Madrid

La estética fue la de una de las cumbres al más alto nivel de cualquier organismo plurinacional: una mesa presidencial sobre el escenario desde el que las autoridades competentes no sólo intervinieron, sino que pudieron escuchar lo que tenía que decir un foro compuesto por un centenar de cargos de otras tantas organizaciones identificados con su nombre, la entidad a la que representan y la banderita del país del que provienen o sobre el que su entidad tiene intereses.

Pero más que el continente, lo importante fue el contenido, como no podía ser de otra manera. Un contenido que tuvo como protagonista a Madrid y su condición de propulsor de la innovación y apoyo al emprendimiento.

Fue, en cualquier caso, una oportunidad perfecta para reunir en un mismo evento a startups, aceleradoras, inversores, corporaciones, instituciones públicas, facilitadores de networking, consultoras y entidades formativas. Y, lo que es más importante, para conocer el diagnóstico actual del sector y pulsar la opinión de la administración pública, personificada ayer en la figura del alcalde, José Luis Martínez-Almeida.

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También estuvieron presentes, entre otras autoridades, el concejal de Innovación, Ángel Niño, y algunos viceconsejeros de la Comunidad de Madrid.

Detrás de esta jornada estuvo la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), con su presidente Miguel Garrido de la Cierva a la cabeza, que dinamizó el evento con un formato ágil que dio voz a todos los sectores con representación en dos turnos de intervención: el primero, para responder a la pregunta de por qué la capital madrileña y, por extensión la región, es un territorio potente para el sector de la innovación -en su sentido más amplio-; el segundo, para recalcar sus debilidades.

En este sentido, como cualquier diagnóstico que se precie, se mostraron puntos fuertes y puntos débiles, aspectos que deben cuidarse y otros que deben mejorarse. Las alabanzas a lo que supone Madrid para el ecosistema y alguna que otra crítica completaron el menú.

Entre el centenar de participantes de la cumbre, hubo representantes de entidades como IE Bussines School, The Cube, Airbus Scale, Fides Capital, Alstom, Ferrovial, Mapfre, IBM, Banco Sabadell, HP, Telefónica Open-Innovation, Ryanair, Spain Startup, Inndux Digital Group, KPMG, Pons IP, Hill+Knowlton, OMT o Invest in Madrid.

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Elegidos los portavoces de cada subsector y antes de dar la de arena, el foro no escatimó piropos a lo que supone Madrid. "No tenemos nada que envidiar a otros lugares del mundo: ni Sillicon Valley ni puñetas", se llegó a decir desde la bancada de los fondos de inversión.

La gran red de viveros empresariales, la seguridad jurídica, las posibilidades de conexión con LATAM, el "efecto tractor de ser la segunda ciudad de Europa con más empleados tecnológicos" y, por supuesto, "la calidad de vida" fueron los principales valores positivos reconocidos por todos los subsectores presentes en la cumbre.

Ahora bien, las alabanzas están muy bien, pero el aprendizaje sólo llega cuando existe capacidad de mejora. Los actores presentes en el evento no dudaron en poner sobre la mesa aquellos puntos débiles sobre los que, en su opinión, se debe actuar.

La gestión del talento y el apoyo de la esfera pública -a nivel estratégico, legislativo e incluso fiscal y financiero- fueron los principales protagonistas de una fase de la cumbre que ya no fue tan cómoda.

En relación con el talento, desde las escuelas de negocio se remarcó que "tenemos un sistema educativo muy rígido que debería aprender del modelo anglosajón". En opinión de este subsector "hay muchas reuniones pero poca acción".

Apuntaron desde las corporaciones, que además de lo anterior "debemos intentar atraer más centros de I+D+i porque son estos centros los que generan conexión y transferencia de conocimiento".

La cumbre se movió entre el "ni Sillicon Valley ni puñetas: Madrid" y el "hay que hacer una reflexión sobre fiscalidad" o el "tenemos un sistema educativo rígido".

Sobre la transferencia de conocimiento, desde el banco de las consultoras, se apuntó que "Madrid está creciendo en número de patentes pero son las públicas las que llevan el peso, por lo que tenemos que mejorar las cifras de las patentes privadas", explicaron las consultoras.

Con todo, la presencia en la cumbre de personalidades con responsabilidad política obligaba a poner deberes tanto al Ayuntamiento como a la Comunidad de Madrid.

Ahí, las peticiones fueron diversas. Las startups demandaron mayor apoyo a la internacionalización y a generar negocio, fomentando la conexión con otras empresas y con la propia administración.

Las aceleradoras dieron una clave importante en cualquier ecosistema que quiere crecer: "No podemos caer en la autocomplacencia" y la administración "debería desarrollar un sistema más ágil para que el dinero llegara a las startups".

Un dinero que, tal y como se apuntó desde los facilitadores, "debe promoverse en favor de las etapas iniciales de las startups porque es ahí donde estamos perdiendo el talento". Y añadieron los fondos de inversión que "a las startups hay que apoyarlas desde abajo".

No podía faltar, en el capítulo de aspectos a mejorar, una mención a la fiscalidad. "Hay que hacer una reflexión profunda sobre el tema fiscal, porque otras regiones como País Vasco o Navarra tienen resultados", explicaron las consultoras.

"De Madrid al cielo, trabajando en la tierra"

Quizá se esté preguntando el lector cuál fue el pronunciamiento del alcalde una vez planteada en sus narices la situación del sector. Pues bien, dejó una frase muy de titular: "Para que vayamos de Madrid al cielo, primero tenemos que trabajar mucho en la tierra", dijo parafraseando uno de los dichos populares de la capital.

Esta frase, en cambio, escondía mucho más. Tras escuchar todas las peticiones del sector, el alcalde quiso dejar claro una vez más "la apuesta tanto del Ayuntamiento como del gobierno de la Comunidad de Madrid por la innovación". Y añadió: "Las medidas son importantes, pero para que las haya, primero tiene que haber apoyo y lo hay".

Apeló también al "amplio consenso" conseguido en el arco parlamentario a cuenta de la Ley de Startups para "cambiarla cuando sea necesario para mejorar".

Y se permitió incluso el máximo responsable municipal hacer un anuncio. Según reveló, el consistorio está estudiando un proyecto que consistiría en "desarrollar una red de mentores en la ciudad" que permita al sector de las startups una mejor conexión con el resto del ecosistema. Precisamente desde las aceleradoras se había puesto sobre la mesa esta necesidad minutos antes.

También hubo cierta autocrítica en el alcalde -no sólo suya ni del ayuntamiento sino extensiva a todas las administraciones públicas- en relación al talento. "Tenemos que entonar el mea culpa. No estamos siendo capaces de retener talento", remarcó.

Lo dicho, para mejorar hay que se conscientes de cuáles son tus debilidades y, al menos, eso quedó claro ayer en esta minicumbre del ecosistema emprendedor e innovador madrileño.