"El sector agroforestal se enfrenta a importantes retos en el ámbito socioeconómico y ambiental, como el abandono de tierras agrícolas, la despoblación rural, el avance de la desertificación y la pérdida de biodiversidad por el cambio climático y el monocultivo".
Así justifica el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), un proyecto que pretende, precisamente, intentar afrontar esos retos a través de la disrupción.
El proyecto 'Gestión forestal y agricultura sostenibles para la obtención de bioproductos de alto valor frente al reto demográfico. BIOVALOR' evidencia su objetivo en el propio título: se trata de desarrollar el potencial de obtención de bioproductos de elevado valor de especies forestales y plantas aromáticas y medicinales (PAM) cultivadas en tierras agrícolas marginales de baja productividad para cultivos tradicionales.
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Esta iniciativa en la que colabora el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), con Juliana Navarro, investigadora del Departamento de Ciencia Vegetal, al frente, cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) dentro de la convocatoria de 2021 en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU.
BIOVALOR pretende hacer frente a estos retos impulsando una gestión forestal sostenible que permita la utilización de los restos de poda de pinar y sabinar y el cultivo mixto de especies de plantas aromáticas solas o en combinación con cultivos leñosos tradicionales.
Se pretende impulsar estas prácticas como una opción viable y atractiva para el sector agroforestal, implementando soluciones tecnológicas para la digitalización de los cultivos y la mecanización de las cosechas.
El proyecto, que se ha iniciado este mes de julio y abarcará hasta el 31 de diciembre de 2025, tiene como objetivo impulsar la bioeconomía circular frente al reto demográfico a través del desarrollo de nuevas cadenas de valor en torno a una gestión forestal sostenible y al cultivo de especies aromáticas autóctonas en tierras marginales para la producción de aceites esenciales y otros bioproductos de alto valor añadido.
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Tomará como área de estudio y actuación una de las zonas más despobladas de España comprendida entre las provincias de Soria, Guadalajara, Cuenca, Teruel y Zaragoza, con un total de 59.047 kilómetros cuadrados situados dentro de 24 comarcas agrarias y con una densidad de población media situada por debajo de los 10 habitantes por kilómetro cuadrado.
En el proyecto, liderado por la Fundación Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (CESEFOR), también participan el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), la Asociación de Propietarios Forestales de Soria (ASFOSO) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). El proyecto está dotado con una subvención de 1.996.359 euros.
Proyectos como este son reflejo de la política en I+D+i emprendida desde el gobierno regional de Aragón. La apuesta por la disrupción es evidente y se hace patente en diferentes convocatorias de ayudas, como la publicada recientemente.
Así, el ejecutivo aragonés inyectará cerca de un millón de euros al tejido productivo de la comunidad autónoma para impulsar la innovación y la creación de startups y spinoffs. A través del llamado Fondo de Innovación, facilitará el emprendimiento a investigadores de la Universidad de Zaragoza, CSIC y resto de centros de I+D+i, aportando recursos económicos para hacer frente con soluciones innovadoras a los retos sociales a los que nos enfrentamos, aprovechando el potencial científico de la Comunidad.
Impulsar la innovación regional
Además de apoyar la creación de nuevas empresas con carácter de innovación científica, podrán beneficiarse pequeñas y medianas empresas ya existentes que desarrollen y ejecuten proyectos o iniciativas innovadoras en cualquier sector de actividad.
Desde su puesta en marcha, el Fondo de Innovación –fruto del convenio entre el Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento y Sodiar- ha impulsado 82 proyectos de los 174 presentados, con un importe total invertido de 9,91 millones (superior a los 7 millones con que se dotó inicialmente, gracias a la reinversión de los importes recobrados de la inversión inicial).
Se estima que esta herramienta –a lo largo de sus once años de vida- ha contribuido a generar una inversión empresarial en la comunidad de 43 millones de euros, con un efecto multiplicador de 3,34, y ha ayudado a la creación o mantenimiento de 1.900 empleos.
La mayor parte de los proyectos financiados corresponden a la industria manufacturera (41,46%), actividades profesionales, científicas y técnicas (26,83%) e información y comunicaciones (12,2%). Las cifras medias por operación hablan de una inversión pública de 120.900 euros, para alcanzar una inversión total de 525.140 euros y la generación o mantenimiento de 23,16 empleos.
Además de inyectar financiación para la innovación empresarial, la administración autonómica ha puesto en marcha en los últimos años otras estrategias complementarias para ayudar al tejido productivo a evolucionar tecnológicamente hacia los conceptos de transformación digital y circularidad, aplicando tecnologías disruptivas.
Así, por ejemplo, desde ITAINNOVA y gracias a los bonos tecnológicos se está ayudando a cerca de un centenar de pymes y se ha logrado un retorno que duplica la inversión realizada. Con INNOIDEA, se han acelerado cerca de 40 proyectos de innovación, con tecnologías como blockchain, navegación por satélite, internet de las cosas o diseño 3 D. E INNORUTA ha recorrido una decena de cabeceras de comarca para llevar la innovación al territorio, con cerca de 200 empresas interesadas y asesoradas.
Ahora, desde el Departamento de Ciencia del Gobierno de Aragón se pretende ayudar a que desde la comunidad científica se puedan aportar soluciones a problemas actuales, desde los macroincendios a la agroecología o la energía, transformando el motor económico de Aragón a uno basado en el conocimiento y la innovación.