Fotografía de la fachada de varios bloques de viviendas.

Fotografía de la fachada de varios bloques de viviendas. Istock

Invertia

¿Pueden los vecinos prohibir la entrada de personas ajenas al edificio de la comunidad? Esto es lo que dice la ley

Mariana Goya
Publicada

Cada comunidad de vecinos es un mundo. Y es que, pese a que hay cierta normativa que abarca a todos por igual como parte de la ley, también hay algunas medidas del reglamento vecinal que pueden depender de los acuerdos a los que lleguen los propietarios de los inmuebles. 

Sin embargo, ya sea con una normativa u otra, lo habitual es, generalmente, tener una relación más o menos cordial con quienes viven en tu bloque de pisos.

Aunque siempre puede haber más de uno que termine convirtiéndose en amigo o, por el contrario, que acabe siendo tu peor enemigo. 

Al fin y al cabo, los ruidos, las obras o la utilización de las zonas comunes, entre otros, son motivos que pueden acabar llevando a una gran discusión, especialmente cuando esto perturba la comodidad de tu hogar.

Otro tema a debatir que, en algunas comunidades, ha salido a la palestra es la pregunta de si los vecinos pueden o no prohibir el acceso al edificio a personas ajenas a él. Una cuestión a la que hoy damos respuesta. 

¿Prohibir la entrada a los que no son vecinos?

De acuerdo con el portal inmobiliario Idealista, ni el Código Civil ni la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) prohíben explícitamente que personas ajenas a la comunidad ingresen al edificio. Esto significa que, por norma general, no es legal que una comunidad de vecinos impida la entrada de personas externas, a menos que representen un peligro para los residentes del edificio. Sin embargo, el acceso sí puede regularse. 

Un elemento clave para gestionar estos aspectos es el Reglamento de Régimen Interior, un documento que complementa los estatutos de la comunidad. Según Idealista, este reglamento puede establecer normas sobre el uso de las zonas comunes y la convivencia general. 

Esto incluye desde la restricción del acceso a personas ajenas a detalles sobre horarios del portal, reglas para el uso de la piscina o de los ascensores y normativas relacionadas con la tenencia de animales de compañía. 

Pero, aunque sí puede marcar ciertas normas, el Reglamento de Régimen Interior también tiene ciertos límites. No puede tratar sobre elementos privativos ni contradecir el título constitutivo o los estatutos de la comunidad.

¿Qué es un elemento privativo? Según indica la Ley de Propiedad Horizontal, este corresponde a espacios como pisos o trasteros que son propiedad exclusiva del titular y que, por tanto, se define como "un espacio suficientemente delimitado y susceptible de aprovechamiento independiente". 

Control en la piscina y de los morosos 

El uso de espacios como piscinas se ha convertido en un área de debate recurrente. Tal como indican desde Idealista, en estos casos los propietarios pueden establecer normativas que regulan cómo y quién utiliza estas áreas

Por ejemplo, se pueden limitar el número de invitados por vivienda o incluso exigir sistemas de identificación, como tarjetas, para acceder. No obstante, la ley no impide que los propietarios inviten a personas externas a usar la piscina, salvo que los estatutos comunitarios los prohíban explícitamente. 

En el caso de los propietarios con deudas con la comunidad, desde Fotocasa señalan que se puede restringir su acceso a las zonas comunes si esta medida ha sido previamente acordada por la junta de propietarios y reflejada en los estatutos. Sin embargo, esto no puede imponerse sin una decisión formal de la junta. 

Ley de Propiedad Horizontal

Si eres fan de la serie española La que se avecina, seguramente hayas oído en más de una ocasión a Enrique Pastor —interpretado por el actor José Luis Gil— mencionar la Ley de Propiedad Horizontal. Sobre todo, durante una de esas juntas de vecinos en aquel portal en Mirador de Montepinar (ahora trasladados a calle Contubernio 49) mientras Antonio Recio —Jordi Sánchez en la vida real— proponía alguna de sus locuras. 

Pero, como en la serie, son muchas las personas que desconocen el propósito y el alcance de esta legislación que tanto tiene que ver en cuestiones del día a día. Y es que la LPH es la normativa que establece los derechos y obligaciones de los propietarios en una comunidad, además de regular sus relaciones. 

Desde Banco Santander explican que esta ley, vigente desde 1960, regula aspectos esenciales como el título constitutivo de la propiedad horizontal, es decir, cómo se distribuyen las propiedades individuales y las zonas comunes en un edificio. 

Establece las competencias de la junta de propietarios, las funciones del administrador y los requisitos para la celebración de juntas, además de determinar las cuotas de participación y las responsabilidades económicas de los propietarios para el mantenimiento del inmueble. 

Por su parte, el Reglamento de Régimen Interior y los estatutos de la comunidad —este último mencionado en múltiples ocasiones por Juan Cuesta en la serie Aquí no hay quien viva— son instrumentos fundamentales para garantizar la organización y la armonía en las comunidades de propietarios.