo profesional. También personal. ¿El motivo? La separación de Santiago Rey Fernández-Latorre de su primera mujer, Celia Berguer y madre de Emilio y Santiago.

Portada de 'La Voz de Galicia'.

Portada de 'La Voz de Galicia'.

Precisamente en 2001 el empresario contrajo su segundo matrimonio. Lo hizo con la economista asturiana Amparo Navarro Ruiz. Una ceremonia que celebró el entonces alcalde de La Coruña, Paco Vázquez. 

Ese mismo año se refunda la Fundación cuyo objeto no sólo es garantizar la continuidad del diario. También "fomentar el conocimiento y difusión de la cultura, especialmente a través de los medios de comunicación en cualquiera de sus soportes, y contribuir al estudio, investigación, defensa y creación de medios de comunicación en Galicia".

Santiago Rey Fernández-Latorre se mantuvo como presidente vitalicio. Desde entonces el patronato ha sufrido distintos cambios. Pero hay algunos nombres que destacan en él. El primero de ellos, la presencia de su actual (y tercera) mujer, Salomé Fernández-San Julián Martínez. 

Precisamente, Fernández-San Julián fue nombrada consejera de La Voz de Galicia en la reunión del pasado mes de marzo, en la que también se aprobaron las cuentas de la compañía. Quién sabe si con vistas al futuro, pues la salud del presidente ya era delicada meses atrás.

El patronato

En el patronato también se encuentra José Arnau Siera, vicepresidente de Inditex, un grupo con el que Santiago Rey y La Voz tienen gran relación desde hace años. No ya sólo porque compartan ubicación en Sabón (Arteixo, A Coruña), también porque tanto la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre como la Fundación Amancio Ortega llevan a cabo numerosos programas conjuntos. 

Pero la mujer de Santiago Rey y el vicepresidente de Inditex no son los únicos nombres destacados del patronato de la Fundación que recibe el legado gallego de La Voz. También se encuentra en él Xosé Luís Vilela, actual director del periódico y uno de los hombres de confianza del editor. De hecho, en Galicia se considera que puede ser él quien coja las riendas de la empresa. 

También está en la mesa del patronato Lois Blanco, director general de La Voz, el hombre fuerte en lo que a asuntos corporativos se refiere y quien ha llevado en los últimos años el día a día del grupo. 

Todo dependerá de lo que diga el testamento de Santiago Rey Fernández-Latorre. Lo que parece claro es que aunque con el paso del tiempo la situación familiar se ha reconducido, no parece factible que Emilio o Santiago sean los sucesores. Tampoco su hermana, que ha estado alejada por completo del negocio familiar.

Rumores

Mientras se despejan las dudas, los viejos rumores vuelven a volar por las calles de La Coruña. Allí se habla ya de la posibilidad de que Vocento tenga todo preparado para hacerse con el conglomerado de medios; o al menos de parte de él. 

No hay que olvidar que la Corporación Voz está compuesta por La Voz de Galicia, La Voz de Asturias, Radio Voz, el grupo Voz Audiovisual, la empresa demoscópica, Sondaxe, Galicia Editorial y Disgasa, que se ocupan de la impresión y distribución de los diarios. 

Por ahora habrá que esperar. Santiago Rey Fernández-Latorre es enterrado este jueves. A partir de entonces saldremos de dudas porque el futuro de La Voz de Galicia está escrito, aunque nadie (o casi nadie) sepa cuál es.