Alberto Contador, uno de los ciclistas más laureados de los últimos tiempos, dio una auténtica exhibición en Asturias aquella tarde del 9 de septiembre de 2017, días antes de poner fin a su carrera deportiva.
En la penúltima etapa de aquella Vuelta Ciclista a España levantó los brazos en señal de victoria, por segunda vez en su vida, en la cima del Angliru, uno de los puertos de montaña más terroríficos del mundo, con rampas de hasta el 24%.
Con este triunfo, lleno de emotividad, se agrandó la leyenda de esta cumbre mítica, descubierta por un pastor en 1998 y que los ciclistas profesionales sufrieron por primera vez en 1999 con victoria de otro ciclista inolvidable, José María Jiménez 'El Chava'.
El Angliru se ha subido ocho veces y las ocho han dejado grandes historias. Fue la disrupción que la Vuelta a España necesitaba para situarse como referencia, como una de las pruebas que las grandes estrellas de este deporte quieren ganar alguna vez.
Desde entonces, no hay aficionado al ciclismo o turista en general que no sienta curiosidad, cuando visita el territorio asturiano, por acercarse a esas rampas endemoniadas, que se combinan con un paisaje de ensueño.
Y, si su 'descubrimiento' fue toda una revolución, su fama creciente ha acabado de convencer a la administración pública autonómica para acometer una segunda vuelta de tuerca, esta vez con la tecnología como protagonista.
El Gobierno de Asturias ha anunciado que pondrá en marcha un proyecto de digitalización en este puerto de montaña, algo que no es muy habitual entre los gigantes de cordilleras míticas para el ciclismo como los Alpes, los Pirineos o los Dolomitas.
Esta digitalización estará basada en la instalación de sensores a lo largo de todo el Angliru, que permitirá impulsar en Riosa -la localidad asturiana en cuyo término municipal se ubica el coloso- el turismo deportivo de alta montaña y ofrecer servicios ligados a las nuevas tecnologías para la población del municipio.
La Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad ha presentado, junto con el Ayuntamiento de Riosa, la iniciativa Angliru 2.0, que nace como proyecto piloto vinculado al internet de las cosas (IoT, en sus siglas en inglés) y que prevé estar en funcionamiento de cara a la Vuelta a España, a principios de septiembre.
Y es que este puerto volverá a ser protagonista en la edición de 2023 de una de las tres grandes vueltas por etapas más importantes del mundo (junto con el Giro de Italia y el Tour de Francia). Será en la etapa 17, el 13 de septiembre.
Para ese día está previsto que el Angliru pueda enseñar ya su vertiente más tecnológica, en favor del deporte, de la seguridad en los deportes de montaña, del control medioambiental e incluso en favor de la ganadería, en homenaje al sector que hizo posible que hoy este alto sea una referencia mundial.
En relación con lo que tiene que ver con el deporte, el objetivo es medir y compartir los tiempos de subida hasta el alto de la montaña, tanto de las personas aficionadas al ciclismo que deseen realizar el reto como de los participantes en carreras.
Quienes deseen formar parte de la comunidad Angliru podrán inscribirse en el albergue Hotel del Mirador, donde recogerán un dispositivo que se conectará con los sensores instalados a lo largo de la ruta e irá midiendo tiempos. También se podrá facilitar un certificado con el tiempo de subida.
La seguridad en la práctica del senderismo también será importante en este proyecto de digitalización, ya que se prevé la opción de facilitar un botón de auxilio a personas que realicen rutas, tanto en verano como en invierno con raquetas de nieve.
En cuanto a los controles medioambientales, se instalarán sensores en zonas de utilidad para el municipio. Un ejemplo es la medición de la cantidad de agua en el depósito de la montaña.
Sensores
Actualmente, el personal del ayuntamiento tiene que desplazarse para comprobar el nivel hídrico, algo que se podría conocer directamente a través de sensores. También se instalarán dispositivos para evaluar la calidad del agua, el aire y la tierra de los pastos.
Por último, la monitorización de ganado también va a ser protagonista. Al igual que en un proyecto que se pondrá en marcha en el concejo de Yernes y Tameza, en Riosa se ofrecerá la posibilidad de controlar con sensores la ubicación de animales.
El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, y el director general de Innovación, Iván Aitor Lucas, junto con la alcaldesa de Riosa, Ana Díaz, fueron los encargados de presentar en la localidad de La Vega las líneas básicas del proyecto, que persigue llevar la innovación digital a la vida cotidiana a través de la tecnología del internet de la cosas, es decir, la conexión entre dispositivos.
El Principado, en colaboración con la administración local, facilitará la instalación de sensores para realizar las mediciones.
"Una de las funciones de esta iniciativa es que la tecnología sirva como revulsivo para la zona rural y como elemento de atracción para visitantes, de modo que podamos contribuir a un turismo sostenible, con la naturaleza y el deporte como aliados", ha valorado el consejero.
Estos proyectos piloto permiten testar la tecnología IoT basada en el intercambio de datos entre máquinas a través del sistema LoRA (Long Range, largo alcance), que facilita una conexión inalámbrica que puede llegar a los 20 kilómetros, potente frente a las interferencias y de bajo consumo de energía.
En el desarrollo del plan Angliru 2.0 colabora de forma directa la Cátedra Thin5G, impulsada por la Consejería de Ciencia en colaboración con la Universidad de Oviedo, que asesorará en la parte técnica del programa, tanto en la instalación de sensores como en los emisores y receptores. Su director, Rafael Ayestarán, ha asistido a la presentación de esta iniciativa, apadrinada por el exciclista profesional Ricardo Valdés.