“Hoy salgo, ¿me dejas 10 euros?”, “Tengo que pagar el regalo de Jorge”, “¿Me adelantas la paga?”… Si tienes hijos adolescentes, es probable que reconozcas alguna de estas situaciones o incluso todas. Ellos crecen y sus necesidades financieras también. Es el momento de enseñarles a gestionar su dinero. ¿Pero cómo?
El 57% de las familias dan a sus hijos una asignación periódica para “que aprendan a manejar y valorar el dinero”. Así lo revelan los datos recogidos en la Encuesta de Educación Financiera 2024 de Funcas, centro de análisis dedicado a la investigación económica y social.
La paga se convierte así en uno de los instrumentos más valiosos de educación financiera para los menores, dado que, desde pronto, comienzan a aprender a gestionar su dinero, controlar mejor sus impulsos, disfrutar de una mayor autonomía y, al mismo tiempo, se habitúan a marcarse objetivos a corto y largo plazo.
Los primeros gastos y el hábito del ahorro
Existen dos tipos de cuentas para menores: la cuenta de ahorro, un repositorio en el que las familias o los niños y adolescentes van ahorrando dinero, y la cuenta corriente, que permite más actividad a los jóvenes, como sacar dinero, asociar una tarjeta o realizar transferencias.
Desde que empiezan a tener sus primeros gastos es aconsejable inculcar a los menores los beneficios de ahorrar. Para ello, los expertos recomiendan a las familias hablar de dinero con naturalidad y aprovechar esas conversaciones para reforzar el concepto del ahorro como un hábito positivo. Al mismo tiempo, es imprescindible que los padres les enseñen a planificar mejor sus ingresos y gastos y, a la vez, les recomienden algún método efectivo para ahorrar, por ejemplo, el de las cuatro huchas.
Para aplicarlo, tienen que dividir sus ingresos en cuatro categorías, una para cada hucha: gastos obligatorios, como el móvil; ocio, como salir con sus amigos; fines solidarios y, finalmente, ahorrar para, por ejemplo, un viaje. Además de seguir un método, es importante también que los más jóvenes puedan identificar los gastos hormiga, esos pequeños desembolsos diarios no planificados que pueden dificultarles el ahorro.
Ayudarles a fijar una meta de ahorro, enseñarles a hacer un presupuesto y ser ejemplo son otros consejos útiles para enseñar a tus hijos a ahorrar.
Adolescentes y fraudes online
Ayudar a los adolescentes a protegerse ante posibles fraudes online también es parte de su educación financiera. Según un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), más de dos tercios de los jóvenes hacen uso de forma habitual de productos y servicios financieros, pero no tienen los conocimientos suficientes como para tener la garantía de que no van a incurrir en riesgos financieros.
De hecho, según una encuesta de la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorros), las personas de entre 18 y 29 años tienen una menor percepción del riesgo, lo que los hace más vulnerables a posibles estafas. Si no se ponen medidas, esta situación podría continuar para los Alfa, es decir, los nacidos a partir de 2010, la primera generación nativa digital, pero también uno de los colectivos más vulnerables.
Ante este escenario, es aconsejable que los padres eduquen a sus hijos en cuestiones de seguridad una vez que empiezan a tener cierta independencia financiera, empezando por enseñarles que nunca deben compartir sus datos personales, sus claves ni ningún código del banco con nadie.
Algunos de los fraudes más comunes dirigidos a adolescentes son el phishing por correo electrónico o aplicaciones de mensajería como Whatsapp, es decir, el robo de datos para suplantar su identidad; la estafa Bizum, en la que podrían aceptar una solicitud de dinero en lugar de recibirlo; robo de cuentas o ciberchantajes en videojuegos; ofertas falsas de empleo, en las que supuestamente solo tienen que dar likes a vídeos de Youtube, Instagram o TikTok, o fraudes en plataformas de compraventa de segunda mano o reventas de entradas.
No pinchar nunca en enlaces sospechosos, usar aplicaciones o juegos oficiales y comprar solo en páginas seguras son algunos consejos de prevención de fraudes que pueden serles muy útiles. Si pican, préstales tu apoyo y ayúdales a reportar el caso ante el banco y la Policía.
Portucuenta: libertad para ellos, tranquilidad para ti
A medida que los hijos crecen, lo hacen también sus necesidades financieras. Portucuenta, la banca digital de Ibercaja para padres e hijos, permite a los jóvenes de 14 a 17 años realizar sus primeras operaciones bancarias, como hacer Bizum, traspasos, transferencias o pagar con tarjeta, bajo la supervisión de sus padres.
Con este servicio, los adolescentes pueden aprender a gestionar su dinero de manera responsable, mientras que los padres deciden qué pueden hacer y cuánto pueden gastar. Además, los progenitores pueden adaptar la configuración para cada uno de sus hijos y recibir alertas, por ejemplo, si reciben un cargo alto o si su saldo es inferior a una determinada cantidad. Portucuenta es una herramienta de educación financiera que da libertad a los hijos y tranquilidad a los padres.