La cornamenta de un ciervo puede convertirse en paliativo al tratamiento de una de las enfermedades más temidas, el tumor cerebral llamado glioblastoma, y de una de las más comunes en hombres, el cáncer de próstata. La base científica de esta afirmación comienza a ser tenida en cuenta y podría suponer una revolución en el campo médico.
Las primeras exploraciones en este campo son de origen asiático pero en España, más concretamente en Castilla La Mancha, los avances están siendo muy prometedores.
El Grupo de Investigación en Ciencia Animal Aplicada a la Gestión Cinegética del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) y el Departamento de Investigación del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) trabajan de la mano en un ambicioso proyecto que demuestra que el extracto de cuerna de ciervo es un anticanceroso tan potente como la quimioterapia utilizada para tratar un cáncer cerebral denominado glioblastoma.
¿Por qué? Pues bien, para contestar a la pregunta de cómo se llega a esta conclusión hay que remontarse a un encuentro 'casual' entre ambas instituciones. El propio IREC relata la historia: "Todo comenzó en 2019 a raíz de una charla que el Doctor Tomás Landete-Castillejos, del IREC, ofreció en el CHUA sobre el "superpoder de los ciervos", el cual reside en su cuerna".
En su ponencia, Landete-Castillejos destacó que la cuerna de los ciervos es una estructura única que crece más rápido que el cáncer: "De 1 a 4 centímetros por día en longitud, y crea más de 20 centímetros cuadrados de piel al día en la punta, por donde crece".
Curiosamente, el Doctor Louis Chonco, de la Unidad de Investigación del CHUA, que en ese momento trabajaba en estudios sobre glioblastoma en el grupo del Doctor Tomás Segura, del Departamento de Neurología del CHUA, sugirió entonces hacer una prueba con sus cultivos celulares, según explica el IREC.
La muestra fueron unas pastillas de cuerna de ciervo que tenía el Doctor Landete-Castillejos y que se venden en Internet como nutracéutico.
Ya en esa prueba preliminar, el extracto de cuerna demostró producir una mortalidad en una línea celular de glioblastoma, similar a la de la Temozolomida (TMZ), "la única quimioterapia que logra alargar la vida de los enfermos que desarrollan este tipo tan agresivo de cáncer".
Reduce la formación de colonias en un 84%
El IREC afirma que el estudio desarrollado a partir de esta prueba, diseñado y liderado por el Doctor Chonco, y en el que también participa el Instituto de Investigación en Discapacidades Neurológicas (IDINE) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), demostró que el extracto de cuerna de ciervo de la punta -no de su parte media- redujo la proliferación de dos líneas celulares de glioblastoma en un 38% y la formación de colonias en un 84% (lo que podría equipararse a la metástasis), además de inhibir la migración celular en un 39% y producir otros cambios que no fueron significativos en células sanas.
Se trata de primer trabajo de grupos no asiáticos en este ámbito y el segundo tipo de cáncer en el que la cuerna en crecimiento demuestra actividad.
"Tanto en glioblastoma como en cáncer de próstata, el extracto produce mortalidad en las líneas celulares de ambos tipos de cáncer, pero es inocuo en líneas celulares sanas", afirman sus autores.
A su vez, recuerdan que recientemente se ha publicado un importante estudio en la revista Science, en el que se indica que ese crecimiento tan rápido de la cuerna de ciervo es debido al uso de proto-oncogenes (similares a los genes que producen el cáncer) y que este animal, para protegerse, ha desarrollado genes supresores de neoplasias malignas.
Por otro lado, según un artículo de revisión del Doctor Landete-Castillejos, probablemente la actividad anticancerosa del extracto de cuerna de ciervo es universal (afectaría a todos los tumores), o al menos, muy amplia.
Financiación para más progresos
Los únicos estudios publicados hasta ahora por grupos chino-coreanos han demostrado efectos anticancerosos de la cuerna de ciervo en líneas celulares de cáncer de próstata y en modelos murinos de xenoinjerto.
Ese es el siguiente paso de los investigadores Chonco, Landete y Segura en los próximos meses si consiguen financiación para continuar el estudio: ver si el extracto ingerido o inyectado logra reducir glioblastomas en modelos de ratón.
"Esto es particularmente difícil porque el sistema nervioso está protegido por la barrera hematoencefálica que filtra muchos fármacos y otras moléculas", señalan.
El Doctor Chonco, según explica el IREC, ha solicitado un proyecto nacional con ambos grupos de investigación para evaluar, no solo los mecanismos por los que el extracto de cuerna ejerce sus efectos en glioblastoma, sino también si es un anticanceroso de amplio espectro contra cáncer de mama, piel y colon.
Además de la posibilidad de poder utilizar las píldoras, que ya se venden, estos estudios podrían indicar el camino para encontrar fármacos anticancerosos potentes, pero sin efectos tóxicos.