Erich José García Cruz (La Habana, 1986) dejó la universidad en cuarto año. Estudiaba ciencias exactas –como se suele llamar a la informática en el continente americano– con foco en matemáticas, física y computación. Después de un tiempo enseñando a programar en microescuelas locales, pasó tres años como administrador de redes en un compendio militar.
Su siguiente empleo, esta vez por cuenta propia, fue crear una empresa para reparar teléfonos móviles. En aquel momento comenzaban a llegar a la isla, pero si se estropeaban no había suficiente mano de obra cualificada para volver a ponerlos en funcionamiento. Estos pequeños proyectos le fueron forjando un nombre como emprendedor en su Cuba natal, pero no dio el salto a lo que se considera una startup hasta que fundó QvaPay.
“En 2020 comenzó la escasez, no llegaban los repuestos ni casi nada, y tuvimos que recurrir a la creatividad”, relata a través de una llamada. “No hay Paypal, ni Stripe, ni ApplePay, tampoco AndroidPa, así que tratamos de buscar una alternativa. No es la fórmula más ortodoxa, pero funciona”, dice para presentar su empresa y lo que él define como “bitremesas”, o envío de dinero a través de bitcoin.
Tras el refuerzo del bloqueo comercial de Estados Unidos en los últimos meses, WesternUnion, el servicio de envío de dinero más común, ha dejado de operar. A esto se suma la existencia de mercado de criptomonedas en la isla, en el que se usa el dólar como valor de cambio. Con estos ingredientes, García Cruz ha creado su sistema de pago y BitRemesas. “Se trata de ofrecer envío de dinero a Cuba de la manera más rápida y barata. El destinatario final recibe dinero físico. El que envía, lo hace a través de cripto”, explica el emprendedor.
Con este ecosistema de transacciones digitales se consigue tanto aportar liquidez desde el exterior con las remesas, como mover dinero dentro con QvaPay. El modelo de negocio pasa por cobrar una comisión a las empresas. Sin embargo, no lo hace para envío entre particulares, donde funciona de manera similar al popular Bizum en España. García Cruz prefiere tomar medidas a quejarse: “El cubano protesta por todo, pero no hacemos nada. Yo abro una ventana para los que quieran sumarse”.
Bitremesas, cambio entre todos
BitRemesas tiene un funcionamiento peculiar. Necesita de la comunidad para poder hacer llegar el dinero a los destinatarios finales. Cuando alguien hace un envío desde el extranjero en bitcoin, le llega un aviso a la comunidad de cubanos que sí aceptan este tipo de divisas. El que decide asumir la transacción lo pasa a su billetera digital y se encarga de entregar la cantidad final, bien el dinero en metálico o bien a través de transferencia bancaria.
“Cuando se recibe la remesa pujan para ver quién se hace cargo. El tiempo medio es de seis horas, aunque casi siempre se consigue entregar en menos de una hora”, expone. Por ahora, no tienen competencia y reconocen no solo bitcoin, también otras 16 criptomonedas. Al le acompañan en este proyecto Natasha Tenorio y un community manager.
Como buen apasionado de la tecnología, García Cruz sueña con ir un día al Consumer Electronics Show (CES) o a Vidcon, las dos grandes citas de los amantes de los gadgets y el vídeo online, que se celebran en Las Vegas y Los Ángeles respectivamente. También le interesa eMerge Américas, la gran conferencia que se celebra en Miami; y el Mobile World Congress de Barcelona.