En el último año antes de la pandemia, la industria del juguete facturó en España alrededor de 1.500 millones de euros pero esta cifra bajó a los 929 millones en el fatídico año 2020, según datos de la empresa de investigación de mercados The NPD Group citados por Europa Press.
Este descenso ha obligado al sector a replantearse algunas cosas, como ha sucedido en muchas áreas productivas. Y detrás de estas reflexiones, también como tantas otras veces, ha surgido la palabra 'mágica': innovación.
Un buen ejemplo de lo anterior se puede encontrar en la Comunidad Valenciana, uno de los mercados más potentes, junto con Cataluña, del sector a nivel nacional.
Allí, el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y Ocio (AIJU) ha presentado una memoria en la que queda reflejada la importancia que ha tenido la disrupción en los últimos meses.
Se deduce de las cifras que la industria juguetera ha tenido que ir evolucionando sobre la marcha para tratar de que las cifras de facturación no se desplomaran ya en 2020: adaptarse a las nuevas circunstancias sociales (confinamientos, disminución de reuniones, pérdida de pode adquisitivo...) y a las nuevas tecnologías han sido la clave.
Primer dato a tener en cuenta: AIJU llevó a cabo en 2020, con el respaldo de instituciones como el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) -dependiente de la consejería de Economía- y la consejería de Innovación un total de 41 proyectos de I+D+I en los que participaron 68 empresas movilizando 9,7 millones de euros.
Durante este ejercicio, AIJU amplió sus capacidades en servicios y proyectos de I+D+i en procesos de impresión 3D para el área de salud, centrados en artículos de protección frente a la Covid.
Además, según refleja la memoria, ha acercado la posibilidad de acceder a servicios de alto valor añadido a las empresas de transformación de plástico y moldes.
Entre los proyectos destacados, la memoria hace hincapié en el demostrador de industria 4.0 cuyo objetivo es que empresas del sector del plástico y talleres de matricería de la Comunidad visualicen los beneficios de la aplicación de la industria 4.0.
Robótica e inteligencia artificial
De los programas iniciados para transformar el sector, se puede destacar MOVIBOT, un sistema robótico móvil compuesto por una plataforma móvil inteligente sobre la que se ha fijado un brazo robótico colaborativo.
El robot manipulador dispone de un sistema de visión artificial profesional que permite realizar tareas de pick & place e inspección y de un sistema de seguridad para la navegación basado en sensores de visión 3D destinado a evitar colisiones.
Además, ha sido dotado de pinzas robóticas colaborativas y herramientas basadas en ventosas que permiten la manipulación de una gran variedad de piezas.
El sistema robótico puede realizar desplazamientos de forma autónoma y utilizarse en multitud de tareas colaborativas en sistemas de producción cambiantes como son los del sector del juguete y la producción de productos de plástico.
Otro proyecto aplicado tiene que ver con la integración de inteligencia artificial en juguetes y el proceso de innovación del juguete tradicional en Smart toys. Este proyecto es AICLOUD4TOYS.
Esta plataforma cuenta con un sistema de ayuda para integrar reconocimiento de imágenes o chatbots, que facilita la interacción entre el usuario y las aplicaciones vinculadas con el juguete.
De esta forma, el juego se vuelve más atractivo y dinámico, dónde el juguete aprende de cómo juega el usuario con él y personaliza la experiencia, haciéndola más
enriquecedora y alargando la vida útil del juguete.
También destaca la obtención de herramientas de formación innovadoras y gratuitas sobre comercio electrónico de productos infantiles seguros (proyecto e-COM 4 CHILDREN).
Por último, cabe destacar la Guía AIJU, el proyecto más social, el resultado de tres estudios que se llevaron a cabo con 2.500 familias durante el preconfinamiento, confinamiento y posconfinamiento.
Esta guía ofrece a los consumidores información detallada y útil sobre juegos y juguetes de calidad que resultan adecuados a las necesidades lúdicas y psicopedagógicas de sus destinatarios.
Servicios a empresas
Más datos. AIJU realizó un total de 44.150 servicios a 1.150 empresas durante el ejercicio de 2020. De ellos, 10.453 fueron análisis físicos, 346 ensayos en el área de salud, 30.389 análisis químicos, 2.493 servicios de materiales y procesos, 146 servicios de organización y gestión, 124 servicios de pedagogía y mercado y 199 servicios de formación.
En esta última área, de especial atención para las pymes de la Comunidad Valenciana, AIJU dio servicio a 1.550 empresas con 1.341 participantes y 5.671 horas lectivas.
AIJU obtuvo así en 2020, un total de 7,1 millones de euros de ingresos, fundamentalmente de servicios e I+D+I a empresas (3 millones de euros) e incentivos de I+D+I (3,6 millones de euros), y 6,8 millones de gastos.
Durante su intervención en la presentación de la memoria 2020, el presidente de AIJU, Pablo Cañizares destacó que "si bien las perspectivas económicas del sector y de AIJU eran muy duras a finales del primer cuatrimestre, el año ha terminado mejorando estas previsiones, y ello ha sido posible gracias a un gran esfuerzo de las empresas, que continuaron con sus proyectos de innovación y desarrollo de productos y servicios, y también a los excelentes recursos humanos que tiene el Instituto".
La memoria destaca además el equipo humano, que está compuesto por 110 profesionales con 11 doctores (45% de hombres y 55% de mujeres), 46 titulados superiores (42% hombres y 47% mujeres), 10 titulados medios (60% hombres y 40% mujeres), 18 auxiliares técnicos (44% hombres y 56% mujeres) y 25 auxiliares (25% hombres y 75% mujeres).
En cuanto a la central de compras, tutelada por AIJU, el pasado ejercicio participaron 36 empresas con un volumen de negocio de la central de 1,1 millones de euros. Fundamentalmente en operaciones de electricidad (14%), prevención Covid (14%) y material de oficina (3%). Lo que reportó un ahorro del 13% para las empresas.
Compromiso medioambiental
Asimismo destaca otra de las áreas donde, año a año, AIJU mejora su comportamiento ambiental avalado por su sistema de Gestión Ambiental, según la norma UNE-EN ISO 14001:2015.
El instituto mantiene su autosuficiencia energética en una ratio de 12% de energía fotovoltaica inyectada a la red y mejora sus indicadores de consumos. En este ámbito, AIJU continúa asesorando a las empresas a mejorar su comportamiento medioambiental con la nueva ordenanza municipal de vertidos.
Y continúa concienciando al tejido industrial mediante la realización de proyectos de I+D+I regionales y europeos en los campos de economía circular, tratamientos avanzados de aguas residuales y materiales más sostenibles. Así como con la realización de actividades de formación en temas medioambientales.