Inversión pública en I+D+i en el año de la Covid: del 'paraíso' vasco al 'páramo' manchego
Del total de inversión pública de carácter económico (que incluye infraestructuras, agricultura o turismo) el gobierno del País Vasco dedicó un 42% a la disrupción; el de Castilla-La Mancha, un 1,8%.
6 junio, 2021 03:18Noticias relacionadas
Educación, cultura, obra pública, transporte, industria... El dinero público que invierten cada año los gobiernos regionales está condicionado por muchos factores. Y más, en un año como por ejemplo el 2020, donde hubo que hacer encaje de bolillos para cuadrar cuentas y seguramente cambiar prioridades sobre la marcha.
El Ministerio de Hacienda, como hace cada año, ya ha publicado las estadísticas presupuestarias consolidadas de cada uno de los ejecutivos regionales durante el pasado año.
Y, como siempre, ha agrupado los gastos en áreas temáticas, lo cual permite comparar en términos relativos las actuaciones financieras de cada territorio.
Dejando a un lado, por razones obvias, las comparaciones con servicios públicos básicos (educación, sanidad, justicia, protección social...), que reciben más respaldo inversor, D+I ha querido indagar sobre qué lugar ocupó la I+D+i en el orden de prioridades de los políticos regionales en relación a lo que el Ministerio de Hacienda define como 'gastos de carácter económico'.
Estos gastos, además de todo lo relacionado con la investigación, el desarrollo y la innovación, incluyen la inversión en infraestructuras; en industria y energía; en comercio, pymes y turismo; en transporte; y en agricultura, pesca y alimentación.
La primera conclusión, de carácter estatal: de cada 100 euros de dinero público que invierte un gobierno regional en estos gastos de carácter económico, 11 euros son para I+D+i. Esta área es la tercera en orden de prioridades.
La primera es la agricultura, la pesca y la alimentación (con un 36,7 euros de cada 100); la segunda, las infraestructuras (con 28,6 euros de cada 100).
Esa es la media estatal, pero, obviamente, no todas las comunidades autónomas presentan ni el mismo orden de prioridades ni mucho menos el mismo porcentaje de impacto de la I+D+i sobre el total.
Desde el País Vasco, la región que más apuesta por la disrupción, a Castilla-La Mancha, la que menos, este es el compromiso inversor de los gobiernos regionales con la I+D+i.
País Vasco, líder absoluto
Con una gran apuesta por la industria 4.0, el talento, la innovación y la e-health, se intuye que uno de los principales músculos de la I+D+i española está situado en el País Vasco.
Los datos del presupuesto regional consolidado de 2020 demuestran que así es. En términos globales, se han dedicado más de 516 millones de euros.
La pandemia no ha evitado que el gobierno vasco sea el que más apuesta por este sector. De cada 100 euros de dinero público que se invirtieron en gastos de carácter económico, 42,1 euros fueron a parar a la I+D+i, cuatro veces más que la media estatal.
Esta región convierte a la I+D+i en su gran prioridad, por delante de las infraestructuras o la agricultura.
La Rioja, creer es poder
La Rioja es una pequeña región pero que está dibujando un futuro prometedor en el campo de la innovación.
Recientemente, un informe de la Fundación Cotec revelaba que un 84% de los ciudadanos riojanos consideran la innovación como un fenómeno positivo para la sociedad y economía del futuro. La media nacional en este apartado está en el 77%, según la encuesta.
Por encima de la media nacional también está la apuesta inversora de su gobierno regional. Y muy por encima. Si bien la máxima prioridad son las infraestructuras (que absorben el 35,7% del total del tipo de gastos de carácter económico), la I+D+i aparece en segundo lugar, con un 29,2% (en cifras globales, más de 82 millones de euros).
Es una apuesta que triplica la de la media nacional, todo un logro en una región que está demostrando su potencial en la transformación digital de la viticultura y de la industria.
Comunidad Valenciana, una potencia que va a más
Otro de los referentes de la investigación y la innovación a nivel nacional es la Comunidad Valenciana. Y su gobierno autonómico lo tiene claro. Tanto que año tras año aumenta el presupuesto dedicado a este sector. En 2020 lo cerró en 303 millones de euros.
La I+D+i (un 17,7% del presupuesto total en inversiones de carácter económico) fue la tercera en el orden de prioridades tras la agricultura (30,4%) y las infraestructuras (23,4%).
Un margen muy escaso entre las tres que hace augurar que quizá el próximo año podría producirse una escalada de la I+D+i.
Con una consejería propia y muchos proyectos en mente, la realidad es que la apuesta pública por la innovación en tierras levantinas es indiscutible.
