La pandemia ha acelerado el uso del transporte privado, algo que no es siempre viable en grandes núcleos de Latinoamérica. El ecosistema de startups se enfrenta al gran reto que supone la movilidad de millones de ciudadanos todos los días.
Bolivia, por su parte, cuenta con un doble problema: su sistema de transporte es uno de los más antiguos de la región y eso ha provocado que los usuarios se hayan decantado por una alternativa que satura aún más el sistema, las motocicletas.
En el año 2018, el emprendedor Ariel Revollo, quiso empezar a aportar soluciones a los problemas de movilidad de Bolivia. El primer proyecto en el que participó fue bautizado como Quantum, un vehículo pequeño de tres plazas, el primero fabricado en Bolivia, que se postulaba como una posible solución a los problemas de tráfico y de medio ambiente. "El problema que teníamos es que la industria del automóvil es una industria millonaria, sofisticada y con mucha tecnología. Competir con los precios y la escala de producción de los fabricantes mundiales es muy difícil”, comenta Ariel Revollo a D+I.
Evolución hacia el microtransporte
MOBI se convirtió en la evolución natural de Quantum con tecnología software. “La fabricación del primer auto boliviano nos ayudó a ganar credibilidad en la industria latinoamericana”, asegura Revollo. La única pieza pendiente en este puzle era poder integrar la tecnología adecuada en los vehículos. En ese momento Ariel Revollo se asoció con el cofundador de MOBI, Juan Pablo Velasco, que cuenta con gran experiencia en el ecosistema del emprendimiento. Su startup Netcomidas.com fue adquirida por PedidosYa, convirtiéndose en la adquisición más importante en la historia del ecommerce del país.
Si la idea original con Quantum era que el consumidor pudiera comprar el vehículo directamente, ahora con MOBI el usuario pagaría simplemente por usar la flota de microtransporte de la startup. Además, para hacer MOBI más competitivo en el mercado, sus fundadores decidieron que la carga de los vehículos se produjera exclusivamente a través de la energía solar.
El planteamiento de MOBI es sencillo y está centrado en ofrecer mayor accesibilidad de transporte a los usuarios. A través de una app, disponible para iOS y Android, cualquier persona puede conseguir un scooter o una bici en cuestión de segundos.
Para sorpresa de sus fundadores, los usuarios que más acuden a su servicio son personas de entre 30 y 35 años que usan MOBI para ir al trabajo, visitar a amigos o incluso para “pasear” por la ciudad. El bajo coste de MOBI, con los precios más competitivos de toda Latinoamérica, es un anzuelo que ayuda a fomentar esta nueva forma de movilidad.
En apenas dos años, MOBI ha ido escalando y se ha posicionado como una de las startups más relevantes del panorama regional. Así llegó a coronarse como la startup más valiosa de Bolivia en 2021, consiguiendo una valoración de cinco millones de dólares.
A sus oficinas centrales en la ciudad de Santa Cruz (Bolivia) se le suman otras dos sucursales en Tarija y en La Paz. Los planes de crecimiento de MOBI son ambiciosos, ya que su expansión por Latinoamérica es inminente y ya están en negociaciones para lanzarse en Chile. También han puesto el punto de mira en Estados Unidos, más concretamente en Miami, punto clave de acceso para las startups latinoamericanas al ambicioso ecosistema del país norteamericano.
Un hito para la historia de Bolivia
Además de haberse convertido en una de las startups más valiosas del país, MOBI suma otros récords en su currículum. En el año 2020, obtuvo la mayor inversión pre-semilla en la historia de Bolivia con más de un millón de dólares de inversión privada.
Sus dos grandes inversores son Biopetrol, una empresa petrolera con fuerte presencia en Bolivia, y Kieffer, compañía especializada en seguros. Junto a Kieffer han lanzado el primer seguro de micromovilidad bautizado como MobiCares. Gracias a esta alianza, todos los usuarios de MOBI pasan a tener un seguro a todo riesgo desde el momento en el que alquilan el vehículo hasta que lo devuelven. El precio del seguro está integrado en la tarifa de MOBI, del cual el 10% va destinado a Kieffer.
La primera moto eléctrica boliviana
La flota de vehículos verdes de MOBI cuenta con scooters, bicis mecánicas, eléctricas y también con la primera moto eléctrica del país: la Ciber Bike One (CK1). Presentada en la aplazada Expo 2020 de Dubái el pasado mes de noviembre, la CK1 será producida a gran escala empleando un 55% de materiales nacionales.
Su exhibición en Dubái está brindando una oportunidad para generar interés entre nuevos inversores internacionales. “Hemos conseguido captar la atención hacia nuestra moto eléctrica, sobre todo por parte de gobiernos de Latinoamérica”, confirma Revollo. “La siguiente ronda de levantamiento de capital será clave para poder atender a la demanda”. El objetivo a corto plazo es que MOBI pueda llegar a fabricar 400 motos eléctricas al mes.
Baterías ‘made in’ Bolivia
Bolivia se ha convertido en pieza clave para la evolución de las energías renovables. El país dispone de las mayores reservas de litio del mundo.
MOBI cuenta con una alianza estratégica con el gobierno boliviano para la fabricación de baterías de litio. Todas las baterías de la startup son producidas en el mismo formato y son intercambiables entre sus diferentes vehículos.
Junto a su inversor, Biopetrol, han desplegado las primeras electrolineras (gasolineras eléctricas) en el país. Siguiendo con su principio de respeto al medio ambiente, todas las baterías son cargadas a través de la energía solar. “Nuestra materia prima es el Sol”, matiza Ariel Revollo.
Las baterías “made in” Bolivia han permitido propulsar a MOBI, ya que la startup ha asumido la fabricación del componente clave para la movilización de sus vehículos, lo que ayuda a rebajar costes.
Su próximo objetivo es convertirse en una de las primeras empresas de movilidad que logren revertir la huella de carbono en la fabricación de vehículos: “Al ser una empresa pequeña, hay muchas posibilidades de que lleguemos a convertirnos en la primera del mundo que consiga la neutralidad”.