El agricultor lleva décadas maldiciendo esa época del año, desgraciadamente la de más calor, en la que tiene que cargarse a la espalda una pesada bombona llena de litros y litros del producto fitosanitario correspondiente. Explotación arriba, explotación abajo.
Ese agricultor debe haber leído más de una y más de dos veces algún artículo en el que se detallen las bondades de la llamada agricultura 4.0. Monitorizar regadíos, sistemas robóticos de recolección... Todo para facilitarle -que no sustituirle en- las tareas básicas en cualquier terreno cultivado.
"¿Pero cuándo se va a inventar algo para la tediosa tarea de fumigar?", pensaría nuestro esforzado agricultor.
Pues bien, en algunos territorios como Andalucía ya han pensado en ello. Es más, van a empezar a desarrollarse los primeros pilotos gracias a dos tecnologías clave: la aviación no tripulada (drones) y el 5G.
Hace casi un año, la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad y en colaboración con la compañía Vodafone, lanzó la iniciativa Impulso al 5G Andalucía, cuyo primer reto de innovación fue precisamente la aplicación inteligente de fitosanitarios con drones en tiempo real.
Este planteamiento está dedicado a mejorar la protección de los cultivos a través de la detección y el tratamiento inteligente de plagas.
La propuesta ganadora ha sido la del consorcio formado por las empresas Agrosap y Corteva Agriscience, junto a las universidades de Sevilla, Córdoba y Almería a través del proyecto Athos 5G.
El objetivo del proyecto
El objetivo general del proyecto es el de desarrollar un prototipo funcional de vehículo aéreo no tripulado (UAV) con conectividad 5G para la protección inteligente de cultivos en tiempo real, explican desde Agrosap.
El grupo responsable del proyecto cuenta con dos empresas de amplia experiencia en la implantación de soluciones de agricultura de precisión y en la protección de cultivos, y con universidades reconocidas en ámbito de la investigación de nuevas tecnologías para la agricultura en España.
"El dron Athos sobre el que se articula el proyecto, ha sido diseñado para equipar un sensor multiespectral, una cámara RGB y una cámara termográfica, además de contar con un sistema para la aplicación de tratamientos fitosanitarios aéreos", indica la compañía.
Además, los datos recogidos por los sensores serán enviados en tiempo real a una plataforma cloud gracias al ancho de banda que proporciona la red 5G. "En los servidores de la plataforma se aplicarán algoritmos propios y técnicas de visión por computador para detectar y cuantificar las zonas afectadas en los cultivos", remarcan.
Posteriormente, "el sistema determinará la necesidad de realizar una aplicación en el caso de que exista presencia de plagas en algún punto, y enviará una orden al Athos para que realice el tratamiento necesario. Todo este proceso ha sido diseñado para ejecutarse de forma automática con una mínima supervisión por parte de los operadores del sistema".
Para Salvador Correa, director general de Agrosap, "en este proyecto, la velocidad de transferencia, la estabilidad y la baja latencia que ofrece la red móvil 5G, permiten plantear una solución que combina la transmisión de un gran volumen de datos, con la necesidad de un retardo mínimo para el envío de ordenes en tiempo real a una plataforma aérea".
"Se trata de solución innovadora, imposible de plantear sobre la infraestructura de las redes 4G disponibles hasta ahora", añade.
El consejero de Economía, Rogelio Velasco, ha asegurado que "esta tecnología comienza a ser un requisito previo y un habilitador clave para explotar las oportunidades de transformación digital para la región".
En ese contexto, ha subrayado que "es necesario llevar el 5G a las empresas andaluzas, también a las tradicionales, para impulsar su digitalización", porque buena parte de la recuperación económica "depende de esta transición hacia el 5G y hacia otras tecnologías propias de la Cuarta Revolución Industrial".
Uno de esos proyectos que serán posibles gracias a ese habilitador llamado 5G será Athos 5G, que tendrá una duración planificada de 9 meses, y los responsables del proyecto esperan que se convierta en un ejemplo de aprovechamiento creativo e innovador de las ventajas que aporta la tecnología 5G a los profesionales agrícolas.