Navarra, el año decisivo
No es baladí que el gobierno navarro haya dado un vuelco en los últimos 12 meses en favor de la innovación. Ha creado iniciativas de todo tipo para promover la transformación industrial y agrícola o para retener talento, algo que preocupa y mucho en la región.
La pandemia ha hecho reflexionar a muchos directivos y en Navarra saben que pueden contar con el apoyo institucional, que en 2020 invirtió en el sector 57,3 millones.
12,3 euros de cada 100 invertidos en sectores económicos son los que el gobierno foral dedica a la I+D+i y todo hace presagiar que dentro de doce meses aún serán más.
Infraestructuras (33,5%) y agricultura (28,6%) siguen siendo más prioritarios pero tal vez un año con menos obra pública acorte la distancia entre los tres sectores. Tiempo al tiempo.
Galicia, diversificación máxima
Curioso lo que sucede en Galicia. Invirtió en I+D+i un total de 189 millones de euros. No puede decirse que el gobierno autonómico menosprecie el sector, ni mucho menos. De hecho, gracias a su apoyo, por ejemplo, está convirtiéndose en un referente europeo de la aviación no tripulada.
Pero no es menos cierto que pese a que el dinero público que se destina a este sector en relación al resto de gastos de carácter económico está por encima de la media española, no está en el pódium de prioridades.
Las infraestructuras (el 43,9% del dinero invertido en sectores económicos), la agricultura (el 28,6%) y el comercio, turismo y pymes (el 14,7%) han recibido más dinero público que la I+D+i (el 11,3%).
Es decir, Galicia es donde mejor se aprecia la importancia de la diversificación: una I+D+i cada vez más potente, sí, pero sin dejar de respaldar los sectores tradicionalmente claves de la región.
Aspirantes pero aún por debajo de la media
Solo País Vasco, La Rioja, Comunidad Valenciana, Navarra y Galicia están por encima de la media de impacto de la inversión pública en I+D+i sobre el total de gastos de carácter económico.
Otras cinco, eso sí, conceden al menos un puesto de honor (tercer puesto) a la I+D+i en el orden de prioridades inversoras. Son Andalucía (10,4% de inversión del total destinado a sectores económicos), Aragón (8%), Madrid (7,4%), Castilla y León (6,6%) y Murcia (5,8%).
En todas ellas, sectores como las infraestructuras, la agricultura o incluso el comercio están en niveles inversores superiores a la investigación o la innovación.
Ahora bien, la estrategia aeroespacial andaluza, la estrategia tecnológica y medioambiental aragonesa, la estrategia madrileña basada en el dato, la estrategia de Castilla y León en ciberseguridad, y la estrategia 'smart region' murciana hacen presagiar crecimientos porcentuales en los próximos años.
Convendría incluir a otra región más en este pelotón intermedio. Cataluña tiene un potencial indiscutible para que la apuesta pública en I+D+i en relación a otros sectores sea más notable.
Puede que la inversión pública se viera condicionada en 2020 por una necesidad inversora específica y más urgente en infraestructuras, agricultura y transporte (las tres principales prioridades del govern).
Pero no se puede dejar de mencionar que el porcentaje del gasto público catalán en I+D+i sobre el total (9,5%) es superior, por ejemplo, al de la Comunidad de Madrid. En términos globales, la Generalitat invirtió en este sector más de 307 millones de euros por los 149 millones de Madrid.
Incluso el gobierno de Canarias concede mayor protagonismo a la I+D+i (un 9% de la inversión en sectores económicos) que Madrid, si bien el ejecutivo insular aún considera más prioritarias las infraestructuras, el turismo y la agricultura, por este orden.
El pelotón de cola, los deberes por hacer
En este ranking hay cinco gobiernos autonómicos que, aunque nadie podrá acusarles de que no cuiden el sector de la I+D+i, ni lo incluyen entre sus tres principales prioridades inversoras de carácter económico ni le dedican una cantidad cercana a la media nacional.
Así, de cada 100 euros de dinero público invertidos, el gobierno de Cantabria dedica 54,6 euros a infraestructuras pero solo 6,7 a I+D+i; Asturias, 41,3 euros de cada 100 a infraestructuras pero solo 6,3 a I+D+i; Baleares, 33,6 euros de cada 100 a infraestructuras pero solo 5,8 a I+D+i; Extremadura, 51,9 euros de cada 100 a agricultura pero solo 4,8 a I+D+i; y Castilla-La Mancha, 71 euros de cada 100 a agricultura pero apenas 2 euros a I+D+i.
Estas regiones tienen mucho potencial disruptivo en sectores como la industria 4.0, el agrotech, la impresión 3D o la investigación médica. La iniciativa privada dirá, en este caso, que quizá se pueda incrementar el apoyo por parte de la iniciativa pública en los próximos años.