Ulea es un pueblo de apenas 900 habitantes situado en uno de los recodos del río Segura, en Murcia. Pasea por una céntrica calle una señora, móvil en mano, como si fuera una adolescente pendiente de la enésima notificación que le llega de alguna de las redes sociales que utiliza.
La señora va buscando el sol, mejor dicho, un banquito al sol. Lo encuentra y, ya cómodamente sentada, comienza a swipear -ese gesto que nos permite navegar y navegar entre aplicaciones-.
"Me la ha instalado mi hijo", dice orgullosa y resuelta, en referencia a la aplicación que está usando.
En este municipio murciano no es extraño ver escenas como esta e incluso más futuristas. Y, si ocurre esto, es porque Ulea es uno de los ocho pueblos de menos de 5.000 habitantes que forman parte de una curiosa iniciativa del gobierno de Murcia que, según sus impulsores, "no tiene precedente en el resto del país".
Esta iniciativa consiste en convertir a esos ocho pueblos -además de Ulea, Albudeite, Aledo, Campos del Río, Ojós, Pliego, Ricote y Villanueva del Segura- en banco de pruebas para testar nuevas tecnologías y proyectos innovadores que formen parte del catálogo de servicios smart city de la región.
Cabe recordar que el gobierno murciano cuenta con un proyecto llamado Smart Region encaminado a digitalizar servicios y convertirlos en servicios inteligentes en todos y cada uno de los 45 pueblos que forman parte de esta comunidad autónoma.
"La mejor manera de probar soluciones inteligentes para nuestras ciudades creemos que es probarlas en entornos controlados para, posteriormente, si nos convencen los resultados, escalarlos", resume a D+I Javier Martínez, director general de Informática y Transformación Digital del gobierno de la Región de Murcia.
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Para ello se creó el programa Smart 5K, que, durante los dos últimos años ha venido desarrollando la puesta en marcha de tecnología e innovaciones para mejorar la calidad de vida de las personas mediante la sostenibilidad en una experiencia piloto que "busca demostrar que el concepto smart city no se circunscribe a los grandes núcleos urbanos", explica Martínez.
Se trata de una iniciativa de la Fundación Integra, que está cofinanciada por la consejería de Economía, Hacienda y Administración Digital y la Comisión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Asimismo, está enmarcada en la Estrategia de lucha contra la despoblación y mejora de la calidad de vida en zonas rurales de la Región de Murcia.
Aplicando un "modelo de abajo a arriba y en colaboración con los ayuntamientos y los vecinos", en cada municipio se está desarrollando una serie de aplicaciones y el análisis de la experiencia permitirá concretar las más exitosas para exportarlas al resto de municipios de la Región.
El director general reconoce que "evidentemente ha habido servicios que hemos probado que hemos tenido que descartar porque no eran eficaces o no tuvieron el impacto que creíamos que iban a tener".
Aun así, Javier Martínez prefiere quedarse con las experiencias que sí han calado entre los ciudadanos de estos pueblos convertidos en laboratorios de innovación.
Entre los proyectos que han tenido una notable repercusión, Martínez destaca uno destinado a medir la calidad del aire a través de diversos sensores instalados en varios puntos de un municipio. De esta manera, el ayuntamiento en cuestión puede tomar medidas de mitigación ante los perjuicios de este problema, "pero también los vecinos pueden consultar una app en la que ver si, por ejemplo, tienen que cambiar una zona para pasear o para correr en función de esa calidad del aire".
Control de riego por satélite
Otro de los servicios que se han implantado gracias a buenos resultados en los test en los pequeños pueblos, es el del control de riego por satélite. Explica Martínez que "una herramienta digital ofrece datos en tiempo real sobre la necesidad de regar o no un determinado jardín tras una inspección que se realiza vía satélite".
En la misma línea, otro de los servicios sirve a administración pública y ciudadanos para conocer el estado de congestión de una determinada calle, tras el acumulado de datos históricos y herramientas de inteligencia artificial que facilitan la toma de decisiones.
La señora protagonista del arranque de este reportaje está disfrutando de otro de los servicios implantados con éxito: un servicio de biblioteca on line. Cualquiera de los vecinos de uno de estos pueblos piloto puede descargarse una plataforma tipo Netflix donde puede descargarse de forma gratuita revistas, periódicos, libros…
"Hemos conseguido acercar la tecnología a las personas que viven en los pueblos y que normalmente han tenido menos acceso a ella. Algo tan simple como que puedan acceder a una plataforma para leer su revista favorita mejora su relación con lo digital", explica el director general.
Según explica, "sigue habiendo una brecha importante, pero iniciativas como 5K están contribuyendo a que los vecinos de las zonas más despobladas se sientan protagonistas y que, por tanto, quieran participar en estos proyectos y, de paso, mejorar sus competencias".
Ahora bien, para ello es necesaria también cierta divulgación sobre las nuevas tecnologías y, en este sentido, el gobierno de la Región de Murcia no quiere escatimar esfuerzos.
"Además de Smart 5K, tenemos un programa de alfabetización digital y durante este año tenemos previsto iniciar un proyecto por el cual un autobús divulgativo en temas tecnológicos recorrerá cada uno de los pueblos de la comunidad autónoma para realizar charlas a asociaciones de mayores, amas de casa, cárceles…", remarca.