La ministra de Trabajo Yolanda Díaz durante un pleno en el Senado.

La ministra de Trabajo Yolanda Díaz durante un pleno en el Senado. Europa Press.

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Así es el nuevo registro digital de la jornada laboral en España que estarán obligadas todas las empresas

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social podría acceder de forma inmediata y en cualquier momento a este registro. 

Más información: Adiós a fichar en el trabajo: multas y sanciones económicas para las empresas que no registren así a sus trabajadores.

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Fichar en el trabajo con papel y boli en los típicos cuadrantes podría quedar en el olvido. A falta de que se apruebe en el Congreso de los Diputados, todas las empresas en España deberán llevar un registro detallado de la jornada laboral de sus empleados, con hora de entrada y salida bien apuntadas y de forma digital.

La medida, impulsada por el Gobierno, busca evitar los abusos de horas extra no pagadas y garantizar que cada trabajador cobre por el tiempo que realmente dedica a su empleo. Aunque la intención es clara, la noticia ha caído como un jarro de agua fría en algunas oficinas, donde la flexibilidad horaria era la norma y ahora toca ajustarse a este nuevo control.

A pesar de que el registro digital de los horarios de trabajo ya fue implementado e incluido en la reforma laboral de 2019, ahora la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiere hacerlo de uso obligatorio para todas las empresas. Más allá del registro digital,  el acuerdo incorpora otra serie de puntos como la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin merma salarial.

¿En qué consiste?

Desde su entrada en vigor, todas las empresas deberán registrar de manera detallada la jornada de sus empleados, especificando la hora de inicio y finalización de la jornada laboral, y la duración de las pausas.

Esta medida busca erradicar prácticas como el trabajo no remunerado y garantizar que los empleados reciban una compensación justa por las horas trabajadas, incluidas las horas extraordinarias.

Además, el registro debe ser digital, lo que facilita su implementación y permite una supervisión más eficaz por parte de la Inspección de Trabajo. Además, los trabajadores tendrán acceso a su propio registro, lo que les permitirá verificar si sus horas están siendo correctamente contabilizadas.

Tal y como se ha mencionado anteriormente, este acceso tiene como fin evitar posibles irregularidades, proporcionando una mayor transparencia tanto para los empleados como para las autoridades laborales.

Esta nueva medida también permitirá que la Inspección de Trabajo acceda de manera más ágil y directa a los datos de cada trabajador y empresa de forma remota, facilitando la detección de posibles fraudes, irregularidades o excesos en la jornada laboral de las diferentes compañías.

Respecto a la fecha de entrada en vigor, y si finalmente se aprueba, la medida se hará obligatoria a partir del 1 de enero de 2026 en todas las empresas españolas. 

Sanciones

Las empresas que no cumplan con la obligación de registrar adecuadamente las jornadas laborales de sus empleados, como establece la nueva normativa, se enfrentarán a sanciones económicas que varían en función de la gravedad de la infracción.

En primer lugar, la ley establece que el incumplimiento del registro de jornada se considera una infracción laboral que puede ser calificada como leve, grave o muy grave dependiendo de la naturaleza y las circunstancias del caso.

  • Infracciones leves: se pueden aplicar multas de entre 60 y 625 euros. Esto podría ocurrir, por ejemplo, si una empresa no registra correctamente las horas de algunos de sus empleados, pero sin que se detecten perjuicios importantes para los trabajadores ni una intención de ocultar información.
  • Infracciones graves: las sanciones para infracciones graves son de entre 625 y 6.250 euros. Esta categoría puede abarcar situaciones en las que la empresa no registre la jornada de manera sistemática, afectando a un grupo considerable de trabajadores o, por ejemplo, si se detectan irregularidades en los registros que sugieren que la empresa está eludiendo el pago de horas extraordinarias o manipulando las horas de trabajo.
  • Infracciones muy graves: si una empresa incurre en una infracción muy grave, como el fraude o el abuso continuado del trabajo no registrado, las multas pueden ascender a entre 6.251 y 187.515 euros. Esta sanción se aplicaría, por ejemplo, en casos de manipulación intencionada de los registros de jornada, especialmente si la empresa actúa con conocimiento de causa para evadir sus responsabilidades fiscales y laborales, afectando gravemente los derechos de los empleados.

Además de las multas económicas, las empresas también podrían enfrentarse a inspecciones de trabajo más rigurosas y a un mayor escrutinio público. La reforma laboral pone énfasis en garantizar que los empleados reciban un pago justo por su trabajo y que las condiciones laborales sean transparentes.

En este sentido, las infracciones graves o muy graves no solo dañan la reputación de la empresa, sino que también pueden generar un clima de desconfianza en los trabajadores.