Por más manido que sea el argumento, no pierde ni un ápice de validez. Acabar con la falta de talento innovador y tecnológico de la que se quejan las grandes empresas tiene en la intensificación de las estrategias educativas en edades tempranas una de sus soluciones más importantes.
A partir de ahí, lo cierto es que hay metodologías y programas de todo tipo en todas las regiones españolas. Y siguen apareciendo nuevas. Nunca está de más cuidar la cantera fomentando la creatividad tecnológica.
En ocasiones, como el caso que nos ocupa, aparecen programas interterritoriales, que ya no sólo mantienen la línea de intentar despertar esas vocaciones, sino que favorecen la competencia, lo cual, obviamente, incrementa la competitividad.
Un ejemplo es el proyecto RetoTech, impulsado desde la Fundación Endesa, que lo define como "una iniciativa que tiene como finalidad contribuir e impulsar proyectos educativos innovadores que transformen la formación de los más jóvenes".
Para ello, se plantea un reto dirigido al personal docente y a los estudiantes de las comunidades autónomas participantes -en este caso Madrid, Aragón, Andalucía, Extremadura, Cataluña, Islas Baleares y Canarias-: desarrollar un proyecto tecnológico que resuelva una necesidad real de su entorno, utilizando para ello técnicas como la robótica.
Este año, los escolares del colegio público San Jorge de Palos de la Frontera (Huelva) han sido los vencedores del certamen -tras triunfar en la edición regional- con un proyecto que, efectivamente, resuelve una problemática local.
Su creación, T.H.O.R (Technic Help on Road) es un sistema para hacer a los conductores más visibles en carretera, dado el alto número de accidentes y siniestros mortales que tienen en su localidad. Para ello han desarrollado un casco y una chaqueta que llevan multitud de sensores, con el objetivo de mejorar la seguridad tanto de moteros como de usuarios de patinetes.
Los otros premiados
El segundo premio nacional se lo ha llevado los alumnos del instituto Tías de Lanzarote con ROV visión, una iniciativa que consiste en un vehículo submarino operado remotamente desde superficie, que se utiliza para la exploración de las aguas costeras de Lanzarote y para contribuir a la seguridad de los buceadores.
El tercer premio nacional ha sido para al Colegio Highlands en Sevilla con a su propuesta Eco-refill. Se trata de una máquina dispensadora de productos de limpieza que se podrá encontrar en los supermercados y rellenar tantas veces como sea necesario. Bajo el lema 'Rellena tus envases, renueva tu futuro', pretende conseguir que las empresas utilicen menos envases y que los hogares aprendan a reciclar y reusar.
Este año se ha celebrado la octava edición de este festival, ya muy consolidado como demuestra también el hecho de su participación: 210 centros educativos repartidos en las citadas comunidades autónomas.
Lo interesante, además de conocer los mejores proyectos a nivel estatal, es observar cómo cada una de las regiones aporta proyectos de distinta índole a esta iniciativa, demostrando que, al menos para los alumnos participantes, esa vocación ya se ha despertado.
Hace unos días, Extremadura, por ejemplo, dio a conocer sus proyectos ganadores en la edición regional.
Los proyectos ‘Sembrando vida’, del colegio público José de Espronceda de Almendralejo, y ‘SISDIN: sistema de detección de incendios’, del centro San José Obrero, en la pedanía de Rincón del Obispo (perteneciente a Coria), se ha alzado con el primero y segundo premio, respectivamente de RetoTech en Extremadura.
Sensibilidad con el medio ambiente
El primero ha sido ideado para solucionar problemas como los relacionados con la potabilización del agua, la recogida de residuos o facilitar avances para el ahorro energético.
El segundo ha servido para desarrollar un sistema capaz de detectar lo antes posible un incendio, ganando tiempo para actuar más rápido. Para ello se emplean sensores de temperatura y luminosos, creando una alerta luminosa y sonora que alerte y ponga en marcha toda la maquinaria para intentar sofocar el incendio cuanto antes.
Para María Teresa Gimeno, directora de proyectos en la Fundación Endesa, "con RetoTech queremos reconocer y premiar a los jóvenes de nuestro país por su dedicación, pasión y habilidades en el campo de la robótica. Cada año se superan y las iniciativas tecnológicas que crean son verdaderamente impresionantes".
Conviene destacar que RetoTech se desarrolla durante todo el curso escolar en tres etapas. Por un lado, la formación en innovaciones educativas que el profesorado encargado recibe de parte del equipo del programa.
En segundo lugar, el trabajo en el aula de los retos planteados, que implica directamente a los alumnos y en el que el proyecto va tomando forma. Por último, la preparación del proyecto final.
Para todo ello, desde la Fundación Endesa se dota a todas las candidaturas seleccionadas con kits de robótica de la familia Arduino (Zum Kit Advanced o ZUM Kit Junior, según modalidad). Además, los centros de primera participación reciben una impresora 3D para que puedan desarrollar su proyecto al máximo.