Cuando se produce un cambio de gobierno siempre hay un periodo en el que salen a la luz situaciones sobre las que nadie había reparado. El nuevo responsable político abre un cajón y encuentra un problema. Y lo difunde al tiempo que promete soluciones. Es un clásico.
El caso que nos ocupa se ha producido en Palma de Mallorca (Baleares) y el tema principal es el innovador sector del transporte sostenible.
En los últimos tiempos la mayoría de administraciones públicas con competencias en el sector del transporte público están apostando por vehículos cada vez más respetuosos con el medio ambiente.
Los avances tecnológicos han hecho que la movilidad eléctrica o la que utiliza el hidrógeno sean cada vez más habituales. El Ayuntamiento de Palma no fue una excepción. En el mes de marzo adquirió por valor de casi cinco millones de euros cinco autobuses propulsados por hidrógeno. Asimismo, disponía de otros 10 autobuses eléctricos.
Hasta ahí, todo normal. El problema, según se ha conocido ahora, es que la isla tenía problemas de suministro de hidrógeno por las deficiencias técnicas de la planta de Lloseta; en el caso de los 10 autobuses eléctricos, sólo había un cargador disponible para su suministro.
Lo ha denunciado ahora el nuevo alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, quien ha hecho un repaso de todo lo sucedido. Acompañado por el teniente de alcalde de Movilidad, Toni Deudero, y el gerente de la EMT, Juan José Elías, ha denunciado este verano una "situación de caos" con "cinco autobuses de hidrógeno que no pueden prestar servicio y otros 80 autobuses que estaban parados por problemas mecánicos, o falta de aire acondicionado".
El primer edil de Palma ha sido tajante en relación con los cinco autobuses de hidrógeno inactivos en las cocheras al declarar que "se ha engañado a los ciudadanos. Tenemos cinco vehículos de hidrógeno que han costado casi cinco millones de euros y que no pueden circular por Palma porque carecen de combustible; no hay hidrógeno porque no funciona la central de Lloseta y, además, no existe forma técnica de poder cargar los depósitos ya que sólo se puede cargar un máximo de un 18% con una autonomía de una hora, que prácticamente sólo da para salir y volver a entrar en las cocheras".
El alcalde de Palma ha apuntado que "también nos hemos encontrado con que había cuatro minibuses parados y sin servicio desde hace ocho meses, minibuses que ya están entrando en funcionamiento. En cuanto a los autobuses eléctricos, existía un solo cargador para los 10 autobuses existentes. Hemos revertido la situación y ahora hay 12 cargadores en marcha que pueden empezar a dar servicio".
Martínez ha hecho hincapié en que el gobierno de Baleares "sabía perfectamente que no había hidrógeno en la isla para cargar los cinco autobuses de hidrógeno. Lo que estamos haciendo ahora es revertir la situación y buscar soluciones para estos autobuses, puesto que cada mes que pasa la ciudad de Palma pierde casi 30.000 euros por el coste de tenerlos parados".
Con todo, el nuevo equipo de gobierno ha querido dejar claro que es "positivo" hacer una apuesta por las energías renovables y la eficiencia energética, "pero las cosas deben hacerse una tras otra. La planificación y la coordinación deben estar por encima de la propaganda electoral. No se pueden comprometer cinco millones en unos autobuses que no pueden circular y creo que existe una responsabilidad política clara".
"Creo que ahora nuestra responsabilidad es buscar otras alternativas para poner en circulación estos vehículos de hidrógeno. Ahora no hay alternativa, pero estamos estudiando nuevas soluciones", ha concluido el alcalde de Palma.
Gabinete de crisis
Ahora bien, eso no significa que el Ayuntamiento de Palma no esté pendiente de lo que suceda en la planta de Lloseta. En este sentido, el consistorio ya ha recibido la comunicación de que la previsión es que, a finales de año, puedan haberse resuelto las deficiencias técnicas que afectan a la planta de la compañía Power to Green Hydrogen radicada en Lloseta, de la que depende el suministro de los autobuses de hidrógeno de la empresa municipal EMT.
Así lo ha indicado el teniente de alcalde de Movilidad y Polígonos Industriales, Toni Deudero, tras reunirse con el CEO de Enagás Renovables, Antón Martínez, y el gerente de Power to Green Hydrogen en las Islas Baleares, Sebastià Barceló.
La reunión forma parte del calendario de encuentros que desde el pasado mes de julio realizan responsables políticos y técnicos del consistorio, además de directivos de las empresas vinculadas a este proyecto, con la intención de encontrar soluciones rápidas y efectivas a los problemas de funcionamiento de la planta de Lloseta.
A lo largo de esta última sesión de trabajo, que se ha desarrollado en las oficinas de la EMT, el gerente de Power to Green ha informado que la empresa ACCELERA, perteneciente al grupo estadounidense Cummins y proveedora del electrolizador, confía en haber resuelto los actuales problemas técnicos a finales de este año, de tal modo que la planta podría estar nuevamente operativa antes de terminar 2023 o, en todo caso, a principios de 2024.
El teniente de alcalde de Movilidad, Toni Deudero, ha señalado que, a raíz de las dificultades que afectan a las instalaciones de Lloseta "se creó un gabinete de crisis y un gabinete técnico que están trabajando a contrarreloj para encontrar una solución que haga posible poner en circulación, lo antes posible, los buses de hidrógeno de la EMT".