
Imagen de archivo de una terraza.
Adiós a las marcas de cerveza en las terrazas: esta es la ley que pretende acabar con ellas
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas ha señalado que el anteproyecto de ley de menores y alcohol "está listo".
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Puede que uno de los grandes iconos de la hostelería de España cambie por completo en cuestión de días, debido al anteproyecto de ley sobre el alcohol. Un sector tan vital para la economía del país, que ha sido el corazón de innumerables tradiciones sociales, y que se ve ahora ante un escenario incierto.
Las terrazas, bares, restaurantes y discotecas, tan representativas del estilo de vida español, podrían verse modificadas profundamente por las nuevas restricciones.
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, ha señalado que el anteproyecto de ley de menores y alcohol "está listo" y ha confiado en que "en unos días vea la luz en el Consejo de Ministros".
La ley propone restringir los horarios de venta y consumo, entre otras cosas, lo que podría cambiar la dinámica de las noches en muchas ciudades, especialmente en las que el ocio nocturno es una de las principales fuente de ingresos.
Para muchos, este es uno de los mayores cambios, pues lugares emblemáticos que siempre han sido sinónimo de vida nocturna podrían verse obligados a cerrar más temprano.
Patrocinio de bebidas alcohólicas
Asimismo, el anteproyecto de ley también plantea una medida que ha generado bastante controversia: la prohibición del patrocinio de bebidas alcohólicas en las terrazas y otros espacios públicos. Esta propuesta busca, principalmente, reducir la visibilidad y la normalización del consumo de alcohol en ambientes sociales, especialmente en lugares que atraen a un público más joven o más vulnerable.
Las terrazas, que en muchas ciudades españolas son el centro de la vida social, podrían verse directamente afectadas por esta medida. En estos lugares, donde se disfruta del buen tiempo y la interacción social, las marcas de bebidas alcohólicas han sido históricamente un patrocinador importante, tanto en términos de visibilidad como de apoyo económico a los negocios.
Las marcas no solo patrocinan eventos o promociones, sino que también decoran los espacios, ofrecen material de marketing o incluso colaboran en la organización de actividades, lo que supone un ingreso adicional para los propietarios de los establecimientos.
Sin embargo, la propuesta del anteproyecto de ley de prohibir este tipo de patrocinio está motivada por la intención de reducir la exposición de los consumidores al alcohol en el día a día, especialmente en los más jóvenes, quienes pueden ver estas marcas como parte de su vida cotidiana.
A través de la visibilidad constante de las bebidas alcohólicas en terrazas y bares, se puede generar una asociación entre el consumo de alcohol y el ocio social, lo que, en muchos casos, podría llevar a un consumo irresponsable o excesivo.
El objetivo detrás de esta prohibición es, en última instancia, evitar que las marcas de alcohol se conviertan en promotoras indirectas de comportamientos de consumo poco saludables. Además, se busca evitar que los jóvenes asocien la imagen de las marcas de alcohol con una parte fundamental de la experiencia social, lo cual podría disminuir las probabilidades de un consumo excesivo o problemático.
Este tipo de regulación también se suma a una tendencia creciente en varios países de limitar la publicidad y el patrocinio de productos alcohólicos en espacios públicos, algo que ya ocurre en otros ámbitos, como el deporte. La intención es crear un entorno más responsable en relación con el consumo de alcohol y mitigar los efectos negativos de su promoción excesiva.
Para la hostelería, esta medida podría suponer un desafío económico. Las terrazas y bares que dependen del patrocinio de marcas de alcohol podrían perder una fuente significativa de ingresos y apoyo publicitario. Esto podría hacer más difícil para los establecimientos pequeños o medianos mantenerse competitivos, especialmente en un mercado donde los márgenes de beneficio son estrechos.
Otras novedades
Asimismo, además de lo mencionado anteriormente, se habla de la posible obligatoriedad de instalar dispositivos de control o venta limitada de alcohol en ciertos establecimientos, lo que podría incrementar los costos operativos y afectar a muchos pequeños negocios, que ven en la venta de alcohol una de sus principales fuente de ingresos.
En los bares de barrio y en las tabernas más tradicionales, la preocupación es palpable, ya que temen que el nuevo marco normativo limite su capacidad para ofrecer la experiencia que han dado a los clientes durante generaciones.

No obstante, hay quienes defienden que estas medidas podrían ser beneficiosas a largo plazo, especialmente si se destinan recursos a la rehabilitación de personas afectadas por el alcoholismo y a campañas de concienciación.
La modernización del sector, señalan algunos expertos, podría llevar a una hostelería más responsable y saludable, en la que se valore más la calidad sobre la cantidad.
A su vez, la industria de los destilados y la producción de vino, dos pilares de la economía española, también se encuentra inquieta. El aumento de impuestos y las restricciones a la publicidad podrían afectar sus ventas y su imagen a nivel internacional. La Ley del Alcohol podría poner a la industria ante un desafío de adaptación, con la necesidad de reinventarse en un mercado más regulado.