Mariana Goya
Publicada

Es una realidad que España es el segundo país más visitado del mundo, con más de 85 millones de turistas internacionales. Además de los típicos destinos de sol y playa, cabe vez más los visitantes se sienten atraídos por ciudades como Sevilla, Madrid, Toledo o Córdoba.

Para 2025, va a haber un cambio que afectará de lleno al sector turístico en el país. ¿De qué se trata? A partir del próximo año, todo aquel que desee operar en este ámbito deberá enfrentar un laberinto de trámites encabezados por una 'ventanilla única'. 

Esta modificación, fruto del reciente proyecto del Real Decreto del Ministerio de Vivienda, busca imponer orden en un mercado que el Gobierno señala como responsable de la escalada de los precios de la vivienda y la disminución de los alquileres tradicionales. 

De entrada, la iniciativa llega con un nuevo requisito: el registro anual obligatorio de todos los inmuebles destinados al alquiler turístico, de temporada o por habitaciones.

Así, el sistema otorgará un número de identificación a cada inmueble, sin el cual no podrá operar en plataformas como Airbnb o Booking. Así, este registro, que bebe de una directiva europea, busca encontrar un control administrativo en un sector que, hasta el momento, estaba marcado por una cierta opacidad. 

La medida del Gobierno que cambiará los alquileres

La 'ventanilla única', gestionada a través del Colegio de Registradores, establecerá normas diferenciadas según el tipo de alquiler. En el caso de los alquileres de temporada —muy utilizados por estudiantes, docentes o profesionales itinerantes—, los propietarios deberán registrar los contratos y justificar que su uso es meramente ocasional.

Además, una restricción adicional prohíbe encadenar contratos continuos con el mismo inquilino, una táctica frecuentemente utilizada para esquivar los derechos de los contratos de larga duración.

Por otro lado, los alquileres por habitaciones, una tendencia al alza en ciudades como Madrid o Barcelona —sobre todo con la subida del precio de la vivienda—, también recibirán un tratamiento individualizado. De este modo, cada habitación deberá contar con su propio código de registro. Se trata de un filtro que busca garantizar las condiciones de habitabilidad y evitar abusos en la práctica. 

En todo este proceso, serán las comunidades autónomas y los ayuntamientos quienes estén a cargo del régimen sancionador, una pieza clave de este rompecabezas. Aunque las multas específicas no han sido reveladas, el Ministerio de Vivienda ha asegurado que serán proporcionales a la gravedad de la infracción. 

¿Cómo funcionarán los alquileres turísticos?

Como hemos adelantado, será la Ventanilla la encargada de otorgar un número de registro a cada inmueble dedicado al alquiler de corta duración, bien sea para uso turístico, de temporada o el alquiler habitacional. 

Una vez obtenido el número de registro pertinente, este tiene una vigencia de un año y, cuando caduque, deberá solicitarse su renovación, aportando un listado de los arrendamientos por cada categoría constituidos durante la vigencia de este número.

En lo que respecta a los alquileres de temporada, se requerirá la suscripción de dichos contratos como elemento justificador.