Cómo ha sido la colaboración entre empresas y los institutos tecnológicos durante los años de la crisis económica? Dar respuesta a esta pregunta ha sido el objetivo del informe El impacto de los institutos tecnológicos de Redit en las empresas y la economía regional¸ que estudia el periodo 2010-2015, para conocer la relación de colaboración entre institutos y empresas en “los años más duros de la crisis”, ha explicado Fernando Saludes, presidente de Redit.
¿Cuál es el socio preferente que más valor añadido les ha aportado? Esta es la pregunta clave de este estudio, ha afirmado la investigadora de la Universidad Carlos III que ha liderado este estudio, Aurelia Modrego. Así, una primera conclusión es que las empresas que eligen como socio a uno de los institutos de Redit son principalmente pymes y del sector manufacturero.
Las empresas que colaboran con Redit tiene una mayor capacidad de captar más fondos públicos para I+D+i que el resto: un 64,7% frente al 34,4%, respectivamente. De hecho, se enfoca en el desarrollo de la innovación de producto (12% más) y son más activas en la I+D+i interna (un 20% más).
Asimismo, estas empresas patentan más y tienen más propensión a comprar servicios de I+D, ha detallado Modrego. Además, tienen mayor probabilidad a exportar a la UE, un 25% más que el resto de empresas, y, al colaborar con Redit, estas empresas aumentan su productividad en una media de un 3%, respecto al resto.
Estos datos han sido fundamentales en este periodo de crisis, ha subrayado Fernando Saludes. “El conjunto de los institutos nos han ayudado a dar un soporte y un servicio a las empresas”, gracia, por ejemplo, a la infraestructura de laboratorios con la que cuentan los centros para seguir innovando en el desarrollo de productos y servicios.
Efectos en la economía regional
Las 1.087 empresas que colaboran con Redit suponen el 38,3% de la cifra de negocios total de la Comunidad Valenciana y cuentan con una productividad de trabajo de 197.200 euros por empleado. Por tanto, según Modrego, la contribución de Redit al PIB de la Comunidad Valenciana se puede estimar en alrededor del 2,2%.
Uno de los aspectos negativos que hay que destacar es el número de empresas innovadoras, que entre 2010 y 2015 ha descendido en España un 22,1%, y en la Comunidad Valenciana un 25,6%
Por ello, ha lamentado la “baja participación” de las empresas en la innovación, es decir del sector privado. En Europa el porcentaje privado asciende al 64%, en España desciende al 54%, y en la Comunidad Valenciana al 41%, ha estimado Fernando Saludes, el presidente de Redit.
Modrego ha señalado que los institutos son organizaciones “clave” de los sistemas regionales de innovación. De hecho, “actúan como socios estratégicos para fortalecer la competitividad y la capacidad innovadora de las empresas”. Y esto es posible al “facilitar” el uso de servicios de conocimiento a las pymes y detectar, de este modo, sus “carencias innovadoras” para poder prestarles servicios de gran valor añadido.
El INE y el acceso a los datos
La investigadora Aurelia Modrego ha aprovechado esta presentación para criticar algunas prácticas del INE, una de las fuentes de datos de este estudio. “El INE ha dificultado el acceso a algunos de los datos individualizados, aunque anonimizados”, ha puntualizado. “Ha sido un proceso que ha durado tres años de gestión diaria”. En su opinión, “la información solo es útil si se utiliza”, por lo que hay que “ser capaces de valorar la información para que este tipo de estudios sea cada vez más habitual”.