La aerotermia (bombas de calor) es la opción más interesante para sustituir a las calderas convencionales que utilizan combustibles fósiles. Una opción que, además, recibe el respaldo de la Comisión Europea para cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera marcados en la Unión Europea. Sin embargo, sigue habiendo desinformación y se propagan bulos sobre esta versátil forma de calefacción que permite también la refrigeración y el abastecimiento de agua sanitaria en los hogares.
Estos son los 7 principales bulos sobre esta calefacción y los argumentos que los desmienten.
1. Consumen mucha electricidad
A largo plazo, La bomba de calor puede reducir la factura de energía hasta en un 80%, lo que compensa claramente la inversión inicial. La aerotermia puede generar hasta 4 kWh térmicos por cada kWh eléctrico consumido, lo que la convierte en una de las opciones con mejor rendimiento. En las calderas de gas, por ejemplo, esta relación es prácticamente de 1 a 1 porque su SCOP (en inglés, Seasonal Coefficient of Performance o Coeficiente de Rendimiento Estacional) es de 1,09, explica el think tank Foro Mercado Libre.
2. Las bombas de calor generan un aire demasiado seco
Este mito probablemente surge de la confusión con otros sistemas de calefacción, como las estufas eléctricas, que sí pueden reducir la humedad del aire. Las bombas de calor no deshumidifican el aire de forma significativa porque su principio de funcionamiento se basa en la transferencia de calor, no en la eliminación de humedad. Aunque sí existen modelos que incluyen funciones adicionales como la deshumidificación para controlar la humedad ambiental.
3. Las bombas de calor son ruidosas
Esta creencia puede tener su origen en modelos más antiguos o mal mantenidos, pero las bombas de calor modernas están diseñadas con tecnología avanzada que minimiza el ruido, y con un mantenimiento adecuado, su operación es muy silenciosa, comparable a la de un refrigerador.
4. No son eficientes en climas muy fríos
Es cierto que las bombas de calor tradicionales pueden perder eficiencia en climas extremadamente fríos, aunque los modelos de última generación están diseñados para funcionar eficientemente a temperaturas muy bajas. Estos utilizan tecnología avanzada como compresores de velocidad variable y sistemas de desescarche mejorados, utilizando tecnologías como el ciclo de refrigeración inverso para mantener un rendimiento óptimo incluso con temperaturas muy bajas.
5. Son caras de instalar y mantener
Aunque la inversión inicial puede ser mayor en comparación con otros sistemas de calefacción, a largo plazo, los costos operativos de la bomba de calor suelen ser más bajos debido a su alta eficiencia energética. Además, el mantenimiento regular es generalmente sencillo y no tan costoso. Generalmente requiere una revisión cada dos años, mientras que para la calefacción de gas y gasoil, por los residuos que desprende la combustión, se recomienda una revisión anual, tanto de la caldera como del conjunto de instalaciones.
6. Solo sirven para calefacción
Este es otra creencia errónea bastante común. Las bombas de calor son sistemas versátiles que pueden proporcionar tanto calefacción como refrigeración y agua caliente sanitaria, lo que las convierte en una solución total para el confort en el hogar durante todo el año. El cambio climático, con la elevación de las temperaturas en el planeta, convierte la refrigeración del hogar en una necesidad y no en un lujo, pero la bomba de calor también cubre esta necesidad. Con ello, el consumidor también ahorra al no tener que adquirir otros aparatos para dar respuesta a esta necesidad que las calderas tradicionales de combustible fósil no atienden.
7. Son perjudiciales para el medio ambiente
Sin duda es el bulo más alejado de la realidad ya que las bombas de calor son, de hecho, una opción ecológica porque utilizan una fuente de energía renovable: el calor del aire. Además, su eficiencia energética reduce la cantidad de combustibles fósiles necesarios para calentar y enfriar un espacio, disminuyendo así las emisiones de gases de efecto invernadero. Por otro lado, pueden combinarse con paneles solares, potenciando el ahorro energético y la sostenibilidad.
En conclusión, los bulos sobre las bombas de calor suelen estar basados en ideas preconcebidas y desinformación. Por ello es importante informarse adecuadamente sobre el funcionamiento y las características de estos sistemas de calefacción y refrigeración y poder tomar decisiones informadas sobre su instalación en el hogar.