Viñedos Viña Ardanza de La Rioja Alta.
Ni Ribera ni Rueda: este es el vino español que acaba de conseguir una añada catalogada como excepcional
Te contamos cuáles son las características de este vino que se puede codear con las mejores añadas de su larga historia.
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Cuando una persona mira la etiqueta de un vino, en la misma además del nombre, la bodega y la denominación de origen suele aparecen otro dato: el de la añada. Es decir, el año en el que se recolectaron las uvas con las que acaba elaborándose.
Hay diferentes tipos de añadas según los Consejos Reguladores Vinícolas: excelentes, buenas, regulares... En concreto, y en la Denominación de Origen Calificada Rioja, ha habido añadas que se han considerado como excelentes. Así fue en los años 1964, 1994 y 2011.
Pero las añadas también se determinan por las condiciones climatológicas concretas del año en la zona donde se elabora el vino. En este caso, Viña Ardanza de 2019, de la bodega La Rioja Alta, ha sido calificada como excepcional.
¿Cómo es la añada 2019 de Viña Ardanza?
Para responder a la pregunta, nada mejor que contar con las palabras de su enólogo, Julio Sáenz: “Una añada excepcional. Una de las mejores de nuestra historia, posiblemente al nivel de la de 2001, 2010 o 2015”.
De esta manera, y según el enólogo, se cierra “una extraordinaria década de Viña Ardanza. Disfrutamos de un vino de gran complejidad y capacidad de guarda. Creo que es el Viña Ardanza que más va a mejorar en los próximos años”.
Viña Ardanza 2019
El vino, en concreto, está elaborado con su tradicional coupage de uvas tempranillo (80%) y garnacha (20%). Uvas que procedente de los viñedos que La Rioja Alta tiene en las localidades de Fuenmayor, Cenicero y Tudelilla.
La tempranillo procede de viñedos con más de 30 años de edad, y la garnacha de otros con más de 17 años, y situados a 550 metros de altitud. Se trata de terrenos arcillo-calcáreos y suelos profundos de cantos rodados.
Respecto a la vendimia, se realizó de manera manual en cajas. La uva garnacha se vendimió dos semanas después de la tempranillo. Uvas que fueron trasladas en vehículos refrigerados para mantener su integridad hasta la bodega. Tras una primera criba en el viñedo, se llevó a cabo una segunda en la mesa de selección óptica.
La crianza fue en roble americano de fabricación propia: 36 meses para la uva tempranillo y 30 para la garnacha. A destacar que se realizaron cinco trasiegas tradicionales de barrica a barrica a la luz de una vela para separar los sedimentos de forma manual. Finalmente, fue embotellado en diciembre de 2023.
Por último, y respecto a las notas de cata, tiene un brillante y vivo color rojo picota, de capa media alta y con un marcado borde granate. Destaca en la nariz por su intensidad aromática. Además, sobresale por su carácter afrutado de grosella, ciruela y cerezas rojas. Y, en boca, se muestra fresco y equilibrado.
