Con un espacio cada vez más saturado de satélites, nanosatélites, basura espacial y miles de objetos, hacen falta soluciones drásticas para evitar posibles desastres. En noviembre de 2021 la Estación Espacial Internacional se veía forzada a realizar una maniobra de emergencia para evitar la amenaza de colisión con restos espaciales.
La startup de California Slingshot Aerospace quiere acabar con este peligro constante al que se enfrentan gobiernos y empresas privadas de todo el mundo. Los veteranos de la Fuerza Aérea del ejército de Estados Unidos, Melanie Stricklan y Thomas Ashman, conscientes de la complejidad de este problema que va en aumento, decidieron fundar Slingshot Aerospace en 2017. A través de su nueva startup aeroespacial, comenzaron a buscar soluciones a corto y largo plazo para ponerlas a disposición de las agencias gubernamentales y del sector privado.
A través de la recolección y análisis de datos, la startup pone en marcha su simulador espacial para aumentar la seguridad en el espacio y en la Tierra. “La situación no es sencilla. Los datos que recolectamos sobre objetos espaciales a veces son contradictorios e inexactos, lo cual hace que sea casi imposible analizar su velocidad”, afirma Charlie McGillis, vicepresidente de partnerships de la empresa. “Este problema va aumentando de manera exponencial, ya que cada vez tenemos más datos y más objetos en circulación”.
Para el sector espacial resulta sumamente importante saber en todo momento dónde se encuentra la basura espacial y los satélites, saber hacia dónde se dirigen y cuál es su órbita para evitar colisiones que puedan tener efectos catastróficos. Existe una cierta urgencia, según Slingshot Aerospace, para tener este terreno bajo control, ya que se esperan más de 115.000 satélites orbitando alrededor de la Tierra en el año 2030.
El gran cambio que ha llevado a la saturación del espacio ha sido, precisamente, la “democratización” de una industria que hasta hace poco pertenecía solo al dominio de los gobiernos. Al abrir el espacio al sector privado, la proliferación de proyectos ha creado la necesidad de una mayor regulación para evitar problemas como el que Slingshot Aerospace quiere resolver. “Ahora hay más actividad en el espacio que nunca”, asevera McGillis.
El peligro de la basura y los objetos espaciales no es latente, sino real. Según comenta Charlie McGillis a D+I, en el año 2009 se produjo una colisión de satélites que generó una gran cantidad de escombros en una órbita baja. Este tipo de objetos, aunque sean de menor tamaño, también pueden suponer todo un problema para las naves.
“La basura espacial está creciendo a unos niveles alarmantes, ya que está aumentando el número de compañías que realizan lanzamientos. La mayoría de objetos en el espacio están en una órbita terrestre baja y está muy congestionada”, explica McGillis. “Esto implica que a partir de ahora se tendrán que tomar decisiones con mayor frecuencia para evitar posibles impactos”.
Una Serie A para salvar el espacio
En marzo de este año, Slingshot Aerospace anunciaba una nueva ronda de financiación, serie A, con 25 millones de dólares y en total la startup ya ha sobrepasado los 34 millones de dólares captados hasta la fecha. La ronda fue liderada por Draper Associates y ATX Venture Partners. En ella intervinieron Edison Partners, Embedded Ventures y Valor Equity Partners, entre otras firmas. Su objetivo es contratar 40 nuevos empleados antes de finalizar 2022 y destinar parte de los fondos a su producto estrella: Slingshot Beacon.
Slingshot Beacon es la primera plataforma de colaboración centrada en evitar colisiones espaciales. Beacon facilita la comunicación entre operadores de diferentes organizaciones y ramas gubernamentales, algo que no se había hecho hasta la fecha. Dentro de la plataforma, los clientes de la startup pueden encontrar información detallada de todos los objetos espaciales.
En el futuro se espera que gran parte de las operaciones para evitar las colisiones puedan ser automatizadas. Mientras tanto, Slingshot Beacon supone un paso importante en la industria, facilitando la comunicación entre los diferentes actores y permitiendo tomar decisiones con celeridad. Con Beacon, las empresas pueden chatear, subir y descargar archivos y, lo más importante, comprobar información y datos analíticos en tiempo real. Antes de la llegada de Slingshot Beacon, las compañías y gobiernos se veían obligados a intercambiar e-mails y llamadas, lo cual complicaba la toma de decisiones.
En estos momentos, Slingshot Aerospace cuenta con importantes contratos en los sectores público y privado. Ambos deben trabajar de manera conjunta para proteger el espacio. “Si protegemos el espacio, lograremos continuar con nuestro modelo de vida actual. No podemos olvidarnos de que los satélites aportan servicios críticos del día a día, como el GPS, la televisión, internet y mucho más”, comenta McGillis.
Esta semana, la compañía californiana, anunciaba una nueva alianza con la Fuerza Espacial de los Estados Unidos, fundada en diciembre de 2019. Slingshot Aerospace ha obtenido un contrato de 25 millones de dólares con el gobierno para el desarrollo de su nuevo producto: Digital Space Twin.
“El espacio es complejo y está evolucionando rápidamente”, anunciaba la CEO y cofundadora de la startup, Melanie Stricklan. “Digital Space Twin supone un avance importante en la simulación espacial. Hemos creado algo que antes no existía”. Con Digital Space Twin, los clientes de la empresa podrán ver en tiempo real todos los objetos que orbitan en el espacio, permitiendo a las agencias planear, con exactitud, el comportamiento de sus misiones en el espacio.
Slingshot Aerospace deja claro que la sostenibilidad espacial no puede conseguirse con las empresas actuando de manera individual. “Tenemos que realizar un esfuerzo colectivo en toda la industria, incluyendo empresas privadas, gobiernos y sectores civiles, para garantizar que el espacio siga siendo un principio importante de nuestra economía global para las generaciones venideras”, vaticina Charlie McGillis.