El Euro Interbank Offered Rate (Euríbor) es el tipo de interés que utilizan los bancos europeos para prestar dinero entre ellos y que también se utiliza como índice de referencia para calcular los intereses que pagan las hipotecas variables.
Con el cambio constante que ofrece en el mercado hipotecario el Euríbor, el Gobierno incluyó en el Código de Buenas Prácticas bancarias que las entidades ofrecieran la posibilidad de cambiar de una hipoteca variable, dependiente del Euríbor, a una hipoteca mixta o fija. Todo este servicio sin comisión alguna.
Sin embargo, con el Código de Buenas Prácticas, aprobado en el Real Decreto-ley 19/2022, existía una fecha límite para poder cambiar de un tipo de hipoteca a otra y que el banco no te pueda cobrar una comisión.
¿Hasta cuándo se puede cambiar la hipoteca sin coste alguno?
Para poder cambiar de una hipoteca variable a una fija o mixta se puede hacer de tres maneras: con una novación, es decir, el banco y el propietario acuerdan modificar el tipo de interés de la hipoteca sin cambiar de entidad; con una subrogación, cambiando el préstamo a otro banco sin modificar las condiciones; o cancelando y contratando una hipoteca nueva.
Así, de acuerdo con el Código de Buenas Prácticas, la fecha de expiración para poder pedir el cambio sin comisiones es el próximo 31 de diciembre de 2024.
Por el momento, el Gobierno no ha informado de que vaya a extender esta medida dado que el Euríbor continúa cayendo y la situación actual no es igual a la de 2022. Por ello, a partir del año que viene, el sistema de cambio de hipoteca será un tanto diferente.
Desde la fecha señalada, para poder cambiar de hipoteca, el cliente tendrá que pagar la tasación de la vivienda (unos 400 euros) así como un 0,05% de la deuda que tenga pendiente. Por esa razón, los expertos aseguran que este es el mejor momento para cambiar de hipoteca dado que tendría un costo menor a lo que costará a partir del año que viene.
¿Cómo funciona cada tipo de hipoteca?
La hipoteca variable es una hipoteca que varía en relación con las fluctuaciones del Euríbor. Así, cada vez que se realiza una revisión de la hipoteca, se actualiza según suba o baja el euríbor. Tiene un plazo de amortización más amplio porque tiene comisiones más bajas en comparación a otros tipos de hipotecas.
La hipoteca fija es la más estable de las tres opciones dado que durante todo el período que dura la hipoteca se mantiene la misma cuota. El plazo máximo de amortización de la hipoteca fija es más corto que la variable. La mayor ventaja de este tipo de hipoteca es la estabilidad de saber que la cuota va a ser siempre la misma.
Por último, la hipoteca mixta como su nombre dice, es una mezcla de la variable y la fija. A diferencia de sus antecesoras, las primeras cuotas son fijas y durante el resto de años de amortización se empieza a aplicar un tipo de interés variable, es decir, en función del Euríbor.