Argentina
‘Low code’ para pagar la ayuda por el Covid-19 a quien no tiene cuenta
"La pandemia va a cambiar el mundo y habrá una necesidad más grande aún de transformación digital", dice el CEO de VeriTran, Marcelo Gonzálezrn
15 abril, 2020 07:00El origen de la denominación low code parece situarse en un Informe Forrester de 2014. Consiste en hacer programación sin desarrollar código, integrando bloques lógicos prefabricados, con funciones o tareas, y plantillas, mediante drag and drop [arrastrar y soltar] sobre una interfaz visual.
Marcelo González, CEO de VeriTran, prefiere el símil de PowerPoint. VeriTran es una plataforma low code creada en 2005 en Argentina, enfocada a la industria financiera: "Hacemos software para la transformación digital, ya sea para una startup o empresas altamente consolidadas, como BancoEstado de Chile, Banorte de México o BBVA Colombia, que han elegido nuestra plataforma para construir y mantener su canal móvil o su canal web".
INNOVADORES conversó con González en tiempos de confinamiento, mediante una conexión de voz entre Buenos Aires y Madrid. "Obviamente, la pandemia va a cambiar el mundo y habrá una necesidad más grande todavía de transformación digital. Hay muchas compañías que lo necesitan para sobrevivir. Y todo el que va a empezar su negocio, tiene que ser digital", asegura.
"Lo primero es pensar cómo atender digitalmente y hacer todos los procesos que se pueda", prosigue González. "Y después, ver los procesos físicos. Esto nos va a dejar, lamentablemente, un cambio de mentalidad. Lamentablemente digo, porque tiene un costo de vidas y un coste económico enormes para todo el mundo".
Volviendo al PowerPoint: "Se evita necesitar programadores escribiendo código. Como con cualquier herramienta, hay que usarla y aprenderla. Para algunas industrias tiene la aplicación prearmada: es como llegar al PowerPoint y decir ‘bueno, acá es la aplicación de banca móvil’. Y ya está. Luego la puedes cambiar, ‘customizar’. Le pones unas transacciones, sacas otras... agregas geolocalización, o notificaciones. Le sacas el pago de servicios porque no te gusta, y pones otro. O lo puedes modificar. Permite hacer un montón de cosas sin programar. Y para la integración con servicios que están atrás [backoffice], también provee herramientas. Además, admite integrar elementos con código propio y personalización corporativa".
En ese ‘hágaselo usted mismo’ hay modelos predefinidos que sortean incluso la planificación. "Todo eso está resuelto en gran medida. Hay opciones, por ejemplo, para el inicio: lo voy a hacer sólo con contraseña o voy a meter también biometría. O añadirle soft token para generar claves dinámicas... Hay una arquitectura súper probada que atiende a bancos con cinco, seis o 10 millones de clientes. La escalabilidad, alta disponibilidad, seguridad y usabilidad vienen como módulos prearmados".
Su software lo utiliza medio centenar de bancos y entidades financieras, pero sirve "para otras industrias cercanas, como seguros y fondos de pensiones. En este momento, en Argentina estamos facilitando el alta de cuentas para personas que no tienen cuenta bancaria y necesitan subsidio. Son ‘cuentapropistas’ [autónomos], vendedores ambulantes, gente que hacía trabajos en casa de familias sin empleo formal. No tienen una forma de recibirlo. Ahora, con la misma aplicación se aprovecha para darles el subsidio e información de sanidad. Lo que tiene que hacer para evitar contagiarse".
Con su plataforma,"la Universidad Tecnológica de Pereira [Colombia] ha hecho el campus universitario que usan 20.000 estudiantes". Pero no lo ve para educación online, "que depende de la calidad de contenidos y de gestionar a 50 personas interactuando con un moderador".
rnVeriTran tiene 250 empleados en Latinoamérica y EEUU e iba a entrar ya en Europa, con una nueva oficina en Barcelona. "Tenemos gente contratada, pero, bueno, se nos congelaron un poco todos los trámites"», lamenta González.
EN LA NUBE O NO
VeriTran ofrece instalar el software en el centro de datos del cliente, con licencia o pago por uso en la nube. Una startup puede probar un prototipo. "Si no funciona, sólo pagó 150 dólares al mes. Y si es exitoso, ya tiene una plataforma sin invertir".
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