El Día Internacional contra el Cambio Climático, que se celebra cada 24 de octubre, no es solo una fecha simbólica, sino un recordatorio de la urgente necesidad de tomar medidas concretas y efectivas para mitigar los efectos del calentamiento global. Las empresas están llamadas a jugar un papel crucial en esta lucha, y Agbar, parte del grupo Veolia, se ha posicionado como líder en la transformación ecológica gracias a su enfoque en la economía circular y la regeneración del agua.
La regeneración del agua como clave para la sostenibilidad
El agua es un recurso esencial, pero también uno de los más afectados por el cambio climático. Según la ONU, para 2030, se espera que la demanda mundial de agua supere en un 40% la cantidad disponible, lo que subraya la necesidad de adoptar medidas para asegurar su suministro de manera continuada y sostenible. En este sentido, Agbar ha hecho de la regeneración del agua una de sus principales prioridades, implementando tecnologías avanzadas para garantizar la reutilización de este recurso en entornos urbanos, agrícolas e industriales.
A través de innovadores proyectos de reutilización, Agbar ha conseguido que más de 400 millones de metros cúbicos de agua sean regenerados cada año en España. Esta cifra es especialmente significativa si se considera que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el volumen de agua residual tratada en las depuradoras españolas es de casi de 15,5 millones de metros cúbicos al día (alrededor de 5.500 millones de metros cúbicos al año).
Por eso, las soluciones de regeneración de Agbar no solo permiten devolver este recurso al medio ambiente en condiciones seguras, sino que también se reutiliza en actividades como la agricultura, la industria y el riego urbano, contribuyendo a una reducción significativa del consumo de agua potable.
La economía circular: hacia un modelo sostenible
El concepto de economía circular es clave en la lucha contra el cambio climático. Este enfoque se basa en la regeneración y reutilización de los recursos, minimizando los residuos y reduciendo la presión sobre los ecosistemas naturales. En este contexto, Agbar ha implementado una serie de iniciativas orientadas a transformar los residuos en recursos valiosos, lo que contribuye no solo a la sostenibilidad ambiental, sino también a la creación de nuevas oportunidades económicas.
Uno de los ejemplos más innovadores es el proyecto de biogás, donde los lodos generados durante el tratamiento de aguas residuales se transforman en energía renovable. Según la European Biogas Association, en 2021, el biogás representó aproximadamente el 4,5% de la producción total de gas en la Unión Europea. Agbar ha logrado integrar esta tecnología en sus plantas de tratamiento, permitiendo que los residuos se conviertan en energía que abastece tanto a las propias instalaciones como a la red eléctrica, impulsando así la transición hacia una economía baja en carbono. También los lodos de depuración se pueden transformar en abono para la agricultura.
Digitalización y gestión eficiente de recursos
La digitalización es otro pilar fundamental en la estrategia de Agbar para combatir el cambio climático. A través de soluciones basadas en big data, inteligencia artificial y machine learning, Agbar ha optimizado la gestión de los recursos hídricos, permitiendo una toma de decisiones más precisa y eficaz.
Uno de los proyectos destacados en este ámbito es el uso de sensores inteligentes en las redes de abastecimiento de agua. Estos sensores permiten detectar fugas de agua en tiempo real, lo que no solo reduce el desperdicio de agua, sino que también mejora la eficiencia de los sistemas de distribución. Gracias a la implementación de tecnologías digitales, Agbar ha logrado reducir significativamente esta cifra en las áreas donde opera, demostrando el impacto positivo de la digitalización en la sostenibilidad del agua.
Infraestructuras verdes: soluciones basadas en la naturaleza
Además de sus esfuerzos en regeneración de agua y digitalización, Agbar está comprometida con la creación de infraestructuras verdes que promuevan la resiliencia de los ecosistemas y la adaptación al cambio climático. Estas infraestructuras, basadas en soluciones naturales, contribuyen a la preservación de la biodiversidad y ayudan a mitigar los efectos del cambio climático, como las inundaciones o las olas de calor.
Un ejemplo destacado es el proyecto de restauración del Clot de Galvany, en Alicante, donde Agbar ha implementado medidas para la recuperación de humedales y la restauración de ecosistemas costeros. Este tipo de proyectos no solo mejoran la resiliencia climática, sino que también fomentan la biodiversidad, contribuyendo a la creación de áreas más resistentes frente a los impactos del cambio climático. Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los humedales pueden almacenar hasta 10 veces más carbono por hectárea que los bosques, lo que subraya su importancia en la mitigación del cambio climático.