El año comenzó para la sanidad pública madrileña con un implante impreso en 3D y adaptable para ayudar en determinadas cirugías y con un software que permitía monitorizar la piel del paciente con fines predictivos.
Pero 2022 sigue avanzando y, ajenos a las ya clásicas trifulcas políticas en la región, los investigadores y expertos en tecnología sanitaria no dejan de presentar disrupciones encaminadas todas ellas a mejorar nuestra salud.
Esta vez, las novedades tienen que ver con la robótica y con la predicción que sólo es posible gracias al big data.
Hablar de robótica en España, como ya contó D+I, es hacerlo del conocido como robot Da Vinci, utilizado principalmente en operaciones de urología, ginecología, aparato digestivo… Pero ¿y si hubiera un robot que se atreviera a realizar una intervención cardiológica?
El Hospital público Gregorio Marañón ya lo tiene. Ha implantado, por primera vez en nuestro país, un sistema robotizado para la realización de procesos de cardiología intervencionista del que ya se han beneficiado 65 pacientes, con muy buenos resultados clínicos, y que aporta grandes beneficios para enfermos y profesionales sanitarios, al permitir un mayor grado de precisión y seguridad durante el procedimiento y reducir la radiación para ambos, según explican desde el propio hospital.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha visitado recientemente este centro hospitalario para comprobar el funcionamiento de esta tecnología, que se emplea para realizar angioplastias e implantes de stents en las arterias coronarias, intervenciones mínimamente invasivas de reparación con catéter que se realizan en pacientes con angina de pecho o infarto de miocardio.
"Este sistema robótico integra movimientos submilimétricos automatizados con imágenes radiológicas en movimiento de muy alta resolución, lo que ayuda a los especialistas a controlar con precisión los catéteres y alambres guía, así como las técnicas de reparación con balón o de implante de stents", indica.
Seguridad y eficacia
"Podemos asegurar que se gana en seguridad y eficacia para el enfermo y que está indicado para reparar lesiones de cualquier nivel de complejidad de las arterias coronarias", explica el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, Francisco Fernández-Avilés.
El nuevo sistema robotizado supone la incorporación de tecnología más vanguardista en el Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón. Es un robot que realiza movimientos muy precisos y controlados y que permite manejar todos los dispositivos que se utilizan para reparar con catéter las arterias coronarias.
De esta forma se evita la variabilidad de los resultados en estos procedimientos de intervencionismo. Otra de las novedades es que permite que la utilización de los dispositivos, se haga desde fuera de la sala de intervención e incluso en remoto.
Por otro lado, la precisión submilimétrica en el manejo de los catéteres permite el ahorro de dispositivos, al poder realizar medidas muy exactas del tamaño de las lesiones. De hecho, ya se ha demostrado que usando este robot se reduce en un 8,3% el uso de dispositivos innecesarios.
Los profesionales sanitarios no tienen que permanecer en la mesa de angiografía como de costumbre, ya que pueden controlar el procedimiento desde un módulo separado. Por lo tanto, están menos expuestos a la radiación y no precisan llevar puestos los equipos plomados de protección radiológica de forma permanente.
Una gran ventaja de esta tecnología es que "disminuye la peligrosa radiación del personal y reduce también los problemas óseos y ortopédicos que sufren los profesionales por el elevado peso del delantal protector de plomo, del que pueden prescindir con el robot", explica Jaime Elízaga, cardiólogo intervencionista del Hospital Gregorio Marañón.
Beneficios para el paciente
"Más importante –añade– son los beneficios para el paciente: los estudios y nuestra experiencia demuestran que esta técnica robótica disminuye la radiación del paciente, reduce el uso de los medios de contraste, no exentos de toxicidad, y aumenta la eficacia de la intervención en comparación con la técnica manual tradicional por la precisión milimétrica de los movimientos y la disposición más adecuada de la fuente de radiación", refrenda.
La Enfermería tiene un gran protagonismo a la hora de realizar esta técnica robotizada. Actualmente son los encargados de la preparación y montaje del material que se tiene que usar durante el procedimiento. La formación del equipo de Cardiología Invasiva del Hospital Gregorio Marañón ha corrido a cargo de dos enfermeras inicialmente, siendo ellas las encargadas de trasladar sus conocimientos a todo el resto de los profesionales de la Unidad, con el objetivo de que estos puedan realizar esta técnica con el robot en cualquier momento que se precise.
La siguiente disrupción sanitaria madrileña nos lleva a otro hospital público, el Hospital Universitario de La Princesa.
Allí se ha puesto en marcha el 'Predictor del riesgo de gravedad en pacientes con SARS-COV2'. Se trata de un proyecto de investigación iniciado en el año 2020 con el objetivo de diseñar una herramienta que a través de los registros obtenidos por los profesionales de enfermería tras la medición sistemática de una serie de constantes a los pacientes ingresados por Covid-19, pronosticara la evolución de estos en las siguientes 24 horas.
Esta información es básica para adaptar un plan de cuidados de enfermería individualizado a cada paciente y su posible agravamiento. Dentro de este plan de cuidados pueden ponerse en marcha medidas como la intensificación de la vigilancia de las constantes, la adaptación de los grados del cabecero de la cama a su situación respiratoria, e incluso el traslado del paciente a una cama de monitorización permanente videovigilada.
El proyecto en cuestión, que se ha desarrollado con el apoyo del Instituto de Investigación Sanitaria a través de los fondos para investigación de la Covid-19 de la Dirección General de Investigación, Docencia y Documentación de la Consejería de Sanidad, se encuentra plenamente operativo y en la fase de análisis de la eficacia que permita confirmar la tesis de partida.
Así funciona el 'predictor'
El diseño del software del 'Predictor Enfermero' se realizó por un equipo multidisciplinar del Hospital Universitario de La Princesa, coordinado por Sergio González Álvarez, supervisor de Área de I+D+i, Jose Carlos Elvira Gómez, del Servicio de Informática, y Jorge Martínez García, analista de datos del Instituto de Investigación Sanitaria.
El pilotaje del proyecto se está llevando a cabo en la Unidad de Neumología, siendo liderado por Mar Barrios, supervisora de Enfermería de dicha Unidad.
Se trata de un estudio a partir de variables epidemiológicas, clínicas y no clínicas. Como variables epidemiólogica clínicas se ha tenido en cuenta la temperatura, la tensión arterial, la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria y la saturación de oxígeno, y como no clínicas la edad y el sexo.
En las fases iniciales del proyecto se analizaron de forma restrospectiva un total de 3.000 pacientes mayores de edad que precisaron hospitalización por Covid, en el intervalo de tiempo comprendido del 1 de marzo al 30 de octubre del 2020 en el Hospital Universitario de la Princesa.
En la actualidad y ya en cuarta fase, el 'Predictor Enfermero' está disponible como un programa más en el sistema de información clínica HCIS en la Unidad de Neumología, y en todas aquellas otras Unidades que puedan destinarse al ingreso de pacientes.
El análisis de los datos que este proyecto está arrojando apunta a que se trata de una herramienta efectiva e innovadora en la práctica de los cuidados enfermeros en esta patología y que podrá exportarse a otros centros y extenderse a otras enfermedades.
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