Bosch cuentas con dos fábricas de microchips, la última en Alemania.

Bosch cuentas con dos fábricas de microchips, la última en Alemania. E.P.

Cataluña

La 'cantera' de talento con la que Cataluña quiere asegurar mano de obra para la futura industria de los chips

Universidad y empresa se alían para crear un clúster de formación para el sector de los semiconductores. "Si se consigue una fábrica, será necesario personal cualificado", explica su promotor.

23 agosto, 2022 02:58

En abril se creó FabCat, una plataforma dirigida a dar apoyo a Cataluña para que pueda acoger una de las futuras fábricas de semiconductores prevista bajo el impulso de la Chips Act de la Comisión Europea.

Fue entonces cuando cinco universidades catalanas, las Cámaras de Comercio de Barcelona y Girona y diversos centros tecnológicos y asociaciones de profesionales unieron fuerzas en este sentido. Pero era necesario dar un paso más.

"Ahora hemos creado el clúster de formación en tecnología microelectrónica y nanoelectrónica para estructurar una oferta formativa que de respuesta a la demanda de la industria de semiconductores, porque si se consigue una fábrica, será necesario", explica Albert Cirera, promotor del clúster y catedrático de Tecnología Electrónica de la facultad de Física de la Universidad de Barcelona.

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En el marco de esta asociación está previsto impartir ciclos formativos, cursos de formación continuada y de reciclaje, postgrados y un máster conjunto entre las diferentes entidades que lo integran. También coordinará la realización de doctorados industriales.

La industria de los microchips es un sector decisivo y de gran potencial, pero hay quien apunta que para Europa ya ha pasado este tren. Cirera, en cambio, cree que "no vamos más tarde que otras áreas del mundo, como América Latina o India. Sí que vamos infinitamente detrás si nos comparamos con China, Corea del Sur o Taiwán. Pero mejor ahora que nunca".

Europa está dispuesta a potenciar este sector y se ha propuesto producir el 20% de los chips del mundo el 2030, cuando ahora abarca solo el 9%. Para conseguirlo, presentó el pasado febrero la EU Chips Act, la directiva que nació acompañada de 12.000 millones de euros en ayudas directas y al que espera que el sector privado añada 43.000 millones de euros más en inversiones.

A ello se suma el PERTE de 11.000 millones de euros provenientes de los fondos Next Generation EU, anunciado esta pasada primavera en el Wake Up, Spain! por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que está orientado a impulsar exclusivamente la industria de los semiconductores en España.

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Para Cirera, todas estas inversiones deben ir acompañadas de profesionales cualificados. "Es un punto que puede ser determinante para que se instalen empresas aquí". Y explica que "no existe ningún país del mundo que tenga suficiente mano de obra cualificada para dar servicio a estas empresas".

Por ejemplo, Taiwán, uno de los líderes en fabricación de microchips y semiconductores, "ya ha reconocido que en los próximos años necesitará miles de ingenieros que no tiene. Tendrá que atraer talento de fuera y combinarlo con el de casa", apunta Cirera.

Una fábrica de semicomponentes necesita de media alrededor de los 2.000 puestos de trabajo directos y hasta 20.000 de indirectos. Eso sí, la inversión que requiere una de estas factorías se sitúa en 22.000 millones de euros en total, a lo largo de los años.

"Pero no todas las factorías deben ser de chips de tecnología punta", explica Cirera. Europa quiere crear dos o tres fábricas de chips avanzados. "Una parece ser que ya está acordada con Intel y se ubicará en Múnich, mientras que una segunda se situará en la ampliación de una fábrica que esta firma tecnológica tiene en Irlanda. Pero Europa necesita también factorías de chips de tecnología media".

Aspirar a tener soberanía

Y precisamente para tener personal cualificado en este ámbito, "pretendemos fomentar el conocimiento y, sobre todo, crear un ecosistema para que las empresas surjan por si solas. Por lo tanto, el clúster tendrá el emprendimiento como uno de sus ejes principales. Sus socios ya crean alrededor de 100 empresas anuales pero lo que tenemos que conseguir ahora es que sean del ámbito de la electrónica", asegura.

El clúster definirá después del verano los objetivos comunes y presentará el máster que estará disponible en el curo 2023-24 en todas las universidades que participan en esta asociación.

"Si no conseguimos atraer ninguna fábrica de chips avanzados, tenemos que seguir adelante, aspirar a tener soberanía y capacidad tecnológica. Ahora es el momento de generar cantera", concluye Cirera.