Miami (EEUU)

En el verano de 2020, el colombiano Julián Torres decidió fundar una startup con un modelo 100% remoto y que promueve precisamente eso: que todas las compañías trabajen de esa misma manera.

OnTop, como se llama la startup, facilita la contratación y gestión de los empleados en remoto. Desde esta aplicación se puede manejar desde la integración de un nuevo empleado, la valoración de su rendimiento y la gestión de la nómina.

“Lo hicimos escuchando a los usuarios. Primero escuchando y construyendo, después preguntando”, explica. A continuación relata un hecho que denota un rasgo de su personalidad: la perseverancia. “Intentamos entrar en Y Combinator durante cinco años. Y siempre nos rechazaron. A la sexta se consiguió. El que persevera, alcanza”, subraya.

Los intentos anteriores por acceder a Y Combinator, la aceleradora más deseada a nivel mundial, fueron con Fitpal, la startup que ya había fundado en 2015 centrada en el bienestar de los empleados a través de programas de ejercicio y salud.

Su primera ronda de inversión, antes de tener capital semilla, contó con algunos nombres destacados, como los fundadores de Rappi, los de Platzi y Frubana, solo por citar algunas de las startups más reconocidas de América Latina. Así lograron reunir 1,2 millones de dólares. Entre los que apoyaron se encuentra H20, el fondo de venture capital que dirige Daniel Lloreda, una relevación del sector en la región, afincado en Miami.

Desde esos inicios hasta cerrar su 'serie A' hace escasas semanas, con un total de 20 millones de dólares y con la participación de Tiger Global, Point 72 Ventures y Softbank.

Crecimiento del 40% mes a mes

El paso por Y Combinator, durante el invierno de 2021, corroboró su intuición y le llevó a levantar una ronda semilla de 4,5 millones de dólares con 72 Ventures, el fondo de Steve Cohen, liderando. Crecer un 40% mes a mes ha sido el mejor argumento para ganarse el apoyo de los inversores.

Su siguiente obsesión es avanzar en el sistema de pagos para dar una mejor solución financiera a empleados y compañías. El CEO considera que en los próximos cinco años se va a definir cómo son las relaciones entre empresas y talento, y cómo se globaliza sin perjudicar la remuneración de sus empleados, el ahorro y la propia gestión. Torres considera cada vez más que OnTop está en la intersección entre los recursos humanos y ser una compañía fintech.

Al ser preguntado por dos potenciales competidores en ese mismo espacio, explica en qué se diferencian de Oyster o Deel. “Están muy centradas en infraestructura financiera, se quedan en la superficie. No hemos visto ni una fracción de los que va a pasar en el mundo. Por ejemplo, cada vez más nos piden cobrar en cripto”, desvela.

Miami, algo más que la ciudad de moda

Tres meses después de levantar la ronda, Julián ha decido que, aunque la compañía sigue operando bajo un esquema remoto, Miami es la mejor elección para pasar la mayor parte de su tiempo.

OnTop crece de manera especialmente notable en Singapur, India, Japón y España. También en América Latina. “Aunque la oficina, como tal es internet. A veces hacemos encuentros en una ciudad, pero si tengo que elegir, diría que Miami es ahora mismo el mejor lugar para estar”, subraya.

Compatibilidad horaria por encima de geografía

Torres analiza los retos de esta nuevo mundo remoto. En su opinión y experiencia, va impulsar una mayor productividad si se saben aprovechar las ventajas. “Hay que aprender a organizarse. Si se hace bien, la empresa se mueve más rápido. En nuestro caso, sin ir más lejos, la diseñadora estaba en España. Cada mañana, al levantarme, ya teníamos listos los diseños para implementar”, relata.

Además, vaticina un cambio importante en un perfil al que hasta la fecha no se había prestado gran atención, el vendedor. “Ya no vale con la imagen de ponerse en vender en Zoom o ir a visitar con un maletín. Hoy es una visión más técnica. Es una mezcla de atención al consumidor, talento técnico y empatía que no se ve tanto”, proclama.

Polifacético

Julián Torres comprime varias vidas en una. Comenzó estudiando música. Ha sido cantante y guitarrista. Después de estudiar administración de empresas, se mudó a China, donde se dedicó a cantar en eventos. De ahí dio el salto a Corea, donde tuvo la que considera fue, muy probablemente, la peor idea que ha tenido nunca: exportar asientos calefactables para el retrete a Colombia. Su siguiente paso fue trabajar como cazatalentos para compañías. Ahí comenzó a pensar con más intensidad en el futuro del trabajo.

Todo esto aderezado con un libro, ‘La Estupidez Colectiva’, y otro en ciernes sobre hábitos y productividad. Se despide relatando un hecho curioso, que daría para comenzar un artículo nuevo: ha llegado a actuar con Chuck Norris. “Cosas que pasan en la vida”, resume.